Si no quieres creer en mis sentimientos, tendré que darte una lección de amor, para que comprendas que mi corazón solo puede estar hilado al tuyo un poco más allá de la eternidad y tu razón...
Quería gritar, pero mi voz no salía por alguna razón que desconocía. Quería levantarme de la cama y correr lo más lejos que pudiera de esa figura oscura que se cernía sobre mí, pero mi cuerpo no respondía por más que tratara de moverme. Me encontraba paralizada, asustada y muy angustiada porque mis sentidos no reaccionaban a mis mandatos. Y mis sentidos detectaban el peligro, sabía que ese hombre había regresado para hacerme daño y llevarme a la fuerza con él a como diera lugar.
¿Dónde están mis padres? ¿Dónde está Kilian? ¿Dónde está Mike? ¿Por qué ninguno hace nada por salvarme de ese hombre? ¿Dónde quedaron sus promesas de protegerme por encima de todo?
Intenté removerme una vez más, pero era imposible. Se sentía como si me hubieran atado todo el cuerpo. Era una situación asfixiante y abrumante. Mi corazón latía rápido dentro de mi pecho, tanto, que tenía miedo de que se saliera de mi cuerpo en cualquier momento.
—Eres igual de hermosa a tu madre — esa voz era imposible de olvidar, porque la tenía grabada en mis memorias y siempre llegaba en la cúspide de la noche para atormentar mi paz y mis sueños.
Más desesperación y miedo sentí por dentro al escuchar la voz de ese maldito demonio una vez más. Hice el intento de gritar de nuevo, justo en el momento que desvié la mirada y vi a mis padres acostados a mi lado, pero por más que gritaba, ninguno de ellos me escuchaba. Miré hacía otro punto de la habitación y Kilian se encontraba allí, sentado a una orilla de la cama, aun así, tampoco escuchaba mis gritos.
Cerré los ojos con fuerza, con la respiración agitada y el miedo fluyendo por todo mi sistema. ¿Qué debo hacer? ¿Por qué nadie me escucha? ¿Acaso se cansaron de protegerme? ¿Po qué ese hombre sigue buscándome? ¡¿Qué es lo que quiere de mí?!
Pero recordaba muy bien que ese hombre estaba muerto; sin embargo, seguía apareciéndose cuando mejor me encontraba, y todo ese doloroso pasado parecía haber quedado en el olvido, volvía a mi presente y lo destruía todo.
Sentís sus sucias manos recorrerme por completo a la vez que me decía lo mucho que me quería y lo bonita que era, lo parecida que era a esa mujer tan horrible y mala que recordaba en ciertos momentos de mi vida. Esas lágrimas llenas de miedo y frustración brotaron de mis ojos sin poder contenerlas por más tiempo. No podía respirar, sentía que allí mismo moriría. Me sentía imponente porque no podía escapar de aquella pesadilla en la que me encontraba, y nadie parecía tener la intención de ayudarme...
Pero, entonces, una cálida y suave mano me fue dando lo que tanto necesitaba. Su voz, aunque lejana, logró estabilizar los furiosos latidos de mi corazón, y su suave caricia en mi cabello me brindó calma. Esa sombra grande y terrorífica que me asechaba con insistencia fue deshaciéndose en el aire a gran velocidad hasta quedar hecha en polvo. Ese sentimiento de angustia y miedo que me tenía tan dominada hace un instante fue remplazado en cuestión de segundos por la tranquilidad absoluta. Ese aroma tan conocido para mis sentidos llenó a mi corazón de ternura y felicidad.
Al fin pude mover mi cuerpo de esas ataduras que me tenían inmovilizada, por lo que abrí los ojos con lentitud, pegándome al calor de ese cuerpo que me llevaba siempre a la serenidad cada que entraba en contacto con el mío. Su voz suave, profunda y llena de afecto, resonó en mis oídos, haciendo vibrar cada una de las venas que conformaban mi cuerpo:
—Tranquila, ya estoy aquí — susurró, acariciando mi mejilla con la yema de sus dedos—. Sigue descansando, yo cuidaré de tus sueños.
