No puedes pedirme que deje de amarte justo ahora que he palpado con la yema de mis dedos un rayo de esperanza...
***
•JUNE•
—¿Y esa sonrisa? — inquirió mi padre, observándome desde el umbral de la puerta.
—¿No puedo amanecer contenta?
—Claro que sí, mi amor, pero... — sacudió la cabeza, negándose a sí mismo a mencionar el pasado—. Olvídalo. ¿Cómo estuvo la reunión con Price?
—Fue de maravilla, llegamos a un buen acuerdo antes de cerrar el trato. Espero que tratar con su hijo sea igual de fácil que con él.
—Me siento tan orgulloso de ti. ¿Cuándo planeas reunirte con el hijo de Price?
—La primera carga está programada para dentro de tres semanas, supongo que nos reuniremos en ese momento.
—Si no puedo viajar contigo, le pediré a Mike que te acompañe.
Escuchar su nombre aceleró los latidos de mi corazón e hizo crecer mi sonrisa. El día de hoy el sol iluminó mi corazón de una manera que nunca antes lo había hecho. No he podido dejar de pensar en sus labios, en sus bonitas palabras y en todo lo que nos espera de ahora en adelante. Sin embargo, temo mucho a la reacción de mi padre, después de todo y como Mike lo ha dicho, un papel nos impuso como familia, aunque no lo seamos verdaderamente. Además de que estaba de por medio su compromiso con Cloe.
—Me parece perfecto.
—Tu madre te extraña mucho y yo también lo hago.
—Papá, saben que es lo mejor para mí. No puedo seguir viviendo en una casa donde me sentía como en una prisionera. Además de que necesito hacer una vida fuera de esta.
—Siempre te vamos a apoyar y lo sabes, ¿no es así?
—Lo sé.
Me acerqué a mi padre y lo abracé con todas mis fuerzas. Él no tardó en rodear mi cuerpo con sus brazos y acariciar mi cabello como siempre lo había hecho. Aunque él no es mi verdadero papá, lo amo como si me hubiera dado la vida. Vagos recuerdos de mi niñez llegaron a mi mente, haciéndome sentir muy feliz al tener unos padres que, sin importar nada, siempre me han dado amor y protección incluso por encima de ellos mismos y del mundo.
—Nos vamos a vivir a la isla. Tu madre tampoco quiere seguir viviendo en esa casa.
—Es lo mejor para todos, papá.
—Te amo, mi pequeña princesa — me engulló aún más fuerte entre sus brazos, dejando un suave y amoroso beso sobre mi cabeza.
—Yo te amo mucho más, pero ahora debemos ponernos a trabajar, Sr. Blaze.
—Sí, Srta. Blaze.
El día fue muy productivo. Estaba emocionada y muy alegre, por lo que todos en el puerto la notaron con suma rapidez. Incluso Joyce, mi amiga y asistente, no perdió oportunidad para saber lo que me ocurría.
—¿Me vas a contar la razón detrás de tu felicidad? — preguntó, dejando las carpetas que traía consigo sobre mi escritorio—. Tu mirada se ve muy diferente hoy.
—¿Debe tener alguna razón para mostrar una sonrisa?
—Disculpa que te diga, pero ustedes no son de sonreír por cualquier cosa. El Sr. Blaze sonríe cuando esta la Sra. Sofía o sus hijos. Kilian, tu hermano, en los años que llevo trabajando para ti jamás lo he visto mostrar, aunque sea un atisbo de sonrisa. Las gemelas son cuestión aparte ya que son jovenes. Y tú tampoco eres mujer de reír con nosotros tus inferiores.
—Nos estás pintando como una familia poco agradable — reí, cubriendo parte de mi rostro.
—Lo son, pero solo con los suyos y es entendible.
—¡Joyce, por favor! — me acomodé en mi silla—. Hoy el sol me iluminó y estoy feliz por eso. ¿Mi respuesta es suficiente para saciar tu curiosidad?
—No, no es suficiente — me miró con ojos grandes y brillantes—. ¿Es un hombre? ¿Conociste a alguien? ¿Salieron? ¿Tuviste buen sexo anoche y por eso estás de buen humor?
—Detente, no es nada de eso.
—¿Entonces? Vamos, June, somos amigas y estoy en el derecho de saber la razón de tu felicidad.
—Solo te diré que es alguien muy importante en mi vida.
—¿El Sr. Mike?
La miré sorprendida y sin saber muy bien qué responder. ¿Cómo sabe ella que se trata de Mike?
