"Heitor"Necesitaba aliados, pero no sabía a quién recurrir, sin embargo, cuando vi a Enzo allí en plena charla con Melissa tuve una idea. Iba a mimar a mi sobrino y convencerlo de que me ayudara. Ese era el plan. Y como era un charlatán, me contaría todo lo que supiera y por lo visto sabía muchas cosas.—Enzo, ¿vas a almorzar conmigo? —Le pregunté a mi sobrino que sonrió.—Seguro que sí. —Enzo respondió.—Excelente, entonces vamos. —Lo invité.—Estés en la oficina a las dos, Martínez. ¡No estoy obligada a esperarte! —Melissa advirtió.—Está bien, Melissa. —Salí pateando el aire como un adolescente malhumorado.A Enzo le encantaba el filete con papas fritas, así que lo llevé al restaurante que servía los mejores cortes de carne de la ciudad.—¡Tío, hoy la rompiste! Me encanta este lugar. —Enzo habló todo entusiasmado.—Qué bueno, sé que te gusta el filete con papas fritas, por eso te traje aquí. —Dije sonriéndole.—¿Esto es porque soy tu sobrino preferido o porque quieres ped
"Heitor"Volví a la oficina y mandé a Enzo al centro comercial con mi tarjeta, para que comprara todo lo que necesitaba y el regalito para mi sobrina. Me arrepentiría de entregarle mi tarjeta después, pero necesitaba la ayuda del chico.A las cuatro y media le dije a Melissa que tenía mucho dolor de cabeza y le supliqué que me dejara ir a casa, y muy a regañadientes me liberó. Es hasta gracioso que yo, el dueño de la empresa, pida permiso para salir más temprano, pero no quería indisponerme con ella.Bajé corriendo y Enzo ya me esperaba con el chofer en la entrada del edificio, íbamos a buscar a Clarita al ballet. Cuando salió del estudio de danza ya me miró desconfiada al verme parado allí.—Tío, ¡no voy a hacer nada por ti! ¡Enzo siempre se mete en problemas por tu culpa! —La niña ya habló antes de saludarme. ¿Qué pasa con estos chicos de hoy?—Clarita, ¡tu tío solo tiene nostalgia! —Hablé con voz suave dándole un besito—. Y me enteré de que cierta niñita quería mucho una tablet
"Samantha"Después de la noche con las chicas me sentía mejor. Hablé con Catarina por la mañana y Miguel ya había confirmado el cine conmigo para más tarde.Mi teléfono sonó sobre la mesa y cuando atendí era de recepción, informándome que Clara, la sobrina de Heitor, estaba allí para verme. Me pareció extraño y autoricé su entrada. Catarina estaba en mi escritorio cuando el ascensor se abrió y de allí salió esa niña hermosa, vestida con ropa de ballet, de cabellitos rubios recogidos en un moño con flequillo y enormes ojos verdes como los de su madre y su tío.—¡Tía Samantha! ¡Te extraño! —Clara vino hacia mí con movimientos ligeros y graciosos.—¡Mi amor, yo también te extraño! —La abracé y después de soltarnos dije—: Déjame verte, ¡estás hermosa de bailarina!—Gracias, tía. Estaba en clase y pasé por aquí antes de ir a casa. —Clara respondió muy adorable.—Ven, déjame presentarte a mi amiga Catarina. Es la novia de Alessandro. —Clara saludó a Catarina con la misma gracia.—Tía,
"Enzo"Mientras mi tío y yo esperábamos en el auto a que Clara hiciera la entrega a la tía Samantha, decidí llamar a Luna, la invité al cine y aceptó de inmediato. Entonces le dije que invitara a su hermana para ir con nosotros. La hermana de Luna tenía unos veintiún años y ya estaba en la facultad de odontología, era la persona más simpática del mundo y no se hacía la difícil porque fuera mayor. Y hoy la necesitaba. Luna dijo que vería si quería ir.Fue un golpe de suerte ver la notificación del mensaje de la tía Samantha en el celular de Melissa cuando había salido de la oficina, diciendo en qué cine y qué película iba a ver con ese tal Miguel.Tan pronto colgué el teléfono, Clara entró al auto y entregó la nota de la tía Samantha a mi tío Heitor.—El tío Alessandro, el tío Patricio y el tío Rick me vieron allá. Arregla que no le digan a mis padres y hazlo rápido, porque el tío Patricio es bocón igual que Enzo. —Clara habló de inmediato.—Te estás pasando, ¿eh, hermanita? —Me qu