—F-fue horrible — hundí el rostro en su pecho, un poco avergonzada de que me viera llorar nuevamente—. ¿Por qué no puedo olvidar a ese hombre? Siempre se aparece en mis sueños a torturarme...
—No pienses más en ello, pequeña — tomó mi rostro entre sus manos y se acercó un poco más a mí—. Conmigo estás a salvo, lo sabes, ¿verdad? Sabes bien que, mientras esté aquí contigo, no tienes por qué volver a temer a nada. La promesa que te hice de niños sigue intacta.
Su rostro estaba tan cerca al mío, podía sentirlo a escasos centímetros, aunque la oscuridad no me dejaba contemplar su rostro a detalle. Su aliento tibio y fresco chocaba contra mi piel con extremo poder, como las otras veces que se acerca en demasía a mí, alteró los latidos de mi corazón. Su aroma, su cercanía, sus palabras, sus suaves caricias, el hecho de ser él hacía que mis pesadillas se desvanecieran en el aire como por arte de magia, y no entendía por qué lograba lo que otros no podían con tanta facilidad.
Miré sus ojos sin tener siquiera la capacidad de hablar. En ese momento deseé ver la claridad del cielo en su mirada, pero la poca luz que entraba por la ventana, los hacia ver negros en lugar de azules.
—Han pasado veinte años, Mike. ¿Por qué sigues entrando a mi apartamento como un ladrón? — le recordé, queriendo sonar graciosa, pero él se encontraba muy serio—. ¿Cómo es que aún sigues pensando en una promesa que me hiciste hace mucho?
—Te voy a contar un secreto, pequeña curiosa — su mirada se acentuó en la mía—. Eras tan indefensa, descuidada y chismosa, que desde el primer día en el que te conocí, sabía que mi deber era protegerte de todo a tu alrededor — descansó su frente en la mía y suspiró, cerrando los ojos con cansancio—. Y no estaba equivocado, pues unos años después, conocí ese dolor que has cargado tú sola por mucho tiempo y me juré que nadie volvería a tocarte un solo cabello. Desde entonces y con el miedo de que alguien pudiera hacerte otro daño más grande, me prometí a mí mismo y te prometí cuidarte y protegerte de todo aquel que tenga una mala intención contigo.
—Somos adultos, ya no tienes que cuidarme de nadie.
—Quizás no sea una persona la que te hace daño — besó la punta de mi nariz, incrementando esos latidos desbocados de mi corazón—. Debo protegerte de ti misma, de ese pasado que no puedes soltar por más que quieras, de esas pesadillas que te dominan cada que se cumple un año más de ese suceso. Quiero protegerte de eso que tienes guardado y quiere salir con fuerza para destruir todo ese trabajo que lograste de niña.
Mordí mis labios, reprimiendo ese sollozo que pretendía escapar de mis labios. Mike, a diferencia de mis padres y de mi propio hermano, es el único el que me ha visto completamente quebrada ante esos recuerdos que me invaden cuando menos me lo espero.
—Solo te puedo agradecer por haber venido.
—Sabía que me necesitarías — presionó mi cabeza contra su pecho, por lo que pude escuchar con claridad lo alterado que se encontraba su corazón—. Ahora duerme, mañana todo quedará en el olvido, como se supone debe ser.
El silenció nos envolvió a los dos, solo se escuchaba nuestras respiraciones intranquilas en medio de mi habitación. Todavía me seguía preguntando por qué seguía viniendo cada año, después de todo, él ya tenía una vida hecha muy lejos de la mía. Poco después y entre la comodidad de sus brazos, me quedé profundamente dormida, pero antes de cerrar los ojos y perderme en un sueño tranquilo, escuché una voz que me decía lo mucho que me seguía amando, aunque hubiera pasado el tiempo. No sabía si se trataba de un sueño más o de una absurda realidad, pero de algo estaba segura, era que no podía hacerme una idea con un hombre próximo a casarse y que además es parte de mi familia.