—Di justo en el clavo, ¿no es así? — sonrió ladeado y desvié la mirada—. Nunca lo mencioné porque me dije que lo pensaba de más, pero siempre que lo miras, es como si solo existiera él y nadie más en tu mundo.
—¿T-tan evidente soy? — sentí las mejillas calientes—. ¿De verdad?
—¿Te gusta el Sr. Mike? Sabes que nunca podría juzgarte. Somos amigas y quiero que seas feliz, ya que nunca te he visto salir de estas cuatro paredes. Además de que no me gusta ver tu sufrimiento, porque sé que sufres por alguna razón que desconozco.
—Me enamoré de él desde que tengo quince años, Joyce. Al principio creí que estaba confundida, ya sabes, una ilsuion adolescente y pasajera, pero con los años, el sentimiento se hizo más grande y fuerte en mi pecho. Me di cuenta que estaba perdida, no pude dejarlo ir por más que me ripitiera que no estaba bien. Fui feliz y desdichada en ese momento en el que me dijo que se casaría; le deseé lo mejor, aunque por dentro mi corazón sufría mucho. Tengo treinta años, no conzco otro amor que no sea el que mi familia me ha brindado. Y creí que tendría suficiente con ese amor, pero no es así. Cada año sufro porque me siento cada segundo más sola en medio de este mundo, sin alguien que me dé un beso o me mire como mi papá mira a mamá; y todo es por mis miedos — confesé por primera vez.
—Amar no es malo ni mucho menos fácil, June. ¿Qué te detiene? ¿Por que no intentas abrir tu corazón y contemplar posibilidades? Alla afuera hay un sinfín de hombres que darían la vida por conquistar una hermosa mujer como tú.
—Tengo miedo de que me hagan daño — no ahondé más allá de lo necesario, después de todo, no me gusta sentir la lastima de nadie.
—El amor es tan bello como doloroso. Algunas veces serás la mujer más feliz del mundo, siendo amada por el que crees el amor de tu vida, y otras querrás no sentir ningún tipo de sentimiento por dentro. Pero el mundo se mueve por el amor, June. Te vas a decepcionar, vas a lamentar haber conocido a tal persona, pero el corazón pertenece a donde es feliz sin importar nada, y nadie lo puede cambiar.
—Somos familia, ese hecho lo complica más.
—¿Estás segura que lo que sientes por él es amor?
Su pregunta me rondó en la cabeza por largos segundos. ¿Estaba segura que, lo que sentía por Mike, era amor de verdad? ¿Como estaría segura de ello si nunca me tomé el tiempo de conocer los diferentes amores de una persona? En mi mundo siempre ha sido mis temores y su indispensable compañía.
—No lo sé — suspiré—. Mike siempre está conmigo, dándome todo lo que siempre he negado a los demás. Cuando me abraza, el mundo que parece estar hecho de oscuridad, se aclara y todo parece mejor. Su cercanía me altera. su sonrisa me enreda en una especie de ensoñación, su mirada es un mar profundo en el cual me gusta perderme, y sus labios — cerré los ojos, recordando sus exquisitos besos—. Te va a sonar extraño y puede que te burles de mí, pero Mike fue mi primer beso hoy en la mañana.
—No me mientas, June. Eres una mujer muy bonita como para que me digas que justo esta mañana diste tu primer beso.
—Fue así — bajé la cabeza tímidamente—. No podría siquiera acercarme a otro hombre que no sea uno de mi familia.
—¿Me estás hablando en serio?
—Sí — mi corazón se agitó de repente—, pero no quiero hablar de eso.
—Entiendo. Esto es extraño, pero no imposible. ¿Mike sabe de tu amor por él?
—Supongo que aún lo tenemos que hablar, solo nos dimos un beso y él me confesó su amor.
—Oh, por el amor a Dios. ¿Se confesó?
—No sé qué debo hacer, Joyce.
—¿Qué tanto lo amas?
—No podría decirte cuánto lo amo, porque ni yo mismo lo sé.
—¿Estás dispuesta a todo por él?
—Sí.
—Lucha entonces sin importar que todos caigan sobre ustedes. Ama a ese hombre con las fuerzas que dicten tu corazón, porque en esta vida solo tenemos una sola oportunidad para pelear por lo que tanto se desea en el alma, y por lo que veo, has desperdiciado tu propia felicidad — aconsejó, sonriendo ladeado—. Ni los lazos de sangre son verdaderamente importantes cuando el amor es puro y sincero como el tuyo.
