Te flecharon Aitor...
NARRA ALAN —Creo que es mejor volver a casa y esperar a nuestros padres que lleguen con tu hijo. Ya dijo el médico que le darán de alta hoy —comenta Aitor y yo asentí. Fui hasta donde estaba Susy y por el vidrio vi a su hermano acariciando su rostro. Ya hace una semana que debía haber despertado y por más que el médico diga que es normal. Me duele verla así, quiero ver sus ojitos, no me importa que me vean con desprecio o enojo, con tal de verlos nuevamente abiertos. —Vendré a verte luego, mi muñeca —susurré para mí. Salí con Aitor y miré una tienda de bebé en el camino. —Aitor, estaciónate quiero ir a esa tienda —él hizo lo que le pedí y ambos bajamos todo era tan bonito que quería llevarme todo para él. Aitor estaba cubierto de ropa de bebé. Ya que solo la iba poniendo encima de él. —Disculpe joven, no quiero verme entrometida ni nada, pero es que solo lleva la ropa en talla pequeña, los bebés crecen muy rápido, no creo que logre ponerse tanta ropa —me comenta la señora que estab
NARRA SUSY La oscuridad estaba consumiéndome lentamente y no sé cuánto tiempo llevaba aquí atrapada. Una luz aparece a lo lejos y caminé hacia ella. Siento un aroma a flores y bambú. Escuché a alguien susurrar mi nombre. Me apresuré a caminar hacia ese lugar y llegué hasta un parque con mucho bambú. —Sūshānnà, lái (Susana, ven) —escuché la voz de una persona mayor, llamándome. La claridad en mis ojos es tan fuerte que me deja algo ciega. Una vez que me acoplé a la luz, pude distinguir a una señora mayor la cual no conocía, pero sí podía observar el enorme parecido que tenía con mi madre. Me quedé un poco sorprendida al pensar que se tratara de mi abuela. Me acerqué a ella con un poco de temor, pues no sabía qué hacía en aquel lugar y mucho menos quien era ella. Me senté tímidamente a su lado y ella me ofreció su mano, la tomé y ella me dio un ligero apretón. —Mi pequeña y adorada nieta, es muy triste para mi poder conocerte en esta circunstancia. Yo soy tu abuela Sunmi y estoy aquí
NARRA SUSY —¿Qué dijo el doctor? ¿Se pondrá mejor? —Escucho la voz de mi madre y aunque moría por saludarla, necesito saber qué es lo que sucede conmigo. Necesito saber quién es este chico que no se ha apartado de mi lado y que me hace sentir cosas extrañas cuando se acerca a mí. —Dice que hay que darle tiempo y que puede o no recuperar su memoria. Que debemos ir diciéndole de su actual vida lentamente, por los momentos le he dicho que soy su amigo. No quiero alterarla o que se sienta mal por no acordarse de mí. Tu eres la única que puede saber desde hace cuánto tiempo no se acuerda, en la evaluación, ella recuerda quien es, los recuerda a ustedes, pero a mí no y posiblemente a Khoa tampoco. A través de leves movimientos con su cabeza pudieron identificar eso. Lo mejor en este momento es esperar a saber qué es lo que revelan los últimos exámenes que le realizaron —concluye y no sé porque algo muy dentro de mí me hace sentir que Khoa es alguien importante, pero no se quién es. Por alg
NARRA ALAN No tengo palabras para expresar la emoción que sentí en el momento en que ella me dijo príncipe. Habían pasado semanas desde que despertó y no podía estar ni un solo momento lejos de ella. No quería que se sintiera sola y sabía que el estar en esa cama sin poderse comunicar libremente y mucho menos moverse la haría sentir muy ansiosa. Salí de esa habitación por un momento después de ver que Susy se había quedado dormida. Estaba feliz que me había recordado, pero no sabía si recordaba todo o no. Saqué mi teléfono y llamé a Jia, debía contarle que Susy me había recordado, esas eran buenas noticias, un gran avance hacia su recuperación. —¿De verdad? ¿No me estás mintiendo Alan? —cuestionó ella con emoción. —No Jia, le costó muchísimo decirme príncipe, pero sí lo hizo, en un rato ella ya se podrá ir a casa —le comenté y ella me dice que vendrá en un rato a buscar a Susy y justo cuando estoy por entrar nuevamente a su habitación alguien llama detrás de mí. —Alan, no podemos s
