Quiero permanecer preso entre la calidez de tu cuerpo y el dulce néctar de tu alma...
***
—Mike — mi voz salió tan extraña y diferente, no solo por la vibración de mi cuerpo sino por las lágrimas que amenazaban por salir—, ¿de qué hablas? ¿Por qué me dices todas esas cosas tan de repente?
—Tanía mucho miedo de confesar mis sentimientos y ser rechazado por el hecho de que un papel te impuso como parte de mi familia, pero ahora tu beso me ha dado la valentía suficiente que siempre había creído no tener.
Sus labios se sienten tan bien. No quería que se detuviera, quería que siguiera besándome y diciéndome todas esas cosas que alteraban a mi corazón y me elevaban más allá del cielo.
—Incluso estaba dispuesto a dejarlo todo por ti y pelear por tu amor contra nuestros padres, pero siempre estuviste tan distante de mí cuando más cerca te creía, que entendí que no significaba nada en tu vida.
—No pienses que no significas nada para mí — rocé sus labios con los míos, mirándolo fijamente a los ojos—. Siempre serás tú el único en mi vida, Mike.
—Eso era todo lo que necesitaba escuchar, mi amor — enredó su mano en mi pelo y profundizó un beso que me arrancó hasta el último aliento del alma.
El beso escaló muy rápido, cuando menos lo esperé, ya me tenía presa entre sus brazos y presionada contra una de las columnas de la sala de estar mientras sus besos se volvían más intensos y profundos. Desde que cambié la forma de verlo, siempre había deseado probar sus labios y conocer lo que sentiría, pero esto no se puede comparar ni un poco a todo lo que una vez llegué a imaginar. Sus labios son demasiado suaves y cálidos, además de que sabe cómo moverlos sobre los míos y hacerme alucinar con un solo roce.
—Te amo, June Blaze — se separó de mi boca y lo miré fascinada—. Liberar este secreto se siente jodidamente bien.
Reí, recostando mi cabeza sobre su pecho. Tiene toda la razón, soltar eso que tanto teníamos entre pecho y espalda se siente muy bien. Es como si un gran peso se hubiera caído de nuestros hombros.
—¿Y ahora qué va a pasar entre los dos? ¿Qué vas a decirle a Cloe?
—Si me permites, voy a amarte por lo que me reste de vida. Por otro lado, Cloe merece conocer el verdadero amor y no vivir en una mentira con alguien que nunca podría llegar a amarla como tanto lo merece.
—Va a sufrir por mi culpa.
—No es tu culpa, mi amor, no pienses eso — acarició mi cabello—. El único culpable soy yo por abrirle una esperanza que sabía que no era sincera, aún así, ella decidió quedarse a mi lado sabiendo que amaba a otra mujer.
—¿Ella sabe que amas a otra?
—Lo sabe, pero nunca le dije que se trata de ti.
—Va a odiarme — suspiré—. Todos nos van a odiar.
—No me importa si nadie acepta lo nuestro, lo importante es que estaremos juntos y nos amaremos cada día de nuestra vida.
No quería separarme de sus brazos y de su pecho, pero debía irme a la dichosa reunión en el puerto.
—Debo trabajar.
—Yo igual — besó mi frente—. Además de que debo hablar con Cloe lo antes posible.
—¿Le dirás hoy?
—Romperé el compromiso hoy mismo.
No pude evitar sentirme mal por ella. Desde que anunciaron su compromiso se veía tan emocionada e ilusionada. Me siento tan culpable de su sufrimiento, y no era para menos, pues el hombre con el que idealizó un mundo entero, va a romper sus ilusiones para estar con otra mujer.
—Mañana vendré por ti — dio aviso, tomando mi mentón con su mano y elevando mi cara hacia arriba—. Cancela todos tus pendientes de mañana y pon en tu agenda que ya está copada por Mike Blaze, ¿entendido?
—Entendido, Sr. Blaze — sonreí ladeado.
—Nunca más nos vamos a separar. De ahora en adelante seremos tú y yo en una nueva etapa — dejó un suave beso en mis labios y me abrazó como nunca.
Después de un par de besos más, cada uno partió a sus empresas. No sé si algún día me había sentido como hoy, tan llena de alegría, de vida y de sueños que parecían al fin tener forma. Nadie podía arrancar la sonrisa que traía en los labios.
