YOUR NAME
Recuerden que es un extra.
Your name.
—Mis palabras te valen mierda —Toma el puente de su nariz y respira con fuerza —No ocasiones problemas; la abuela nos cuida y no merece dolores de cabeza ¿Entendido?
Ruedo los ojos, siempre lo hago cuando Addison me reclama. Pero aun así salgo de casa, esta vez no pienso llegar tarde.
Doy una vuelta por el barrio y al sentir que ya es suficiente, me dirijo al lugar que acordamos.
Tengo dieciséis años y me tratan como a una de cinco, casi no salgo de casa hasta muy tarde, no me permiten perder materias, ni tener novio. Soy esa chica que le encanta revelarse y ellos lo saben pero aun así siguen cuidando lo que ya se perdió.
A las dos cuadras siguientes me encuentro con Isabela.
—¿Me extrañaste? —Susurra coqueta en mi oído mientras deposito un beso en su mejilla y toco con disimulo su cabello.
—De
DRÁCULAMaría José.Solo existe una clase que compartimos todos juntos, es la peor si tomamos en cuenta la opinión del profesor, pero una de las mejores para los estudiantes.Clase de ética, con el profesor Roberto; su cuerpo flacucho, sin gracia ni porte, es merecedor del apodo Drácula, pero no solo es su cuerpo, sino también su manera de vestir, siempre de negro, siempre con un porte aburrido. Además por si fuera poco, el año pasado algunos estudiantes aseguran haberlo visto en el baño de mujeres con Beatriz, otro espécimen de su calaña. La chica solía mantenerse deprimida y constantemente intentaba “suicidarse” todo fue motivo de risa en el colegio, pero el profesor Roberto, se acerco a ella y según ambos fue un “apoyo incondicional”.La cosa paso a mayores cuando encontraron a Drácula chupándole la sangre a Beatriz (Ya saben a lo que me refiero) y después nadie supo nada. Dos semanas después el profesor re
ZORRILLOMaria José.Desde temprano estoy lista, ya organice casa e hice el almuerzo, voy a la repostería para llevárselo a mi hermana y Francisco.Ingreso a la repostería que por ser fin de semana se encuentra llena, estamos buscando otro mesero que ayude de manera permanente, pero por el momento esta una anciana amargada que soportamos por conveniencia.Me acerco a la cocina y observo a Francisco.—Te libraste hoy ¿Que hiciste? —cuestiona sin dejar de moverse.—Mi especialidad, extorsionar —me siento.—Ya me imagino lo que has hecho. Isabel me lo contó.—¿Que te contó?—Todo lo que sucedió, y como al fin decidió confesártelo.—Espera... ¿Tu lo sabías? —cuestiono con la boca abierta y el asiente como si fuera obvio —¿Ella te lo dijo? —preguntó.—No, yo la descubrí —aclara Francisco.
¿SU CASTIGO?Maria joseEl sonido de su voz me regresa de nuevo a él, a lo que siento, a todo lo que deseo compartir con Andrés.—Ahora te dedicas a excitar por medio de llamada telefónica —juego con él. Por que si soy sincera, sus "nena" me vuelven loca.—Eres mi nena, tengo derecho ¿No lo crees? —Esta juguetón, el tono en su voz me lo da a entender.—Tienes derecho —acepto —pero tu nena esta enojada.—¿Por lo mismo? —pregunta.—No lo digas como si fuera absurdo.—Es que fue una broma... Una broma que se salió de control pero pienso solucionarlo.—¿Cómo? —indagó.—El martes hablaré con él maestro —hay un silencio corto —¿Ya no estas enojada?—Aun me queda un poco de enojo —miento.—Te aseguro que lo puedo solucionar —Su voz es el claro ejemplo de la coquetería.
ENGAÑOAndresHablar con mi madre siempre se vuelve una complicación cuando de corregirme se trata. Pero lo prefiero así, antes de que los maestros le vengan con la queja.Estoy castigado, ya me lo ha hecho saber y mañana piensa ir conmigo al colegio como cual niño de preescolar, para hablar y disculparse de mis "malas acciones" para que el problema no vaya a mayores.Sinceramente lo he hecho por María José, la involucraron en nuestra creativa broma y a diferencia de mi madre, a ella si le ira muy mal de tan solo suponerse.Alan esta vigilando con inquietante atención la ventana, y al asomarme sonrió. Nuestra vecina tiene visita y es nada menos que Addison Vélez, la hermanita amargada de Simón.—¿Otra vez con lo mismo? —cuestiono burlón mientras me asomo sin disimulo a la ventana.