Sin embargo, Mike y yo no teníamos ningún lazo de sangre, solo nos unía un mismo apellido. ¿Por qué no amarlo? ¿Por qué sentir miedo si a fin de cuentas siempre ha sido el mismo Mike? ¿Por qué no luchar por un nosotros? ¿Por qué no ser feliz junto al amor de toda mi vida?
Un dulce beso de tu boca es suficiente para que mi corazón quede lleno de dicha y felicidad...***Me sentía muy emocionada y eufórica con tan solo pensar en que tendría una oportunidad con aquel niño delgado y de ojos azules que me cautivó tanto cuando éramos unos jovencitos. Desde luego que ahora no era nada delgado y pálido; todo lo contrario, sus brazos y su pecho están llenos de fibra y son perfectos para descansar mi cabeza en ellos. He sido fiel testigo de las horas que pasó en el gimnasio para estar hoy en día de esa manera.Todo el día estuve dando vueltas a nuestra situación, tratando de encontrar una respuesta a todas las preguntas que me hacía, pero Joyce me dejó en claro que la vida es una y no hay que desaprovecharla ni un solo segundo.No estaba segura si vendría a mi apartamento, de igual manera, decidí hornear varios panecillos por si llegaba a aparecer de sorpresa. Con Mike nunca se sabe lo que pueda llegar a pasar. Me encontraba perdida en la decoración del panecill
Tu boca... Tus ojos... Tu piel...Es caótico lo que tu sola presencia provoca en mi ser.***—¿Empezaste a comer sin mí, pequeña? — entró a la habitación y dejé su teléfono sobre la mesita—. ¿Y esa cara? ¿Pasó algo?—No lo creo — pensaba quedarme callada, pero entre nosotros nunca han habido secretos o mentiras—. Pensé que te estaba entrando una llamada, pero solo se trataba de un mensaje de Cloe.—Mmmm — borró la sonrisa tan pronto la nombré a ella—. ¿Qué escribió?—Que todo parece una falsa alarma y que te desea mucha felicidad con June. ¿Le dijiste que era yo la mujer por la que la dejabas a ella? ¿En qué estabas pensando al decirle de esto que apenas está empezando entre los dos, Mike? ¿Estás loco?—Mierda, qué alivio — evadió mis preguntas, soltando una risita nerviosa—. Tenía miedo.—¿De qué? — pregunté sin comprender absolutamente nada.—En la mañana me dijo que probablemente estaba embarazada, pero quedo tranquilo al saber que solo se trató de un susto y nada más. Era imposibl
Verte sufrir es la más grande tortura para mi alma... •MIKE•Nunca se había cruzado por mi mente que podría llegar a confesar mi amor por June, esa niña hermosa de ojos transparentes y tiernos que me enamoraron desde el primer día en que la tuve frente a mí. Aún recuerdo la curiosidad con la que sus ojos grandes y verdes me miraban, esa tímida sonrisa que me dejó ver cuando nos dijeron que seríamos familia. Ella se mostró ante mí como el más bello y puro ángel, libre de maldad, libre de malos sentimientos. Me enseñó con el pasar de los años que había mayor sufrimiento que el abandono.En las últimas semanas que hemos estado compartiendo espacio y tiempo, la he notado más tensa y nerviosa que de costumbre. Pensé que esa actitud se había quedado en el pasado, pero tal parece que mi presencia en su espacio le afecta más de lo que ella misma está dispuesta a admitir.Trato de darle espacio, de estar para ella cada que esas pesadillas la atormentan, pero no deja de ser muy doloroso. Mi co
Y mi alma se estremece con el toque de tu amor...***•JUNE•Los últimos días me he sentido muy cansada, con la mente en otro lugar menos en la idea que me tenía tan ilusionada. Mike hace hasta lo indecible para que mis pensamientos no se desvíen a esas pesadillas que tanto me carcomen el alma y el corazón, pero me está resultando casi un reto apartarme de ellas. Ese hombre, esa mujer... aún no entiendo por qué siguen en mi mente y no me dejan vivir en paz.Me senté en mi silla y me tomé de un solo golpe la pastilla para el dolor de cabeza, siento que me va a explotar en cualquier momento. Escucho la puerta de mi oficina abrirse y me acomodo al ver entrar a Joyce. Su mirada y su sonrisa me lo dicen todo, por lo que vuelvo a cerrar los ojos esperando su sermón.—¿Qué te sucede?—Tengo dolor de cabeza.—¿Por qué razón?—No lo sé. He pasado noches enteras sin dormir bien.—¿No me digas que...? El sexo es bueno y hasta rejuvenece, pero en exceso es malo.—¿Quién dijo que se trataba de sex