•MIKE•
Llegué a mi apartamento y, como lo había presupuesto, Cloe se encontraba sentada en el sofá individual aún con su pijama puesto.
—Al fin llegas — murmuró sin voltear a mirarme.
—Estaba con June. Sabes bien que ella me necesita en este tiempo.
—Lo sé... pero nunca habías pasado la noche con ella.
—Fue diferente. Con la cena de imprevisto que surgió con tus padres llegué tarde.
—Lo siento — sus palabras no sonaron como una disculpa—. Debí haber pospuesto la cena para otro día, pero ya conoces como es mi madre.
—Ya no importa.
Ahora que la veía con claridad, lo único que me atrajo de ella fue su gran parecido con June. Sus ojos son del mismo color y su cabello es un poco más oscuro que el de mi pequeña, incluso su cuerpo es casi similar. Pero entre más pensaba en un sentimiento por ella, no me llegaba nada. La quería, pero no era lo suficiente para amarla con total locura.
—Tenemos que hablar.
Ambos hablamos al mismo tiempo, después del largo e incómodo silencio que se había formado entre los dos.
—¿Qué tienes que decirme? — inquirió, llevando sus piernas hasta su pecho y abrazándolas con sus brazos—. Te escucho.
—No puedo casarme, Cloe. No podemos ser infelices por el resto de nuestra vida.
—Prometiste intentarlo.
—Perdóname, pero no puedo amarte como lo esperas. Día a día he tratado de hacerlo, pero no puedo.
—Es por ella, ¿verdad? Por esa mujer que amas y nunca has olvidado, ¿no es así? — su voz se quebró, haciéndome sentir miserable y poco hombre—. Te di cinco años de mi vida, Mike.
—Si pudiera devolver el tiempo, créeme que sería más honesto conmigo mismo y contigo.
—Tengo un retraso y no sé si es posible que esté embarazada.
—¿Qué?
Era imposible que lo estuviera, siempre me protegí y ella también lo hacía. ¿Cómo es posible que haya quedado embarazada?
—La doctora dijo que los métodos anticonceptivos no eran del todo fiables. Debo hacerme los análisis de sangre en la tarde.
—Es imposible que lo estés.
Desajusté el cuello de mi camisa con más fuerza de lo que había querido, rompiendo varios botones de ella. El aire escaseaba en mis pulmones y necesitaba un poco de aliento para pensar y poder decir una sola palabra.
Esto debe ser una jodida broma del destino. Nunca hablamos de bebés porque para mí un hijo con una mujer que no amaba no era mi principal sueño. Aún así, tampoco sería tan hijo de puta de dejar a mi hijo solo si llegara al caso de estar embarazada. Jamás haría lo que me hicieron a mí de pequeño. Jamás podría abandonar a un ser inocente.
—Si quieres irte con ella, no te voy a detener. Quiero tu felicidad y comprendo que nunca lo serás a mi lado. Un hijo de por medio no va a cambiar tu decisión, así que... deseo que seas muy feliz con ella.
—Nunca los voy a dejar solos si es que estás embarazada, ten eso por seguro.
—No me hagas más daño y vete, Mike — miró por la ventana, tensando todo el cuerpo.
—Cloe...
—¡Vete! — rompió y llanto, y como mínimo decidí abrazarla—. Sabía que este día llegaría y, aún así, decidí seguir a tu lado con la esperanza de ganarme tu corazón.
—Nunca quise hacerte daño — no sabía qué más decir, las palabras se habían atorado en mi garganta.
—Lo sé, la única que se hizo daño a sí misma fui yo. Tú fuiste sincero conmigo y me contaste de tu verdadero amor desde el principio, pero creí que en cinco años había logrado algo — se limpió las lágrimas con el dorso de su mano y me miró a los ojos—. ¿Ahora sí puedo saber quién es ella?
—Lo sabrás pronto — dejé un beso en su frente—. Gracias por todo lo que me brindaste sinceramente. Te quiero mucho y siempre voy a estar para ti en cualquier momento. Hazme saber el resultado del análisis de sangre, ¿sí?
—Lo haré — acarició mi mejilla y se inclinó para besarme mis labios—. Sé feliz con tu chica, los dos merecen al fin vivir ese amor que siempre se han tenido, sobre todo ella, que parece lejana al mundo y a la vida misma.
—¿Sabes de quién se trata?
—Siempre se ha tratado de ella, ¿no? — sonrió—. Tus ojos no engañan a nadie, y siempre la ves como nunca podrás mirarme a mí. Te deseo lo mejor con tu amor, Mike.