Y, aunque tenía miedo de ser rechazado y castigado, me atreví a confesar todo ese amor que he sentido por ti desde aquel momento que se implantó en el centro de mi pecho...***El sol golpeó mi rostro con brusquedad y fue el causante de que despertara de un segundo para el otro. Me sentía tan cansada, como si una enorme roca me hubiera aplastado durante toda la noche. Me estiré en la cama con una sonrisa en los labios y el corazón inexplicablemente emocionado. Di media vuelta al recordar que Mike se había quedado conmigo durante toda la noche, pero como cada año, su lado se encontraba frío y vacío. En la ropa de coma y en la almohada solo quedaba el leve rastro del aroma de su perfume, así que lo aspiré con suavidad, diciéndole por enésima vez a mi corazón que él es más de lo que podía desear.Suspiré derrotada y me levanté de la cama a fuerza. Esos sentimientos que se apoderan de mi pecho cada año que estamos tan cerca y compartimos casi los alientos, volvían a quedar guardados en es
Tener tu piel y tu corazón no ha sido más que un vago sueño que ansío hacer realidad...***No me negué a su caricia, mucho menos a esa mirada que me estaba dedicando y no podía describir por la misma profundidad y confusión que se reflejaba en ella. Su caricia se prolongó por más tiempo y se extendió casi por todo mi rostro, quizás más de lo que debería, pero yo no tenía intención de alejarme y él tampoco se veía que quisiera detenerse.No me negué a su caricia, mucho menos a esa mirada que me estaba dedicando y no podía describir por la misma profundidad y confusión que se reflejaba en ella. Su caricia se prolongó por más tiempo y se extendió casi por todo mi rostro, quizás más de lo que debería, pero yo no tenía intención de alejarme y él tampoco se veía que quisiera detenerse.—Te he extrañado como no tienes idea — confesó, deteniendo sus manos un poco más abajo de mi cuello—. Extraño los días en los que éramos solo tú y yo. ¿Qué fue lo que cambió? ¿Por qué nos distanciamos?—Así
Quiero permanecer preso entre la calidez de tu cuerpo y el dulce néctar de tu alma...***—Mike — mi voz salió tan extraña y diferente, no solo por la vibración de mi cuerpo sino por las lágrimas que amenazaban por salir—, ¿de qué hablas? ¿Por qué me dices todas esas cosas tan de repente?—Tanía mucho miedo de confesar mis sentimientos y ser rechazado por el hecho de que un papel te impuso como parte de mi familia, pero ahora tu beso me ha dado la valentía suficiente que siempre había creído no tener.Sus labios se sienten tan bien. No quería que se detuviera, quería que siguiera besándome y diciéndome todas esas cosas que alteraban a mi corazón y me elevaban más allá del cielo.—Incluso estaba dispuesto a dejarlo todo por ti y pelear por tu amor contra nuestros padres, pero siempre estuviste tan distante de mí cuando más cerca te creía, que entendí que no significaba nada en tu vida.—No pienses que no significas nada para mí — rocé sus labios con los míos, mirándolo fijamente a los
No puedes pedirme que deje de amarte justo ahora que he palpado con la yema de mis dedos un rayo de esperanza...***•JUNE•—¿Y esa sonrisa? — inquirió mi padre, observándome desde el umbral de la puerta.—¿No puedo amanecer contenta?—Claro que sí, mi amor, pero... — sacudió la cabeza, negándose a sí mismo a mencionar el pasado—. Olvídalo. ¿Cómo estuvo la reunión con Price?—Fue de maravilla, llegamos a un buen acuerdo antes de cerrar el trato. Espero que tratar con su hijo sea igual de fácil que con él.—Me siento tan orgulloso de ti. ¿Cuándo planeas reunirte con el hijo de Price?—La primera carga está programada para dentro de tres semanas, supongo que nos reuniremos en ese momento.—Si no puedo viajar contigo, le pediré a Mike que te acompañe.Escuchar su nombre aceleró los latidos de mi corazón e hizo crecer mi sonrisa. El día de hoy el sol iluminó mi corazón de una manera que nunca antes lo había hecho. No he podido dejar de pensar en sus labios, en sus bonitas palabras y en to
