Encubierta

Ya era el día siguiente, como el horario de las banqueras era de 10 de la mañana solo me preparé un pequeño desayuno ya que tenía como 4 días que no comía algo humano, con la sangre ya tenía pero se me antojaba una carne frita. Me levanté a las 8 como buena madrugadora para ir a mi trabajo a las 10.

Vaya, que extraña me siento.

Estuve sazonando la carne así como me enseñó taita pero friéndola como me enseñó los tutoriales del YouTube.

Curioso, el aceite no quema, no sé porque me dicen cuidado con el aceite.

Volteo la carne con mis propias manos en el aceite hirviendo porque total, no siento nada.

—Buenos días ¿acaso te quieres morir? —Scarlette estaba entrando a la cocina.

—¿Por qué o qué? —Dije confusa.

—estas cocinando con la manos metidas en el aceite, se te van a quemar, mira como cambiaron de color.

—se ira en unos minutos no seas dramática. —dije mirando mi mano que paso de ser color mestizo a oscuro.

—Si te ve una humana le da un desmayo —Se rio.

—Bueno si —También me reí.

Después de este desayuno casual, decidí darme un rápido baño y ponerme bonita para la ocasión. Hoy enredaría a Andrey en mis encantos.

Mi cuerpo es flaco pero gracias al entrenamiento de muchos años tenía pues unos músculos bien trabajados. No usaré ropa interior. Me pondré una blusa franca color rosa y un pantalón corto como siempre.

Arregle mi cabello corto dejando que mi fleco esté en todo su esplendor. Me di cuenta de que mi mano estaba sanada, que bueno.

Me veo como una de la calle yeiiii.

¿Por qué no?

Aunque extraño francamente vestirme formal.

Lo que hacemos por la misión. Me lo estoy tomando demasiado liviano.

Bueno, ¿Qué podría pasar? De todas formas lo vamos a detener.

Salí de la habitación y vi que Scarlette estaba jugando en su play. Vaya, desde que salió esos juegos ella está aficionada de ellos.

Tiene buenos gustos, además de que le encanta bailar y lo hace excelente. Tiene buen odio para la música y también es excelente nadadora.

Mis gustos son… pues no podré recordar más que me encanta la cocina aunque hago estupideces. Y creo que no me he puesto a pensar en eso desde hace mucho, ya que me concentro tanto en las misiones que no tengo tiempo para desempeñar casi nada.

Debería de repensar en ello. Pero no hay tiempo, ya debo de salir.

—Me voy, deja la casa limpia. —dije al irme.

Solo escuche un rotundo si, bueno, vamos a esto.

Como siempre, la gente mira y que me mira, como que si soy un objeto exótico. Bueno, vamos a esto.

Abrí la banca como pude imaginarme y me senté ahí, enfrente de esta pobre computadora y con apenas un lento abanico, debía de fingir mi sudor porque al parecer hace mucho calor. Estaba aburrida, porque desde que me senté nadie había venido por lo menos a comprar una recarga, no se. Ahí recaigo en que si me gusta algo, me encanta la tecnología. Se usar estas máquinas para recargar o jugar números. Se me hace fácil para mi hacer todo esto.

Y bueno, ahí viene mi primer cliente, una chica super blanca, pelirroja, super hermosa. Vaya. Si que me sorprende su belleza. Mi lado lésbico sale a flote y no me puedo contener, quiero coquetear con ella.

De hecho.

Espera.

Tengo que hacerme de una reputación mientras estoy aquí. ¿Por qué no me consigo una novia?

Me divertiré con esto.

—Hola Bonita, ¿qué deseas? —le sonreí coqueta.

—Hola —Su voz era muy animada. —Qué raro ¿dónde está Lily?

—Se ha tomado un descanso y me ha llamado a mí. —dije sonrojada.

—Okay, interesante. ¿Me pones una recarga por favor? Aquí está mi número —Dijo pasándomelo escrito.

Ella también me miraba coqueta, creo que le caí bien. Le puse la recarga y pues, empecé mi coqueteo.

—¿tienes planes para mañana? —dije de repente —Quiero conocerte, eres muy linda. Soy Valeria Rebeca —Le dije mi nombre completo falso.

—Soy Ashley, mucho gusto Valeria. Te diré así de ahora en adelante. —Su sonrisa me daba alegría sobre todo lo demás. Me hacía querer tenerla en mi cama.

—Okay Ashley ¿salimos mañana? —le sonreí.

—Perfecto, a las 8 estaré aquí en esta banca —dijo y antes de irse, me dejo su número para contactarla.

Épico. Tengo casi una novia.

Que fácil fue. Que sea mi pasatiempo no será malo. Luego de un rato, solo iban personas por pura curiosidad, solamente para quererme conocer o esas personas adultas para sacarse la lotería. Estaba un poco aburrido el asunto.

Hasta que a las 3 de la tarde, a la hora donde voy a salir apareció el jeep de anoche. Me hice un poco la desentendida y Andrey me empezó a llamar. Ahora vestía de modo relajado, informal. Y me podía fijar mejor en él debido a que había mucha luz.

—Buenas, ¿está ocupada? —dijo cuando empecé a cerrar la banca.

—Pues ya voy de salida señor ¿desea algo? —dije confundida.

—Solo quisiera que me concedas un momento contigo ¿se puede? —dijo riéndose.

—Okay, denme un momento —dije simpática y a propósito cuando iba a cerrar la banca mostré más mi culo, dándole a apreciar más mi cuerpo.

Haciéndolo ver de modo inocente, jsks.

Cerré todo bien y me acerqué al jeep.

—¿Quieres dar una pequeña vuelta conmigo? —dijo coqueto.

—Está bien —Le sonreí.

Me monté y enseguida noté que estaba el hombre de anoche, el chico con que se besó Scarlette.

—¿A dónde vamos? —pregunte curiosa.

—La pasaras muy bien, confía en mí. Me encantaste que te vi — Dijo sonriendo.

—Digo lo mismo. —Lo miré contenta.

Arranco el auto y nos fuimos en marcha. Estábamos en silencio así que me puse a reflexionar en lo que pasaría después.

Tendría que dar el siguiente paso para poder colarme como su p**a y poder robarle toda su información que tendrá en algún lado.

Necesito pruebas de su tráfico de drogas y tráfico de niños. Con eso y la debida investigación sobre las demás cosas lo podremos arrestar.

Además de también, romper sus planes de tomar este país.

Más o menos tengo en mente lo que podré hacer. Estoy viendo que vamos de camino a un lugar muy alejado. Ya no se ven las casas.

¿Qué tiene este loco en mente?

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