Todo lo bueno se acaba, así como mis sueños, una vez más, mi conciencia trataba de arruinarme mi estancia. Lloraba y gritaba con rabia por esto.
Mientras todo esto pasaba, afuera, en el mundo exterior, trataban de despertarme, debido a que estaba gritando fuertemente.
—Aferrarte a mi te hará mucho mal, solo acéptalo por favor, acepta que ya no estoy —dijo Vicente sin mirarme.
—Aunque seas solo un recuerdo, el que me hables así duele —Dije dolida
—Soy tu conciencia, no estoy para consentirte, estoy para ponerte los pies en la tierra.
—Yo no quiero estar en otra realidad que no sea contigo —dije aferrándome aún más a mi decisión.
—Será por las malas entonces —dijo y chasqueo los dedos.
Todo estaba en blanco, no estaba el, no estaba el campo de dientes de león, solo estaba mi cuarto, los chicos todos p
Nunca había ido para un psicólogo. Si había traído a Jhosep acá para acompañarlo con uno que otro problema de autoestima y autoconcepto, pero nada más eso. John Sánchez es un excelente doctor y eso no lo voy a negar, pero estoy tan perdida en esto que se me hace complicado comprender si en verdad él podría “sanarme”. De todas formas, mentiré sobre como estoy, ya no quiero darles más problemas a los chicos.Llego a su oficina y me siento en su cómodo sillón color café. Apenas son las 6 am, puedo entender que aun este abriendo este local.—Bien, él llegará en 3 minutos. Estaré en la sala de espera por si pasa algo —Dijo Jhosep preocupado.—Si, tranquilo, estaré bien —dije sonriéndole.Jhosep salió y yo me puse a reflexionar sobre todo esto: ¿Qué le diría al
—No sabes la maldita desesperación, miedo, odio y rencor que tenía. Sumado eso al dolor que me consumía lentamente y que aún me sigue consumiendo. Vengue su muerte pero… ya no lo tengo a él. Lo amaba con locura, cosa que ni yo misma sabré explicar, es que es algo tan loco y extraño… no comprendo los sentimientos que están conmigo. Después de esto, no he podido tener una vida normal, todas las noches me levanto llorando por su recuerdo, solo son ecos de amor que se escuchan en mi mente, lamentándome y pensando en el “que pasaría” sabiendo que es una pérdida de tiempo y que prácticamente, ya estoy sucumbida en ese hoyo emocional, del que si estoy consciente que estoy, pero no soy lo suficientemente fuerte como para salir.El psicólogo meditó un poco en esto. Mientras él pensaba en todo esto, yo solamente no podía creer que me sen
He dormido algo. Creo que eso está bien. Me he levantado de buena gana, que podría decir. Mientras me levanto me doy cuenta de que ya he dejado de sentir la temperatura, siento un eterno clima helado. Extraño porque ya esta en entrada el verano.Supongo que es la nueva adaptación que tengo.Eso está bien, okay.Voy a la cocina bien abrigada mientras tengo mis antidepresivos a mano. Tengo que beber seis, para que pueda hacer efecto. Y claro, como no me muero, puedo envenenarme a gusto. No pensé que llegaría a tomar drogas para estar bien.No había nadie en la sala este día, que raro.Me tomé las pastillas de golpe y me bebi un poco de agua. Si que saben super amargas. Que asco.Vi una pequeña pieza de carne frita en la nevera, la tomé y le di un mordisco. Jamás había sentido tanta repulsión como ahora, literalmente ese pollo me sabia a vom
