HADES
Desde que salí de ese encierro, me sentí peor que cuando estaba dentro, me fui lejos de mi familia, bien lejos, donde no me pudieran encontrar. Pensé en Dubái como el lugar perfecto, al final de cuentas terminé volviendo por mi madre, pero volví a alejarme.Al principio, vivir en Barcelona no fue fácil; no quería trabajar en el negocio de mi padre, nunca me interesó la bolsa de valores, siempre fui visto como la oveja negra de mi familia, pero mamá y Atenea, mi hermana pequeña, nunca han pensado eso de mí.
Tengo mi propio negocio; un estudio de tatuajes, hago fiestas como DJ, también soy boxeador de peleas callejeras. Me gusta la adrenalina que siento, pero no es por eso que lo hago. Estoy obligado con mi hermano, siempre ha sido así; vivir bajo su sombra no es algo nuevo para m
Ha pasado una larga semana desde que cuido a Malia y al gato sin nombre. "'Sin nombre'. Más que un nombre, un equipo". Así era el eslogan de un noticiero en mi país.Inicio del flashback...Me levanto de la cama antes que Helen pegue El Grito de la Independencia por encontrar a Malia en la sala.- ¡¿Qué hacen esos animales en el apartamento?! –Gritó la rubia-.- Sí...hola, también te extrañé, amada amiga. Te preparé una comida deliciosa de bienvenida.- Camila, no estoy bromeando. ¿Qué hacen los animales en el apartamento? –Gritó la rubia al punto de un ataque-.- Ay, pero si no es para tanto. ¡Sólo mira qué lindo es este gatito! –Hyo venía con el gato en su brazos mientr
Entramos al laboratorio y es toda una locura: Mateo maldice mientras los chicos están recopilando huellas. Lucas y yo nos miramos el rostro, no entendemos qué está pasando hasta que veo a Héctor con una bolsa de hielo en su cabeza. Lucas y yo nos acercamos a él.- Hector, ¿qué pasó? –Digo mientras me acerco a él-.- Entraron aquí abajo y se robaron uno de los cuerpos.- ¡¿Qué?¡ –Decimos Lucas y yo a la vez-.- Pero, ¿cómo, y, quién fue? –Pregunto aún con sorpresa-- N-...no lo sé. –Héctor Tartamudea un poco-. Yo venía llegando y encontré a papá en el piso. Cuando me acerqué a él, alguien golpeó mi cabeza.- ¿"Papá", Héctor cómo está papá?- Lo acaban de llevar a Emergencias. –Respondió Mateo-. Le dieron un fuerte golpe en la cabeza y tiene una contusión, aparte de una herida a la que tendrán
Verdades de Helen & LucasCuando llego al Hospital, pregunto por la habitación del señor Mateo Díaz, lo último que supe fue que lo dejaron en Observación esta noche.La recepcionista me pide algún documento de identidad y siento mi mundo desfallecer –"¿Ahora qué hago, cómo salgo de aquí?"-. Miro la entrada y el seguridad, aún está hay parado, respiro y doy dos pasos atrás, imagino que mi cara debe estar más pálida que la de un muerto porque la recepcionista me mira preocupada.—-Señorita, ¿está usted bien, necesita que llame a un doctor? —Niego con la cabeza repetidas veces, y me doy cuenta de que hay varias personas observado en dirección donde me encuentro-.—-Señori
Cuando llego a mi edificio, subo por el ascensor, muerta del cansancio y aún archivando toda la información que me dijo Helen sobre su vida. Siento un gran dolor por ella; imaginar a una pobre niña pidiendo un poco de amor y siendo maltratada, hace que se me estruje el corazón.Ya en mi apartamento, enciendo todas luces y voy directo a la nevera –"Necesito una cerveza"-. Saco una y salgo al balcón para fumar.Intento encender mi cigarrillo, pero algo me distrae y capta mi atención; veo ciertos movimientos en el apartamento de la pelirroja, parece una fiesta. Hay cuatro hombres incluyendo al moreno, al parecer es su novio, –"¡Por fin! Cambiar tantos hombres deja mucho qué pensar; '¿tiene una enfermedad?' o, '¿su concha es mágica y todo el mundo la quiere?', '¿cuando le abren las piernas verán estrellas o algo así?', con razón leyó Pídeme lo que quieras...seguro están practica