"Samantha"Me pareció tan extraño encontrarme con Enzo allí en el centro comercial y viendo la misma película que nosotros. Si Heitor hubiera estado con él diría que era un montaje, pero Enzo estaba con su novia y la hermana de ella. Pero lo curioso es que la hermana de su novia conoce a Miguel y él casi tuvo un ataque cuando la vio. ¿En qué me estoy metiendo otra vez? Es mejor que me informe.Al final, me gustó pasar ese tiempo en grupo. Las chicas son muy simpáticas, Ivy es muy graciosa y muy comunicativa, así que no fue raro que yo estuviera allí con un tipo y el sobrino de mi ex novio. Pero algo estaba pasando.Enzo insistió con el material de matemáticas que le había ofrecido varios días atrás, cuando fuimos a tomar un café. Entonces Miguel se fue y los chicos subieron.—Enzo, aquí están los materiales. —Busqué los libros y guías en la habitación y se los entregué—. Ahora cuéntame, ¿qué coincidencia fue esa hoy?—¡Fue muy cool, ¿no, tía?! Encontrarnos así, de la nada. ¡Esto s
"Samantha"Volví a la oficina apresurada, cuando llegué el caos estaba armado. Rápidamente Rick me explicó que habían secuestrado a Pedro.—¡Catarina te necesita! —Rick dijo—. Heitor ya viene en camino con las chicas y Taís también ya está viniendo.—Excelente, Rick. ¿Y qué más puedo hacer? —Pregunté.—Las cosas aquí van a estar caóticas. Cuida de Catarina y libera toda la agenda de presidencia. Resuelve el máximo de cosas posible para que Alessandro y Patricio se ocupen de esta situación. Si necesitas ayuda, háblame. —Rick orientó y me senté para trabajar—. No tuviste tiempo de almorzar, ¿verdad?—No, Rick, pero después pido algo y como por aquí.—Hagamos algo mejor, vamos a organizar un brunch aquí, para que esté disponible todo el tiempo, así nadie deja de comer. —Rick dijo y me pareció una excelente idea.—Eso es bueno. ¿Qué quieres que haga? —Pregunté.—Llama al buffet y pídeles que organicen todo para en máximo una hora. —Rick dijo y volvió a la oficina de Alessandro.Re
"Heitor"Ni podía creerlo. Era la primera vez en muchos días que tenía alguna señal de que Samantha me perdonaría. Cuando entré en ese ascensor y abrí la tarjeta quise salir de allí y besarla, pero la puerta ya se estaba cerrando.Samantha había escrito "hazme creer", no necesitaba más para tener esperanza y saber que todavía tenía oportunidad de reconquistarla. Solo había tres palabras allí, pero decían mucho más de lo que parecía.Fui a una reunión que no había podido posponer y volví a la empresa de Mellendez lo más rápido que pude, pero antes pasé por el centro comercial y compré algunas cosas.En la confitería, pedí a la dependienta que ayudara a armar la caja. Colocó los doce botones de rosas rojas y entre los tallos puso la botella de licor de marula y alrededor de la botella colocó varios bombones de fresa. Cerró la caja y pasó artísticamente un lazo de cinta roja. Fijé sobre la tapa la tarjeta que decía "Haré lo que pueda para mostrarte que puedo ser el hombre de tu vida".
"Samantha"Heitor me jaló dentro de aquella casa y no podía creer lo que mis ojos veían. Era una casa hermosa y enorme, pero lo que tomó por sorpresa a mis ojos fue lo que había dentro. No había muebles, pero había una infinidad de rosas rojas, luces en forma de velas y globos de corazón en el techo.En el centro de la sala había alfombras peludas en tonos claros y muchos cojines coloridos, en tonos vibrantes y tamaños variados, y una mesa con fresas, bombones y un vino en hielo. Heitor repitió el gesto que tuvo en una de nuestras mejores noches. Era exagerado, cliché y dramático, pero esta vez había llevado las cosas a un nivel muy alto.—¿De quién es esta casa? —Me volví hacia él, todavía impresionada con todo aquello.—Es nuestra casa. —Heitor se acercó.—Creo que no entendí. —Estaba completamente perpleja con lo que veía, tanto que mi cerebro parecía inerte.—Sami, compré esta casa hace unos cinco años, antes de que murieran los padres de Alessandro. Mis amigos vivían aquí y