NARRA SUSY —¿No crees que es mejor llamar a un médico? —escuché la voz de mi madre decirle a otra persona. —No Jia. Cálmate, le he llamado a Iván y me ha dicho que los desmayos y dolores de cabeza son muy normales en pacientes como Susy —Esa es la señora Cecilia. —Ce… ciii…li…lia —logré decir cuando abrí los ojos, inevitablemente comencé a llorar. Quería decir tantas cosas y no poder hacerlo en este momento me llenaba de indignación y frustración. Todo lo que he estado pasando en estos días ha sido por culpa de Alan. ¿Cómo se atreve a estar en el hospital como si nada hubiera pasado? —Aquí estoy Susy. ¿Me recuerdas? —me cuestionó y yo asentí en respuesta. Sin dejar de llorar ella tomó mi mano. —Cálmate, todo estará bien. No te preocupes por nada que no sea recuperarte y estar bien para Khoa —me dice y yo trato de poner todo mi esfuerzo para darme a entender. —A.. Alan.. —trate de elaborar otra palabra, pero no salían. —¿Quieres que llame a Alan? —me preguntó y moví mi cabe
NARRA ALAN —Ve con tu “novia” ahora, en la noche ve a la casa y miraremos el teléfono juntos. Yo te avisaré porque vendré en un rato más con tu padre —comenta y yo asentí. Ella se acerca y me da un beso en la mejilla. —No desmayes cariño. No hay mal que dure cien años, sé que será difícil, pero debes darle su espacio. Susy ya me recordó, posiblemente ya su memoria llegó. Le pregunté si había sido accidental su caída y lo único que hizo fue preguntar por su celular, por lo que creo que aquí encontraremos a que se refería. Ella en este momento, está muy herida y lo que vio no mejoró para nada la situación. Entre otras cosas, amamantó a Khoa. Fue un momento muy emotivo para nosotras de ver y ella de hacer. Me duele que te pierdas de eso, pero son las consecuencias de nuestros actos. Necesitamos solucionar lo de esa niña, Rebeca. Le pediré a tu abuela que también vaya. Si hay algo en este teléfono es mejor que lo sepamos todos para así saber qué hacer —me dice mi madre y la acompañé hast
NARRA SUSY—Hija, Alan ha venido y su novia viene con él. ¿Es cierto que pediste verlos a los dos? —me cuestiona mi madre y yo asentí.—Si, ¿Podrías ayudarme con Khoa, por favor? —Contesté. Si, todos se preguntaran porque le pedí a Alan venir con su novia, la verdad es que yo también no deseo que esto me auto destruya en vez de ayudarme. En este tiempo analicé muchas cosas y lo primero es que mi hijo merece y tiene el derecho a un padre. Si deseaba darle eso a mi hijo debía dejar establecidas las medidas y límites. Puede que me esté precipitando al hacerlo de esta manera, pero si ella formaba parte de su vida también debía lidiar con mi hijo y al conocerla me daría la oportunidad de ver y saber, si mi hijo estará en buenas manos. Llegará el momento donde Alan decida llevarlo a algún lugar como el parque y hacer cosas que conmigo por ahora no podrá hacer. No podré estar con él todo el tiempo y lo otro es que al estar ella cerca, Alan no querrá pasarse de los límites conmigo, así como lo
NARRA ALANEstos últimos meses han sido súper estresantes para mí. Tener que aparentar interés en Rebeca, actuar indiferente frente a Susy. Ver a mi hijo solo 3 veces por semana cuando muero de ganas por estar todo el tiempo con él y con Susy. Ella ha avanzado muchísimo en su recuperación, debido a el golpe recibido su lado izquierdo es el lado que más problema le ha dado al momento de volver a recuperar su movimiento. Me siento muy orgulloso de la mujer que es, fui un completo idiota en lastimarla y dejarla sola. Por más que quiero establecer una conversación con ella, es casi imposible. Nuestras madres son las que se ponen de acuerdo con todo. Me mata esta situación, pero también no quiero alterar su recuperación o causarle una crisis que ya no me permita ni acercarme a mi hijo. Sé que tengo muchísimo derecho en poder irme a lo judicial y pedir más tiempo con Khoa, pero mi centro es mantener a Susy tranquila. Ella no tiene ni la más mínima intención de hablar conmigo, pues lo he inte