No puedes pedirme que deje de amarte justo ahora que he palpado con la yema de mis dedos un rayo de esperanza...***•JUNE•—¿Y esa sonrisa? — inquirió mi padre, observándome desde el umbral de la puerta.—¿No puedo amanecer contenta?—Claro que sí, mi amor, pero... — sacudió la cabeza, negándose a sí mismo a mencionar el pasado—. Olvídalo. ¿Cómo estuvo la reunión con Price?—Fue de maravilla, llegamos a un buen acuerdo antes de cerrar el trato. Espero que tratar con su hijo sea igual de fácil que con él.—Me siento tan orgulloso de ti. ¿Cuándo planeas reunirte con el hijo de Price?—La primera carga está programada para dentro de tres semanas, supongo que nos reuniremos en ese momento.—Si no puedo viajar contigo, le pediré a Mike que te acompañe.Escuchar su nombre aceleró los latidos de mi corazón e hizo crecer mi sonrisa. El día de hoy el sol iluminó mi corazón de una manera que nunca antes lo había hecho. No he podido dejar de pensar en sus labios, en sus bonitas palabras y en to
Un dulce beso de tu boca es suficiente para que mi corazón quede lleno de dicha y felicidad...***Me sentía muy emocionada y eufórica con tan solo pensar en que tendría una oportunidad con aquel niño delgado y de ojos azules que me cautivó tanto cuando éramos unos jovencitos. Desde luego que ahora no era nada delgado y pálido; todo lo contrario, sus brazos y su pecho están llenos de fibra y son perfectos para descansar mi cabeza en ellos. He sido fiel testigo de las horas que pasó en el gimnasio para estar hoy en día de esa manera.Todo el día estuve dando vueltas a nuestra situación, tratando de encontrar una respuesta a todas las preguntas que me hacía, pero Joyce me dejó en claro que la vida es una y no hay que desaprovecharla ni un solo segundo.No estaba segura si vendría a mi apartamento, de igual manera, decidí hornear varios panecillos por si llegaba a aparecer de sorpresa. Con Mike nunca se sabe lo que pueda llegar a pasar. Me encontraba perdida en la decoración del panecill
Tu boca... Tus ojos... Tu piel...Es caótico lo que tu sola presencia provoca en mi ser.***—¿Empezaste a comer sin mí, pequeña? — entró a la habitación y dejé su teléfono sobre la mesita—. ¿Y esa cara? ¿Pasó algo?—No lo creo — pensaba quedarme callada, pero entre nosotros nunca han habido secretos o mentiras—. Pensé que te estaba entrando una llamada, pero solo se trataba de un mensaje de Cloe.—Mmmm — borró la sonrisa tan pronto la nombré a ella—. ¿Qué escribió?—Que todo parece una falsa alarma y que te desea mucha felicidad con June. ¿Le dijiste que era yo la mujer por la que la dejabas a ella? ¿En qué estabas pensando al decirle de esto que apenas está empezando entre los dos, Mike? ¿Estás loco?—Mierda, qué alivio — evadió mis preguntas, soltando una risita nerviosa—. Tenía miedo.—¿De qué? — pregunté sin comprender absolutamente nada.—En la mañana me dijo que probablemente estaba embarazada, pero quedo tranquilo al saber que solo se trató de un susto y nada más. Era imposibl
Verte sufrir es la más grande tortura para mi alma... •MIKE•Nunca se había cruzado por mi mente que podría llegar a confesar mi amor por June, esa niña hermosa de ojos transparentes y tiernos que me enamoraron desde el primer día en que la tuve frente a mí. Aún recuerdo la curiosidad con la que sus ojos grandes y verdes me miraban, esa tímida sonrisa que me dejó ver cuando nos dijeron que seríamos familia. Ella se mostró ante mí como el más bello y puro ángel, libre de maldad, libre de malos sentimientos. Me enseñó con el pasar de los años que había mayor sufrimiento que el abandono.En las últimas semanas que hemos estado compartiendo espacio y tiempo, la he notado más tensa y nerviosa que de costumbre. Pensé que esa actitud se había quedado en el pasado, pero tal parece que mi presencia en su espacio le afecta más de lo que ella misma está dispuesta a admitir.Trato de darle espacio, de estar para ella cada que esas pesadillas la atormentan, pero no deja de ser muy doloroso. Mi co
