Dayana en el interior suspiró de alivio, ella fingió asombro así que empujó a Edgar, levantándose, acomodando su ropa y cabello. — Lo siento no sabía que estabas ocupado...Alexander habló con voz fría, pero en realidad no lo sentía para nada, Edgar cerró los ojos con fuerza, una rabia y molestia jamás experimentada comenzó a invadirlo, en ese momento el teléfono de Dayana comenzó a sonar, ya no necesitaba fingir una llamada como pretexto para marcharse, así que rápidamente apagó el celular y miró a Edgar quién parecía estar consumiéndose desde dentro por la frustración, Dayana tenia unas ganas enormes de burlarse pero se las aguantando, puso su mano en la espalda desnuda de Edgar. — Lo siento tengo que irme... - Dayana al llegar a la puerta se topó con una mirada glasear y molesta de Alexander, sintió un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo, ella bajo el rostro y paso al lado de él.- Lo lamento señor Escalante, se me cae la cara de vergüenza con usted. Lo siguiente que se esc
Dayana empezó a sentirse nerviosa, sus manos empezaron a sudar ligeramente, Alexander llavaba una camisa de vestir blanca, pantalón oscuro y zapatos negros, tenía un mirada seria e indescifrable, ella se sintió frustrada al no tener manera de adivinar el estado de ánimo de Alexander, en el fondo ella sabía que era lo que le sucedía."¿Estará enojado por que me encontró con Edgar?... no tendría porque el y yo no somos nada, no entiendo porque se enoja y lo que es aún peor no entiendo porque me siento culpable" Alexander se acercó lentamente con la caja hacía Dayana, ella tenía puesto un conjunto de pijama azul cielo; con cada paso que él daba y se acercaba el corazón de ella latía con más rapidez golpeando con fuerza contra su pecho.— Alexander que sorpresa me asustaste. — Lo siento, no era mi intención asustarte... otra vezÉl dejó la caja sobre la barra y se acercó a Dayana, hasta que ambos quedaron frente a frente, él observaba a la encantadora mujer que tenía al frente sumante n
Edgar y Amanda habían llegado más temprano de lo habitual para hablar, Amanda estaba sumamente nerviosa era un día muy importante nada podía salir mal, ella se metió en una bodega de intendencia que era donde la había metido Edgar anteriormente, pasaron unos cuantos minutos para que Edgar se le uniera. — ¿Que pasó? ¿Todo listo? .– Amanda pregunto acercándose ansiosa a el — Si todo listo, solo están esperando la confirmación de que Dayana está aquí, te darán la computadora a ti y en la tarde la llevas a mi casa. — Claro.Ella empezó a juguetear con sus dedos mientras tenía la mirada perdida en otra parte, Edgar la observo con diversión, amanda llevaba una bonita falda rosa con unos botines y camisa de manga larga blanca, el se pasó la lengua por los labios al verla y sonrio travieso.— Creo que podemos celebrar dos veces por lo bien que nos saldrán más cosas.— ¿Dos veces?.– Pregunto Amanda mirándolo extraño.— Así es, en mi casa y ahora. Edgar se lanzó a Amanda y comenzó a besarla
El corazón de Amanda se había disparado latiendo como si acabara de correr un maratón, se sentía prisionera de Dayana quién con su sencilla mirada la estaba sometiendo. — Pero que ridiculeces dices Dayana, debes de estar confundida. – Amanda soltó una pequeña risita nerviosa, volteaba a todos lados menos a ver a la mujer que tenía al frente. Dayana sacó su teléfono celular y encendió la pantalla para mostrárselo a Amanda, sus ojos se llenaron de pánico al ver la imagen, era ella y Edgar entrando abrazados al hospital el fin de semana, la mente de Amanda estaba al mil por hora tratando de inventar algo, alguna mentira creíble pero su mente se bloqueaba constantemente por el miedo .— Dayana... eso no significa nada, debes de estar confundida deja que te explique.Dayana golpeó con fuerza el lavabo con su mano echa un puño haciendo que Amanda brincara del susto, estaba conteniendose de no golpear Amanda en la cara múltiples veces y arrastrarla por todo el piso del baño, no podía creer