Un dulce beso de tu boca es suficiente para que mi corazón quede lleno de dicha y felicidad...***Me sentía muy emocionada y eufórica con tan solo pensar en que tendría una oportunidad con aquel niño delgado y de ojos azules que me cautivó tanto cuando éramos unos jovencitos. Desde luego que ahora no era nada delgado y pálido; todo lo contrario, sus brazos y su pecho están llenos de fibra y son perfectos para descansar mi cabeza en ellos. He sido fiel testigo de las horas que pasó en el gimnasio para estar hoy en día de esa manera.Todo el día estuve dando vueltas a nuestra situación, tratando de encontrar una respuesta a todas las preguntas que me hacía, pero Joyce me dejó en claro que la vida es una y no hay que desaprovecharla ni un solo segundo.No estaba segura si vendría a mi apartamento, de igual manera, decidí hornear varios panecillos por si llegaba a aparecer de sorpresa. Con Mike nunca se sabe lo que pueda llegar a pasar. Me encontraba perdida en la decoración del panecill
Tu boca... Tus ojos... Tu piel...Es caótico lo que tu sola presencia provoca en mi ser.***—¿Empezaste a comer sin mí, pequeña? — entró a la habitación y dejé su teléfono sobre la mesita—. ¿Y esa cara? ¿Pasó algo?—No lo creo — pensaba quedarme callada, pero entre nosotros nunca han habido secretos o mentiras—. Pensé que te estaba entrando una llamada, pero solo se trataba de un mensaje de Cloe.—Mmmm — borró la sonrisa tan pronto la nombré a ella—. ¿Qué escribió?—Que todo parece una falsa alarma y que te desea mucha felicidad con June. ¿Le dijiste que era yo la mujer por la que la dejabas a ella? ¿En qué estabas pensando al decirle de esto que apenas está empezando entre los dos, Mike? ¿Estás loco?—Mierda, qué alivio — evadió mis preguntas, soltando una risita nerviosa—. Tenía miedo.—¿De qué? — pregunté sin comprender absolutamente nada.—En la mañana me dijo que probablemente estaba embarazada, pero quedo tranquilo al saber que solo se trató de un susto y nada más. Era imposibl
Verte sufrir es la más grande tortura para mi alma... •MIKE•Nunca se había cruzado por mi mente que podría llegar a confesar mi amor por June, esa niña hermosa de ojos transparentes y tiernos que me enamoraron desde el primer día en que la tuve frente a mí. Aún recuerdo la curiosidad con la que sus ojos grandes y verdes me miraban, esa tímida sonrisa que me dejó ver cuando nos dijeron que seríamos familia. Ella se mostró ante mí como el más bello y puro ángel, libre de maldad, libre de malos sentimientos. Me enseñó con el pasar de los años que había mayor sufrimiento que el abandono.En las últimas semanas que hemos estado compartiendo espacio y tiempo, la he notado más tensa y nerviosa que de costumbre. Pensé que esa actitud se había quedado en el pasado, pero tal parece que mi presencia en su espacio le afecta más de lo que ella misma está dispuesta a admitir.Trato de darle espacio, de estar para ella cada que esas pesadillas la atormentan, pero no deja de ser muy doloroso. Mi co
Y mi alma se estremece con el toque de tu amor...***•JUNE•Los últimos días me he sentido muy cansada, con la mente en otro lugar menos en la idea que me tenía tan ilusionada. Mike hace hasta lo indecible para que mis pensamientos no se desvíen a esas pesadillas que tanto me carcomen el alma y el corazón, pero me está resultando casi un reto apartarme de ellas. Ese hombre, esa mujer... aún no entiendo por qué siguen en mi mente y no me dejan vivir en paz.Me senté en mi silla y me tomé de un solo golpe la pastilla para el dolor de cabeza, siento que me va a explotar en cualquier momento. Escucho la puerta de mi oficina abrirse y me acomodo al ver entrar a Joyce. Su mirada y su sonrisa me lo dicen todo, por lo que vuelvo a cerrar los ojos esperando su sermón.—¿Qué te sucede?—Tengo dolor de cabeza.—¿Por qué razón?—No lo sé. He pasado noches enteras sin dormir bien.—¿No me digas que...? El sexo es bueno y hasta rejuvenece, pero en exceso es malo.—¿Quién dijo que se trataba de sex