ENGAÑO
Andres
Hablar con mi madre siempre se vuelve una complicación cuando de corregirme se trata. Pero lo prefiero así, antes de que los maestros le vengan con la queja.
Estoy castigado, ya me lo ha hecho saber y mañana piensa ir conmigo al colegio como cual niño de preescolar, para hablar y disculparse de mis "malas acciones" para que el problema no vaya a mayores.
Sinceramente lo he hecho por María José, la involucraron en nuestra creativa broma y a diferencia de mi madre, a ella si le ira muy mal de tan solo suponerse.
Alan esta vigilando con inquietante atención la ventana, y al asomarme sonrió. Nuestra vecina tiene visita y es nada menos que Addison Vélez, la hermanita amargada de Simón.
—¿Otra vez con lo mismo? —cuestiono burlón mientras me asomo sin disimulo a la ventana.
MITAD Y MITADjulietaEn mi bolsillo conservo el último trozo, y no hay que ser muy inteligente para deducir la fotografía.Llego a casa y uno la última pieza a las demás, formando así el paisaje mas hermoso. Una fotografía tomada desde la cima de la montaña, una imagen que transmite tranquilidad, pureza y el significado de la verdadera belleza.Saco el último sobre que conservo de Samuel.Te veo en nuestro cielo.Pronto el reloj marcara las seis, así que me apresuro a salir de casa. Solo espero que este allí.Comienzo a subir la montaña y la oscuridad toma el lugar; al llegar a la cima observo su silueta, esta de espaldas, admirando el vacío que se encuentra, la niebla impide ver mucho pero aun así se torna siniestro y maravilloso al mismo tiempo.—Creí que ya no llegarías —Dice aun sin girarse y su voz...su voz sigue siendo el mejor sonido que escucho.—Sabes que soy algo lenta, Bufón —Me acerco desde atrás, y abraz
EGOSAnabelleDebo pagar una deuda pendiente, pues Andrés, se ha inculpado de la broma y me ha dejado por fuera, pero no es gratis y hoy voy preparada para organizar su garaje, su moto y el auto de su madre...No encuentra nada mas, así de limitada es su imaginación, aunque a mi me conviene que sea poco creativo.Aviso en casa y aprovecho que es sábado para librarme de los destinos. Me organizo y salgo; la casa de Andrés no queda muy lejos, pues puedo ir en treinta minutos o menos. Toco la puerta y la primer persona que me recibe es Alejandro, esta sin camisa...vaya tentación para mis ojos al querer detallarlo, pero mantengo la frente en alto para saludarlo.—¿Anabelle? —Pregunta confundido.—Eh...Hola —es estúpido, pero me he puesto nerviosa.—Lo lamento, pasa —Me deja entrar a su casa y lo primero que veo es a un Alan con la nariz rota y la camisa manchada
MERCEDESMaría José.En vacaciones iré donde mi padre, la idea no me emociona, pero si el hecho de que esta vez lo pueda sorprender un poco; de allí mi necesidad de aprender a conducir moto. Mi padre es mecánico y aficionado a todo lo que tenga ruedas. Por ello quiero causar una diferente impresión, llevo ya dos años y medio sin verlo y siendo sincera me llena de curiosidad ver su rostro al observar que soy una adolescente.Hoy es una de mis últimas practicas de conducción y de nuevo estoy en la casa de Michael...bueno no en su casa, pues aun no me deja entrar. Ya puedo sola y estoy mas feliz que nunca, pues estoy logrando mi objetivo.—Felicidades al maestro que te enseño —presume Michael.—No seas presumido —Saco mi lengua —No cualquiera aprende tan rápido como yo.Él sonríe por unos segundos.—La practica finaliza por hoy —dice al fin y guarda la moto en su garaje mientras las primeras goteras caen, y yo me adentro