Siento un lambetazo en mi cara, abro los ojos y veo a Malia observándome, hago memoria de dónde estoy. Siento ese calor en mi espalda y un peso sobre mi cintura, recuerdo dónde estoy, levanto el brazo de Hades muy despacio evitando que se despierte, me levanto del suelo y le doy una última mirada a Hades. Viéndolo así, parece la reencarnación de Ares, el dios de la guerra; con esos golpes en la cara...–¡Joder; es que debe de tener algún defecto! No coger bueno...porque estoy ya segura que lo tiene grande.Recojo la toalla del suelo y me la pongo, le sirvo la comida al gato y a Malia. Que Hades limpie la mierda de sus animales.Cuando llego a mi apartamento respiro otra vez. Sólo de recordar cómo viole al dios del infierno...–"¿cuántos nombres le he puesto a ese hombre? A este paso voy a crear una lista-.Sonrío con la idea y entro al baño.Después de bañarme
Me despierto y siento el olor a alcohol en mi nariz, me siento desorientada y mi cabeza aún da vueltas. Me pregunto qué pasó, pero recuerdo el mensaje y busco mi celular, hasta que me doy cuenta de que lo tiene Mateo...- ¡¿Me pasas el maldito celular?! –Le grito desesperada a Mateo-.- ¡Lucía, ¿te puedes calmar un momento, maldición?!- ¿Que me calme? Alguien podría morir por mi maldita culpa y ni siquiera sé dónde tengo que ir, ¡joder! –Siento una presión en mi pecho; me siento en el sillón de la oficina y entierro mi cabeza entre mis piernas, estoy desesperada, esta mierda sólo lo he visto en libros y ahora lo estoy viendo. Alguien podría morir por mí y no tengo la menor idea de quién podría ser-.Me levanto del sillón y salgo corriendo hasta la entrada. Las gotas de lluvia están empezando a caer. Las calles aún está
Ya pasaron dos días desde que grité a los cuatro vientos que soy indocumentada, bueno, realmente lo dije en una llamada...No he vuelto a salir de mi apartamento. Las chicas no hablan del tema, sólo me dejan encerrada en mi habitación, y lo mismo sucede con Helen, algo en ella cambió. Después de ese día se volvió mas fría de lo normal, pensé que era imposible, pero Iceberg volvió a su peor versión.Miro la pantalla de mi celular, veo que apenas son las 2:30p.m., cuatro de diciembre. Me levanto de la cama a regañadientes, María y Hyo exigen nuestra presencia en la cocina, Helen sale de su habitación y me mira a los ojos, creo que intentando buscar algo en mi mirada, pero no sé qué.Para romper este incómodo momento entre nosotras la abrazo por el cuello como si intentara tumbarla al piso y llegamos así a la cocina.- ¿Para qué somos buenas? –Le pregunto a las chicas-.<
Después de mi intento fallido de saber qué carajos pasa en el apartamento de mi vecina decidí fumar, pero adivinen quién no tiene cigarrillos, por pendeja estoy pensando si debo salir del calabozo de donde estoy invernando. –"A la mierda, si eres amiga hasta de los policías por el camino que vas, estás preparando tu camino a la propia deportación"-. Me pongo unos jeans, mis botas, tomo un abrigo y un gorro ya son las 10 p.m. El frío debe estar que arde y no precisamente en el infierno. Ahora que menciono "infierno", tengo varios días que no veo al dios reencarnado en un dios del Atlantis perdido que subió a la tierra y vive al lado, extraño ver esa sonrisa rompe-bragas y esos ojos que causan mil y una emociones en este cuerpo corrompido por el mismo pecado del infierno Hades.Abro la puerta de mi apartamento y me dirijo al pasillo, y veo al dios del infierno. –¡Joder; e