—¿Estás segura de que escuchaste bien? —Amin caminaba de un lugar a otro con total preocupación mientras su hermana estaba estática viendo hacia las afueras de la biblioteca.
—La cara pálida del rey comprobó que lo que escuché era real… Kader le dijo que no permitiría que ella se comprometiera con ningún hombre, dijo que la quería para él.
El hombre pasó un trago y fue en busca de su vaso, tomando el líquido de golpe.
—Pensé que se odiaban… es… es tan extraño que el príncipe pueda interesarse en Nadia.
—Yo estoy igual de sorprendida, incluso molesta. ¿Qué le pasa? ¿Acaso se ha vuelto loco? —Eysan se dio la vuelta y Amin pudo ver que el tema le estaba afectando más de lo que pensó—. ¿Cómo puede pensar que se unirá a una mujer que
Nadia lo observó por largo rato mientras Kader rozaba sus labios con los dedos. Aún no podía creer que estuviera escuchando esas palabras de su parte, ni siquiera pudo pronunciar una aceptación para confirmarle que ella estaba más que dispuesta a aceptar su propuesta.Quizás la impresión estaba calando en su duda, mortificando su esperanza, y por supuesto, arruinando este momento mágico que jamás pensó llegaría para ella.Era imposible que ahora mismo pudiera ser razonable sin dejarse envolver por este momento irreal que estaba viviendo. Lo único que confirmaba que estaba aquí, y que era Kader frente a ella, era ese corazón que martillaba fuertemente contra su pecho. Podía escuchar el palpitar en sus oídos, podía sentirlo en su garganta, de hecho, podía sentir que el mundo entero vibraba en uno solo junto a ella.Abrió su boca, con
—Nadia es la chica más hermosa del palacio —un silencio incómodo se instaló en el momento en que Zaid de cuatro años, expresó su pensamiento a las mujeres en la biblioteca.Sin embargo, la risa conciliadora de la reina, menguó un poco la tensión.—Zaid está enamorado de Nadia… —explicó Saravi abrazando el cuerpo de su hijo—. Y la ama con locura.Eysan sonrió asintiendo y aprovechó en pasarle la mano por el cabello del niño.—Eres un caballerito, ¿No es así? —preguntó la rubia tomando las mejillas de Zaid, y haciendo que Nadia se sintiera fuera de lugar.Como pudo dio unos pasos.Si le preguntaran ahora mismo si quería estar aquí, la respuesta sería un rotundo No. A pesar de los niños, y, a pesar de Saravi, que se veía bastante cómoda con la
—¿Estás bien? —Kalil le preguntó a Saravi justo antes de salir de su habitación.Faltaban unos minutos para que se abrieran las compuertas de los muros del palacio, y él debía estar en el patio principal, para darles la bienvenida a los cortesanos que quisieron asistir a la gala.Muchos ya estaban en los salones, abarrotándolos un poco, pero estaba tranquilo de que en el control que forjó Basim, abrían ojos por todos lados en el palacio.Muchas áreas se habían restringido por cuestión de seguridad, pero lo que tenía su corazón un poco afanado, era la partida de Kader en la madrugada. Por alguna razón extraña podía ver que en cualquier momento le haría caso de quedarse, y si esto no pasaba, al menos le había prometido que llegaría solo hasta la frontera de Angkor, para inspeccionar y enviar a los grupos, al rescat
Con su mano temblorosa, Nadia apretó aquella piedra mínima en su cuello, y en pequeños pasos, llegó con Amin cerca del balcón. No había nadie allí, así que un suspiro salió de su boca. Giró aun continuando con su caminata, mirando el rostro de Amin, quien parecía taciturno, dedicado y concentrado en su rumbo, y para el momento en que llegaron al balcón vacío, y que el aire frío golpeara su rostro, un alivio tremendo se instaló en su cuerpo.—Amin… creo que, —estaba dispuesta a decirle que se fuera, ella necesitaba estar a solas antes de su presentación, precisaba tranquilizar sus nervios para ir a la habitación continua, y prepararse para cuando fuera llamada—, quiero estar sola…Amin Atagül se giró para mirarla de frente y soltando un suspiro asintió.—Me hubiese gustado… —la
Una melodía conocida en los grandes bailes comenzó a esparcirse ante todo el espacio. Había un silencio por parte de la gente, totalmente demoledor para Nadia, porque a pesar de que solo ella sabía el caos que se desarrollaba dentro de su corazón, todas las personas presentes podían notar que algo extraño sucedía. Amin y Kader estaban delante de ella. Pero en el rostro de Kader se podía reflejar cierta irritación, más la confusión que transmitía cada segundo en dirección de Nadia. —Nadia… —la voz del príncipe se adelantó junto a la mano que asomó. En su mención, por supuesto había vos de mando, imponiéndose ante todo y ante todos, y sobre todo dejándole claro a la chica, que, este baile le pertenecía solo a él. Pero para la impresión de Nadia, Amin hizo una reverencia, aceptando que fuera el príncipe que iniciara con el baile, sin ella tener aquella oportunidad de rechazarlo, como lo había planeado desde un principio. Ahora Amin estaba a una distancia de ella
La adrenalina y las emociones, todas, estaban golpeando duramente sus venas, mientras el viento audaz movía su vestido y cabello. Kader frenó el caballo y este se levantó un poco ante la intromisión, pero Nadia no se movió de su puesto a la vez que su pecho agitado subía y bajaba incesantemente.Tenía la garganta seca, y el aire quemaba sus pulmones. A pesar de toda la situación, nunca se había sentido tan viva y tan dispuesta hacer cualquier cosa para que fuese escuchada. No sabía muy bien si había cometido un error grande, no había escuchado a Kader todavía, pero su actitud y su postura indignada delante de ella, le dieron más razones para mantenerse en pie.No tenía nada que perder, en realidad ella no tenía nada.—¡Apártate, Nadia! —rugió Kader furioso mientras el animal se inquietaba.—¡No! &iques
4 horas antes del amanecer…Los carruajes y caballos salían del palacio en orden, mientras muchos guardas en el ala sur de los patios, se estaban preparando para lo que solo el rey y sus secuaces sabían.Kader estaba tomando varias aspiraciones con la mente aturdida, mientras veía en cómo sus hombres calzaban sus espadas y todo el equipamiento para su partida. El aire se sentía denso y frío, incluso pudo ver con claridad su propia exhalación entre tanto en su mano sostenía una hoja doblada, que había escrito desde hace una hora.Odiaba sentirse de esta manera, detestaba sentirse dividido entre el querer y el deber, a la vez que iba en contra de lo que su corazón anhelaba. Pero ahora incluso sabía que no era el momento de hacerle caso a lo que sentía. Muchas veces se lo dijo a sí mismo, no era bueno dejarse llevar por esas emociones locas qu
Pesar, agonía y pena, eran las principales emociones que Nadia tenía acumuladas en el estómago. El rostro de Saravi junto a sus lágrimas, solo la hacían querer abrazarla y pedirle que la perdonara miles de veces. En otro tiempo hubiese deseado limpiar esas lágrimas, y abrazar a su hermana con aprensión.Pero ahora, no podía permitirse flaquear de nuevo, pareciendo un corderito a punto de ir al matadero, ella ya no era una niña, y si estaba aquí de pie, hablando firmemente, es porque no podía seguir en las sombras.Le dolía mucho la mirada de la reina, y aún más en que en este preciso instante, ella no pudiera entenderla.—Nadia… —Esta vez el vizconde, Fais, se adelantó hacia las damas y se interpuso entre las dos mujeres—. Kader no está en el palacio, él… ha partido a una misión.Tanto Sarav