Y mi alma se estremece con el toque de tu amor...***•JUNE•Los últimos días me he sentido muy cansada, con la mente en otro lugar menos en la idea que me tenía tan ilusionada. Mike hace hasta lo indecible para que mis pensamientos no se desvíen a esas pesadillas que tanto me carcomen el alma y el corazón, pero me está resultando casi un reto apartarme de ellas. Ese hombre, esa mujer... aún no entiendo por qué siguen en mi mente y no me dejan vivir en paz.Me senté en mi silla y me tomé de un solo golpe la pastilla para el dolor de cabeza, siento que me va a explotar en cualquier momento. Escucho la puerta de mi oficina abrirse y me acomodo al ver entrar a Joyce. Su mirada y su sonrisa me lo dicen todo, por lo que vuelvo a cerrar los ojos esperando su sermón.—¿Qué te sucede?—Tengo dolor de cabeza.—¿Por qué razón?—No lo sé. He pasado noches enteras sin dormir bien.—¿No me digas que...? El sexo es bueno y hasta rejuvenece, pero en exceso es malo.—¿Quién dijo que se trataba de sex
—Ya llegamos, pequeña glotona — escuché su voz en mi oído y traté de enderezar mi cuerpo, pero sus brazos me sostenían firmemente en ellos—. ¿Descansaste?—¿P-por qué no me despertaste? — ni siquiera recuerdo en qué momento me quedé dormida—. Bájame, puedo caminar por sí sola.—Si vieras lo linda que te ves en mis brazos, dejarías que te cargara hasta nuestra habitación — su comentario me sonrojó al instante—, pero te haré caso porque soy un chico obediente.Me dejó en el suelo y me abrazó desde atrás. En la oscuridad de la tela no sabía en qué lugar nos encontrábamos y la brisa fresca no me dio una idea tampoco. No sabía por cuánto tiempo habíamos viajado, porque en algún punto del viaje, volví a caer en un sueño profundo. Mi cuerpo necesitaba descansar y con esos dos sueños que me di el día de hoy, me ha quedado muy claro que mi frustración era en base de no poder dormir correctamente.—¿Lista para mi sorpresa? — susurró en mi oído, cubriendo mi cuerpo con sus brazo.—Estoy lista, ¿
Me juré olvidarte y nunca más amarte, pero contradecir al corazón y convencerlo de ello, es lo más difícil que he intentado hacer en mi vida...***Después de despejar mi mente y relajarme con una larga ducha en el jacuzzi, salí junto a Mike. No era justo para él que lo dejara solo luego de que me trajera a estas vacaciones para pasar tiempo juntos. Además de que no podía seguir actuando de la misma manera. Por mucho tiempo he sido una mujer alejada de todo a su alrededor, poco tolerante con las personas y alguien que difícilmente puede socializar, pero con Mike todo ha sido siempre muy sencillo.Él se me acerca y su olor no me molesta. Me abraza y sus brazos se sienten realmente cómodos y cálidos. Su voz en lugar de causarme pánico, me despierta del letargo en el que me mantengo por culpa de los monstruos de mis sueños. Su dulce mirada me pone a temblar y no se trata de un temblor de miedo, sino de un liguero escalofrío que me recorre la piel cada que me mira y el mundo se detiene a
Un beso que nos lleve a descubrir en la boca del otro lo que con palabras no te he podido nunca decir...***Desperté al sentirme sola y en movimiento, por lo que no tardé en darme cuenta que Mike se encontraba dirigiendo el yate a algún lugar que no sabía y tampoco me había dicho la noche anterior. Me levanté de la cama, tomé una ducha rápida y salí con él una vez estuve lista. Con un día tan caluroso, entre menos ropa traiga encima, mucho mejor. Opté por ponerme un pantalón corto y una blusa de tirantes. Dejé mi cabello atado en una coleta a lo alto de mi cabeza y preferí no usar ni una pizca de maquillaje, al igual, nunca había sido amante de usar tantos productos que pueden arruinar la piel.—Buenos días — me miró de reojo y sonrió—. Qué hermosa estás.—Buenos días, adulador — me acerqué a él y deposité un beso en su mejilla—. ¿A dónde vamos?—Es otra pequeña sorpresa.—No sabía que eras un hombre de dar tantas sorpresas, así, cualquiera se enamoraría de ti.—No quiero a cualquier