Ya estoy lista, ya es la hora.
Justo daban las 3:05am. Estaba en la sierra de Bahoruco. Había mucha brisa. Mientras veía la tumba de Vicente, solté una lagrima y miré por última vez a Judas.
—vamos, lo harás bien —Dijo animándome.
—Gracias Judas —Dije sonriéndole.
Sujete bien mi mochila con las cosas que necesitaría para el viaje. Y ahí mismo, empecé a sujetar el reloj con fuerza mientras se calentaba con la luz del eclipse. Lentamente, empezó a parecer como una especie de espejo, mismo que me reflejaba, pero aún le faltaba un poco más para consolidarse. Esta era la señal que debía de cruzar por el portal lo más pronto.
—Ten buen viaje —Dijo Judas felicitándome.
Di un paso hasta el portal y con un rápido movimiento, sentí como todo se movía r&aa
—Amor soy yo—Dijo riéndose un poco —No te asustes, fui solamente a dejar mis utensilios que tenía arriba.No puede contener las lágrimas, lo miré como nunca, feliz de que fuere él, lo abracé y me acurruqué en su pecho hasta recuperar mis sentidos.Él me lleno de mimos, de caricias, de besos... el consuelo fue cambiando muy lentamente hasta mutar a la pasión. Los besos se fueron haciendo intensos, los mimos más osados, los abrazos más íntimos, sus manos dibujaron mi cuerpo y las mías descubrieron su sexo erecto, su boca encendió mi lengua, sin mediar más palabras, con miradas compinches, escondidos en la negrura de un cielo sin estrellas, sin luna, hicimos el amor en pleno patio, con ojos quizás de algún vecino curioso que vio el espectáculo detrás de su persiana, sin interrumpir, controlando cada movimiento, cada sonido
Miraba con enojo a Vicente porque esto era una inaudito. ¿Cómo es posible que yo sufrir tanto y a él no le haya importado mi sufrimiento tomando decisiones a la ligera?Esperaba su explicación urgente porque no entendía nada lo que estaba sucediendo y me estaba empezando a arrepentir de este viaje.—Bien empezaré explicándote de que al principio, cuando estábamos en la misión yo te había dicho que Andrey parece un viajero del tiempo y esto que te voy a decir, por más increíble que parezca, no te lo quería decir ahora por tu bien, pero tendré que decírtelo para que entiendas. Tendré que ir desde el principio para que hagas un rompecabezas —Dijo un poco temeroso.—¿Por qué tanto misterio? Pero ya explícame —Dije harta.— Escucha esto bajo tu responsabilidad, pero antes te voy a hacer unas pregunta
Mientras pensaba en todo esto, no paraba de enumerar estas cosas importantes que me había dicho Vicente.1.Es un hombre lobo.2.En otra realidad estábamos casados, casi con una hija.3.Una persona nos quiere matar.4.Fui una científica y lo que soy es un resultado de lo que había hecho pero…¡Esto no tiene ningún puto sentido!—Vicente, te amo pero… hay cosas que me has dicho que no tienen nada de sentido.—¿Cómo que, Danna? —Dijo mirándome a los ojos.—Sí yo estaba embarazada ¿porque no tengo a mi niña en los brazos? ¿Porque no recuerdo nada de esto? No quiero tacharte de mentiroso, pero necesito pruebas de que todo esto es real y si eres un hombre lobo ya me lo has mostrado, me has dejado fascinada con tu
Mientras procesaba todo esto, pues solamente quedaba aceptar la realidad ¿no? Se supone que eso debería de hacer ahora. Estoy en una línea alterna, en donde ya no existe mi futuro ni el de Vicente. Solamente existimos ahora. Mi tontería me costó raro. Por el momento solo queda esperar los tres meses para volver a resolver esta situación.Ya veo que no debo de confiar en nadie y menos en personas que aparecen misteriosamente. Pero algo se agradezco de todo esto, es que tengo a Vicente. Pero me duele no saber qué pasó con mis hermanos, ahora me di cuenta de la cuánta falta me hace y los extraño mucho. Ellos lucharon tanto por mí y yo solamente le di problemas. Creo que ya va siendo hora de que deba de aceptar la realidad.Vicente llega hacia mí transformado en lobo mientras estoy sentada apilando leña para hacer una fogata. Él se destransforma y vuelve a ser humano otra vez.