Me siento devastada y a la vez débil, quiero tenerte, quiero encontrar una forma de cómo carajos poder estar con él. No se puedo volver contigo otra vez o algo, no puedo, tal vez ¿invocar una magia oscura o acaso una la magia para revivirte?No puedo estar sin él, no puedo. No puedo vivir si no tengo a Vicente.—Te amo. Quería una vida junto a ti. Íbamos a tener una vida, no entiendo por qué, porque esto está pasando, y si me estas escuchando— Exclamé con dolor —Quiero que sepas de que no me voy a rendir hasta encontrar la manera de estar contigo, aunque tenga que matarme.Así que quiero saber cómo carajos puedo traerte otra vez a mí.En medio de mi desesperación me senté en la cama mientras veía, pues el piso estaba llorando lentamente hasta que me fijé que había un papelito inusual en el borde de la mesa,
+18Me agarró y me acorraló contra la pared. Comenzó a besarme desesperadamente, agarrándome el culo como si fuera una pelota antiestrés. No podía moverme y me encantaba.Lo empujé suavemente y lo senté en el piso. Me senté sobre él, con mis piernas entrelazadas en sus caderas y lo besé tiernamente. Él aprovecho la posición para manosearme las tetas.Nos besamos por un largo rato, cada vez estábamos más calientes. Me sacó la remera y yo hice lo mismo con él. Entonces comenzó a chuparme los pezones, al principio suavemente, después un poco más intenso, pero sin dolor, me los mordía suave y los succionaba. Me estaba volviendo loca. Necesitaba que me penetre en ese instante.Apoyé mi mano sobre su pantalón a la altura de su pija y apreté suavemente, él gimió
Olvidando este momento incomodo, me senté en la silla, interesada en todo lo que veía, aunque mi cuerpo aun vibraba de placer. Judas me veía con cierto interés, así que corté el silencio incomodo.—¿Cómo funciona esto del tiempo? —Dije interesada —¿Cómo funciona el viaje en el tiempo?—Es algo maravilloso querida —Dijo buscando una pizarra —Es algo simple, pero a la vez complicado. Pon atención que explicaré esto de una vez.—Antes de explicar… —Dije interrumpiéndolo —¿Esta noche puedo viajar en el tiempo?—No y verás porque —Bufó irónico —Los viajes en el tiempo funcionan debido a los agujeros negros. Hay momentos específicos en que la energía de estos es reflejada en la tierra, canalizada por la luna y gracias a eso, se produce.—Ah
Que cosas la verdad.—Estas errónea Danna, estás en el error y no lo quieres admitir —Dijo cansada —Nunca van a renunciar a ti porque son una familia. Y ya es hora de que verdad vayas aceptando la realidad.—No sabía que te valíamos tan poco y que pensarás eso de nosotros —dijo Scarlette llegando, mirándome con frialdad —Tanto que te aferras a Vicente, cómo si no tuvieras a más personas que te aman y te quisieran con bien. Es hora de que te vayas formulando el daño que le haces a las personas que en verdad te quieren.—Yo los quiero, los amo mucho —dije triste —Pero no entienden mi dolor…—¿Estás segura de eso? —Dijo acercándose a mí y agarrándome del cuello, pegándome a la pared con furia —¿ESTAS SEGURA QUE YO NO PUEDO ENTENDER LO QUE SIENTES?Está face
Caminando las calles de la ciudad me di cuenta de que este medicamento que me había puesto el doctor me hacía ver las cosas de otro modo, todo bien. Son un milagro pues.Llegué al consultorio tranquilamente. pasé directo mientras me estaba esperando. Simplemente saludé y me senté a donde me indicaba el psicólogo.—Buenos días. Parece que tiene mejor ánimo —Dijo de buena manera —Señorita Danna Caicedo, que gusto que haya venido.—Pues sí, sus pastillas son milagrosas. Que se lo puede decir —Dije de forma chistosa —Aquí estamos pues.—Pues excelente. Empecemos. ¿Cómo está? ¿Qué tal sus días?—Bueno, estoy… sinceramente estoy emocionada. Un poco asustada, sorprendida, Me siento emocionada. ¿Yo creo que dije eso, no? —Dije nerviosa —Estoy bien y esas pasti