—Ya llegamos, pequeña glotona — escuché su voz en mi oído y traté de enderezar mi cuerpo, pero sus brazos me sostenían firmemente en ellos—. ¿Descansaste?—¿P-por qué no me despertaste? — ni siquiera recuerdo en qué momento me quedé dormida—. Bájame, puedo caminar por sí sola.—Si vieras lo linda que te ves en mis brazos, dejarías que te cargara hasta nuestra habitación — su comentario me sonrojó al instante—, pero te haré caso porque soy un chico obediente.Me dejó en el suelo y me abrazó desde atrás. En la oscuridad de la tela no sabía en qué lugar nos encontrábamos y la brisa fresca no me dio una idea tampoco. No sabía por cuánto tiempo habíamos viajado, porque en algún punto del viaje, volví a caer en un sueño profundo. Mi cuerpo necesitaba descansar y con esos dos sueños que me di el día de hoy, me ha quedado muy claro que mi frustración era en base de no poder dormir correctamente.—¿Lista para mi sorpresa? — susurró en mi oído, cubriendo mi cuerpo con sus brazo.—Estoy lista, ¿
Me juré olvidarte y nunca más amarte, pero contradecir al corazón y convencerlo de ello, es lo más difícil que he intentado hacer en mi vida...***Después de despejar mi mente y relajarme con una larga ducha en el jacuzzi, salí junto a Mike. No era justo para él que lo dejara solo luego de que me trajera a estas vacaciones para pasar tiempo juntos. Además de que no podía seguir actuando de la misma manera. Por mucho tiempo he sido una mujer alejada de todo a su alrededor, poco tolerante con las personas y alguien que difícilmente puede socializar, pero con Mike todo ha sido siempre muy sencillo.Él se me acerca y su olor no me molesta. Me abraza y sus brazos se sienten realmente cómodos y cálidos. Su voz en lugar de causarme pánico, me despierta del letargo en el que me mantengo por culpa de los monstruos de mis sueños. Su dulce mirada me pone a temblar y no se trata de un temblor de miedo, sino de un liguero escalofrío que me recorre la piel cada que me mira y el mundo se detiene a
Un beso que nos lleve a descubrir en la boca del otro lo que con palabras no te he podido nunca decir...***Desperté al sentirme sola y en movimiento, por lo que no tardé en darme cuenta que Mike se encontraba dirigiendo el yate a algún lugar que no sabía y tampoco me había dicho la noche anterior. Me levanté de la cama, tomé una ducha rápida y salí con él una vez estuve lista. Con un día tan caluroso, entre menos ropa traiga encima, mucho mejor. Opté por ponerme un pantalón corto y una blusa de tirantes. Dejé mi cabello atado en una coleta a lo alto de mi cabeza y preferí no usar ni una pizca de maquillaje, al igual, nunca había sido amante de usar tantos productos que pueden arruinar la piel.—Buenos días — me miró de reojo y sonrió—. Qué hermosa estás.—Buenos días, adulador — me acerqué a él y deposité un beso en su mejilla—. ¿A dónde vamos?—Es otra pequeña sorpresa.—No sabía que eras un hombre de dar tantas sorpresas, así, cualquiera se enamoraría de ti.—No quiero a cualquier
Amarte no está bien visto, más mi corazón te eligió a ti y ya no puedo sacarte de ese lugar en el que tanto te adentraste sin permiso...***Llegamos a una pequeña y solitaria isla en medio de la nada, pero incluso desde el muelle podía apreciarse una casa hermosa desde allí. ¿Así que la sorpresa era traerme a un lugar donde pudiera desconectarme de todo? ¿Por qué me sorprende, si de sobra he sabido que él siempre piensa en todo?—Así que esta era tu otra sorpresa, ¿eh? — miré a distancia la casa y sonreí—. ¿Qué otra sorpresa tendrás bajo la manga, Sr. Blaze?—Creo que ninguna otra, Srta. Blaze — entrelazó nuestras manos y caminamos juntos por el puente de madera—. ¿Te gusta?—Me gusta todo esto. La tranquilidad es increíble. Me recuerda tanto la casa de mis padres.—Bueno, aquí no tendremos que escuchar a nadie más que el mar y a nosotros mismos. ¿Quieres echar un vistazo a la casa o te gustaría caminar un poco?—Caminemos un poco.Nos quitamos los zapatos, los dejamos en el borde de