No recordaba mi sueño pero aun sentía esa ira y ese deseo de luchar, me levante hoy era la boda pero sería al anochecer así que me levanto, me pongo ropa deportiva me cepillo y me ato el cabello en una coleta alta, salgo de la habitación sin hacer ruido.

Busco el gimnasio que se que hay en la casa, cuando lo encuentro corro un rato en la caminadora pero como eso no logra hacer que el sentimiento de ira y el querer pelear se vaya, golpeo el saco de box una y otra vez tirándole patadas y puñetazos como si fuera una danza.

— Feliz cumpleaños— la voz de mi hermano hijo de otra madre me sorprende haciéndome dar un brinco en mi lugar — ¿Que paso ahora?— pregunta al verme toda sudada y agitada.

— Tuve una extraña sensación cuando me desperté y eso me tiene alterada— explicó.

— El saco de box no es un buen contrincante, acompáñame afuera— me seco el sudor con una toalla pequeña, sale de la casa y yo lo sigo, toma el camino hacia el bosque, creo que se lo que quiere.

Nos detenemos en un c