MITAD Y MITADjulietaEn mi bolsillo conservo el último trozo, y no hay que ser muy inteligente para deducir la fotografía.Llego a casa y uno la última pieza a las demás, formando así el paisaje mas hermoso. Una fotografía tomada desde la cima de la montaña, una imagen que transmite tranquilidad, pureza y el significado de la verdadera belleza.Saco el último sobre que conservo de Samuel.Te veo en nuestro cielo.Pronto el reloj marcara las seis, así que me apresuro a salir de casa. Solo espero que este allí.Comienzo a subir la montaña y la oscuridad toma el lugar; al llegar a la cima observo su silueta, esta de espaldas, admirando el vacío que se encuentra, la niebla impide ver mucho pero aun así se torna siniestro y maravilloso al mismo tiempo.—Creí que ya no llegarías —Dice aun sin girarse y su voz...su voz sigue siendo el mejor sonido que escucho.—Sabes que soy algo lenta, Bufón —Me acerco desde atrás, y abraz
EGOSAnabelleDebo pagar una deuda pendiente, pues Andrés, se ha inculpado de la broma y me ha dejado por fuera, pero no es gratis y hoy voy preparada para organizar su garaje, su moto y el auto de su madre...No encuentra nada mas, así de limitada es su imaginación, aunque a mi me conviene que sea poco creativo.Aviso en casa y aprovecho que es sábado para librarme de los destinos. Me organizo y salgo; la casa de Andrés no queda muy lejos, pues puedo ir en treinta minutos o menos. Toco la puerta y la primer persona que me recibe es Alejandro, esta sin camisa...vaya tentación para mis ojos al querer detallarlo, pero mantengo la frente en alto para saludarlo.—¿Anabelle? —Pregunta confundido.—Eh...Hola —es estúpido, pero me he puesto nerviosa.—Lo lamento, pasa —Me deja entrar a su casa y lo primero que veo es a un Alan con la nariz rota y la camisa manchada
MERCEDESMaría José.En vacaciones iré donde mi padre, la idea no me emociona, pero si el hecho de que esta vez lo pueda sorprender un poco; de allí mi necesidad de aprender a conducir moto. Mi padre es mecánico y aficionado a todo lo que tenga ruedas. Por ello quiero causar una diferente impresión, llevo ya dos años y medio sin verlo y siendo sincera me llena de curiosidad ver su rostro al observar que soy una adolescente.Hoy es una de mis últimas practicas de conducción y de nuevo estoy en la casa de Michael...bueno no en su casa, pues aun no me deja entrar. Ya puedo sola y estoy mas feliz que nunca, pues estoy logrando mi objetivo.—Felicidades al maestro que te enseño —presume Michael.—No seas presumido —Saco mi lengua —No cualquiera aprende tan rápido como yo.Él sonríe por unos segundos.—La practica finaliza por hoy —dice al fin y guarda la moto en su garaje mientras las primeras goteras caen, y yo me adentro
BAJO LLUVIA Y LAGRIMAS DE SALMichaelSe llevan a mi madre a urgencias mientras retengo las lagrimas, tomo mi móvil que tiembla en mi mano al ver la sangre en ellas.—Aló... —escucho la voz femenina de una mujer al otro lado de la línea telefónica.—¿Papa? —me tiembla la voz mientras tomo con fuerza el celular.—Eres el hijo de Agustín ¿No es así? —Su tono de voz es malicioso.—¿Con quien hablo?—cuestiono con la rabia encima y la decepción en todo mi ser.La línea telefónica queda en silencio por un momento.—Ya eres un adolescente para que lo entiendas...—Apretó con fuerza mis parpados y con mi mano libre tomo mi cabello con desesperación —Tu padre...¡Suéltalo Agustín! —comienzo a escuchar interferencia —¡Es hora de que se de cuenta!La llamada se corta y queda el vacío, el silencio y mi desesperación