El amanecer del séptimo día había llegado. Ya estamos llegando a lo que sería nuestro primer destino. Emocionada por esto, pues me bajé del barco y agarré a Vicente, llevamos nuestras cosas tranquilamente. Estábamos en un puerto a Estados Unidos, no sabía qué lugar. Pero sí cerca de Canadá.Los demás escogieron un rumbo, si nosotros nos encaminamos a las montañas, Vicente ya había caminado por esos lugares y conocía más o menos guiándose, ya el conocía mas o menos ese lugar.Para mi todo es raro ya que la cuestión es que en el siglo 21 todo está diferente. Yo creo que todo está lleno de edificios en este momento y todo está muy muy transcurrido, pero ahora lo que veo son montañas y una que otra casa. No es muy bonito que digamos el estados unidos de ahora que el del siglo 21.Caminamos un rato hasta trat
Después de una mañana muy movida. Esperamos la noche para seguir nuestro curso. Caminamos en las montañas y valles. Mientras yo iba subida a Vicente mientras él era un hombre lobo y corría rápidamente.Mientras todo eso pasaba, contemplaba la belleza hermosa de Canadá, es bastante amplio, entramos apenas a su territorio sin ser vistos, pero a pesar de que no había tanta población para ese entonces todavía ya que estaba en colonias. Tenían bastante extensión de tierra. Todo era muy grande.Canadá es muy, muy hermoso. la nieve estaba más espesa más conforme avanzamos, y ahora sí, podría decir verdaderamente que estaba en ambiente navideño.—Ubicado en el extremo norte del subcontinente norteamericano, se extiende desde el océano Atlántico al este, el océano Pacífico al oeste, y hacia el norte hasta el oc&ea
Sigo tus indicaciones y acaricio tus pechos mientras nos besamos apasionadamente, mis manos no tardan en deslizarse por tu espalda para desabrocharte el sujetador y dejar tus pechos al aire, cuando notaste que te desabroché el sujetador tu misma y ante mí asombro tú te quitaste la camiseta haciendo que me echara hacia atrás para ver tus hermosos pechos y seguir acariciando y besándolos. Tú seguías empujando tu pelvis contra mi paquete y cada vez con más fuerza, bajé una de mis manos hasta tú culo para apretar aún con más fuerza, contra mi paquete, estábamos desenfrenados y ya empezábamos a soltar algún que otro gemido, eso me excitaba más.No tardé tampoco en meter mi mano por debajo de tu pantalón y de tu tanga para tocar tu culo sabrosón como diría un sudamericano, no me corté en hacerlo, en enredar mis dedos en tu tanga para apr
Danna Caicedo En este momento tengo dos armas que me apuntan, una es de Ashley y la otra es de Andrey Montoya, un peligroso mafioso por el que estoy decidida a acabar. —Valeria por favor, no lo hagas —Dijo Ashley suplicándome, esta lloraba aunque me apuntaba con el alma. —Yo te amo ¿¡Porque te empeñas en hacerme sufrir!? —Confié en ti, Rebeca —me decía Andrey que también me apuntaba —¿Cómo me puedes hacer esto? ¡Yo me enamore de ti! ¿¡Porque me traicionaste!? —Exclamó. Estaba a punto de decidir qué hacer, porque todo lo que haría a partir de ahora era decisivo para mi futuro. Pero la rabia y el dolor me dominaban. Sin embargo, este era el principio de todo. // . . . Meses antes… Subiendo, bajando. Subiendo, bajando. <