Dayana iba saliendo del edificio principal cuando se topó con Edgar en la entrada esperándola, se miraba muy apuesto con su camiseta ajustada roja, pantalones ajustados oscuros y tenis de bota negros; ella le había mandado un mensaje invitándolo a comer en la tarde, Edgar aceptó más que gustoso y esperanzado en poder terminar lo que habían empezado el día de ayer por la tarde, ansioso por quedar bien estaba esperando afuera a Dayana con un ramo de rosas rojas.— ¿Y eso? – Dayana pregunto mirando el ramo y después a el, fingiendo emoción.— Son para ti, la mujer más hermosa de todo el mundo, seré el mejor novio que has tenido y quién sabe quizás hasta algo más. – En el interior ella quería burlarse el, pero desidio seguirle la corriente, total su felicidad estaba a minutos de esfumarse. — Pues muchas gracias... Dayana de Escalante, no suena tan mal. El corazón de Edgar empezó a latir eufórico al escucharla, por dentro tenía toda una celebración, festejando la victoria de tener a Day
Edgar no podía creer lo que Dayana acababa de decir, él volteo a ver al rededor, había muchas personas con los ojos y su total atención puesta sobre ellos, incluso había quienes los estaban grabando con su celular, cuando Edgar volteo a ver a Dayana nuevamente pudo notar una leve sonrisa en el rostro de ella. Una gran molesta se hizo presente en Edgar, ella quería que él se humillara frente a todos pero penso que quizás ella se sentía humillada también por lo que acababa de pasar con la otra chica dejándola ver como una tonta a quién su novio le era infiel. Bajo otras circunstancias él se negaría rotundamente y se daría la vuelta dejándola ir, pero no era el caso, no podía hacerlo, necesitaba a Dayana para conseguir su dinero y forjarse un futuro próspero además de una reputación respetable para él y su familia materna, Edgar era consiente que si la perdía a ella perdía todo, jamás tendría una oportunidad de oro como esa. Tragándose su orgullo y ego Edgar dio unos pasos hacía atrás
Leonel fue consiente de como Dayana miraba a Amanda con unas ganas de irse encima de ella y golpearla, el temió por su novia ya que su hermana enojada era un completo demonio, no era para nada fácil hacer enojar a Dayana o por lo menos lograr que ella lo expresara tan abiertamente.— Amanda ya me explico todo, ese día que estaba con Edgar en las fotos que te mandaron ellos se toparon en la calle por casualidad, Amanda se empezó a sentir mal y Edgar se ofreció a ayudarla llevándola al hospital, solo la estaba ayudando. Dayana agachó la cabeza y se llevó la mano a la frente, con sus dedos empezó a masagearla en círculos tratando de controlarse para no ir en ese momento a ahorcar a Amanda. — Yo no le dije nada a Leonel porque no quería preocuparlo, te juro que creí que quizás Edgar te lo había contado a ti, yo no sabía que tu no estabas enterada, si no te lo hubiera dicho yo misma para evitar todo este alboroto. Amanda empezó a sollozar de nuevo de una manera un tanto exagerada, se ta
Dayana se subió a su auto, sentía que se ahogaba con el gran nudo que estaba en su garganta, sus ojos empezaron a arder más sin embrago se contuvo de derramar una sola lágrima con todas sus fuerzas; decir que Leonel no la había herido con sus palabras era una completa mentira, Dayana se consolaba a ella misma pensando que todo eso lo dijo porque estaba enojado y la única culpable de ello era Amanda. Pensar en ella hizo que la tristeza se esfumara y fuera remplazada por enojo, apretó con fuerza el volante deseando con todas sus fuerzas que fuera el delicado y delgado cuello de Amanda, era consiente de que sus pensamientos eran algo excesivos pero esa mujer parecía pedir a gritos ser golpeada, se atrevió a retar a Dayana y no solo eso, fingió se la víctima herida además de poner a Dayana y Leonel en contra. — Atente a las consecuencias Amanda.Dayana puso en marcha su automóvil y se marchó, no dejaría que eso se quedara así se encargaría de quitarle la máscara y terminar con su teatri