BAJO LLUVIA Y LAGRIMAS DE SALMichaelSe llevan a mi madre a urgencias mientras retengo las lagrimas, tomo mi móvil que tiembla en mi mano al ver la sangre en ellas.—Aló... —escucho la voz femenina de una mujer al otro lado de la línea telefónica.—¿Papa? —me tiembla la voz mientras tomo con fuerza el celular.—Eres el hijo de Agustín ¿No es así? —Su tono de voz es malicioso.—¿Con quien hablo?—cuestiono con la rabia encima y la decepción en todo mi ser.La línea telefónica queda en silencio por un momento.—Ya eres un adolescente para que lo entiendas...—Apretó con fuerza mis parpados y con mi mano libre tomo mi cabello con desesperación —Tu padre...¡Suéltalo Agustín! —comienzo a escuchar interferencia —¡Es hora de que se de cuenta!La llamada se corta y queda el vacío, el silencio y mi desesperación
JUGUEMOSMaria Jose—¡Desapareces todos los días!—¡Él me necesita! —contra-ataco mientras él se llena de frustración.—¡Yo también! —trato de tranquilizarme pero su actitud me cansa.—No seas egoísta, Andrés. Sabes perfectamente que tu situación no es nada similar a la de Michael.—Tal parece que tengo que estar golpeado para que me prestes atención.—No seas caprichoso —me acerco, al notar que ambos nos hemos tranquilizado.—No me gusta que estés tan cerca de Michael, que compartas más con él que conmigo.—Me necesita, es mi amigo y ahora mas que nunca necesita nuestro apoyo —Me inclino en puntillas para acercarme a su rostro y deposito un beso en sus labios —No sigas enojado —le doy otro beso, aunque él evite mi mirada y no lo siga. Le doy mas besos pero se hace el indignado. Así que presiono suavemente el bulto de sus piernas y
YO TE OBSERVOMiércoles en la tarde.Alan.Salgo rápido de casa después de que Andrés me entregara las llaves, ya voy tarde por culpa de María José, siempre entretenido a Andrés. Giro los ojos de tan solo recordar la escenita que montaron en el escritorio.Me adentro al bosque y voy con calma, nadie puede saber de mi presencia, de lo contrario todo se jode.Como siempre es muy puntual, ya tiene todo preparado y un nuevo lienzo reposa frente a ella. A dibujado por días el mismo paisaje pero como siempre lo termina dañando; es absurda, pierde su tiempo. Nunca le saldrá tan perfecto como lo desea, ¿Acaso no se da cuenta? Aun es inexperta y debería de conformarse un poco. Porque si soy sincero, me duele mas a mi cuando rasga cada retrato que a ella.El paisaje hoy es diferente, no esta turbio y el pequeño lago frente a nosotros no esta alterado. Por el contrario, el atardecer
VACACIONESAnabelle.—Lo siento, tenia que contarlo porque son mis amigas y tenia que liberar esto antes de las vacaciones.Las dos aún continúan estáticas mientras me observan, María José con la boca abierta y Julieta con una expresión seria.—Te cogiste al padre de la iglesia parroquial —asimila Julieta —Y no te arrepiente, que es moralmente peor.—¿Coge rico? —cuestiona María José aun sorprendida, pero trata de agregarle humor a la situación.Voy a responder pero soy interrumpida por Julieta.—No digas estupideces María José que en el momento no es apropiado.—Si coge rico —digo en un impulso y estallo en risas al igual que María José, ya que Julieta nos mira mal.—¿Después que sucedió? —pregunta la rubia.—Nada —sueno herida y no era la idea, así que agrego —Ambos ignoramos lo que sucedió, y ninguno se atreve ha
INCERTIDUMBREjulietaVeo caminar al profesor Roberto, aun esta en muletas y es una pena lo que le ha sucedido.—Profesor —me acerco a él —Perdone que lo moleste de esta manera.—Tranquila Julieta, no eres una molestia —dice con cortesía.—¿Esta usted bien? —cuestiono al verlo mas pálido de lo normal.—Muy bien, gracias por preguntar.—Quiere que le ayude con esas bolsas —señalo sus manos.—No me vendría mal una ayuda ¿No? —sonríe y me pasa las compras.Comenzamos a caminar a su paso, y según fuentes de información el profesor vive cerca del gimnasio municipal, por lo que no estamos muy lejos.—Tengo entendido que tienes novio —me sonrojo ante el comentario.—Si.—¿Es Samuel?—Si —respondo cortante ya que no es un tema que deseo tocar con el profesor.—Ya veo —comprende mi actitud pero aún así no se detiene —Es un buen chico, una lastima que se deje influenciar por sus amigos.—Perdón ¿De que m