Siento un lambetazo en mi cara, abro los ojos y veo a Malia observándome, hago memoria de dónde estoy. Siento ese calor en mi espalda y un peso sobre mi cintura, recuerdo dónde estoy, levanto el brazo de Hades muy despacio evitando que se despierte, me levanto del suelo y le doy una última mirada a Hades. Viéndolo así, parece la reencarnación de Ares, el dios de la guerra; con esos golpes en la cara...–¡Joder; es que debe de tener algún defecto! No coger bueno...porque estoy ya segura que lo tiene grande.
Recojo la toalla del suelo y me la pongo, le sirvo la comida al gato y a Malia. Que Hades limpie la mierda de sus animales.
Cuando llego a mi apartamento respiro otra vez. Sólo de recordar cómo viole al dios del infierno...–"¿cuántos nombres le he puesto a ese hombre? A este paso voy a crear una lista-.Sonrío con la idea y entro al baño.
Después de bañarme
Me despierto y siento el olor a alcohol en mi nariz, me siento desorientada y mi cabeza aún da vueltas. Me pregunto qué pasó, pero recuerdo el mensaje y busco mi celular, hasta que me doy cuenta de que lo tiene Mateo...- ¡¿Me pasas el maldito celular?! –Le grito desesperada a Mateo-.- ¡Lucía, ¿te puedes calmar un momento, maldición?!- ¿Que me calme? Alguien podría morir por mi maldita culpa y ni siquiera sé dónde tengo que ir, ¡joder! –Siento una presión en mi pecho; me siento en el sillón de la oficina y entierro mi cabeza entre mis piernas, estoy desesperada, esta mierda sólo lo he visto en libros y ahora lo estoy viendo. Alguien podría morir por mí y no tengo la menor idea de quién podría ser-.Me levanto del sillón y salgo corriendo hasta la entrada. Las gotas de lluvia están empezando a caer. Las calles aún está
Ya pasaron dos días desde que grité a los cuatro vientos que soy indocumentada, bueno, realmente lo dije en una llamada...No he vuelto a salir de mi apartamento. Las chicas no hablan del tema, sólo me dejan encerrada en mi habitación, y lo mismo sucede con Helen, algo en ella cambió. Después de ese día se volvió mas fría de lo normal, pensé que era imposible, pero Iceberg volvió a su peor versión.Miro la pantalla de mi celular, veo que apenas son las 2:30p.m., cuatro de diciembre. Me levanto de la cama a regañadientes, María y Hyo exigen nuestra presencia en la cocina, Helen sale de su habitación y me mira a los ojos, creo que intentando buscar algo en mi mirada, pero no sé qué.Para romper este incómodo momento entre nosotras la abrazo por el cuello como si intentara tumbarla al piso y llegamos así a la cocina.- ¿Para qué somos buenas? –Le pregunto a las chicas-.<
Después de mi intento fallido de saber qué carajos pasa en el apartamento de mi vecina decidí fumar, pero adivinen quién no tiene cigarrillos, por pendeja estoy pensando si debo salir del calabozo de donde estoy invernando. –"A la mierda, si eres amiga hasta de los policías por el camino que vas, estás preparando tu camino a la propia deportación"-. Me pongo unos jeans, mis botas, tomo un abrigo y un gorro ya son las 10 p.m. El frío debe estar que arde y no precisamente en el infierno. Ahora que menciono "infierno", tengo varios días que no veo al dios reencarnado en un dios del Atlantis perdido que subió a la tierra y vive al lado, extraño ver esa sonrisa rompe-bragas y esos ojos que causan mil y una emociones en este cuerpo corrompido por el mismo pecado del infierno Hades.Abro la puerta de mi apartamento y me dirijo al pasillo, y veo al dios del infierno. –¡Joder; e
Después de salir del apartamento de Hades debo confesar que me costó dormir; di vueltas y más vueltas en mi cama.Pensaba en la persona que me dio mi primer beso y, vaya que fue desagradable, aún recuerdo cuando sus aparatos me rasguñaron los labios; en vez de salir feliz de ese beso parecía que Drácula me había succionado los labios para beber toda mi sangre.Después me tocó "El elefante", todavía lo recuerdo parado frente a su carro despidiéndose de mí. En ese tiempo yo era gordita, o mejor dicho, una ballena feliz. Él estaba enamorado de mí, después de regalarme unos girasoles y hablar como por tres horas, recuerdo que mi garganta estaba más seca que el mismo desierto de Sáhara, cuando, por fin, decidió marcharse; salí como b
Después de casi no dormir, porque si "dormí", creo que cinco minutos es mucho decir. Intento relajarme, parecer despreocupada y lo más normal del mundo, pero estoy muy jodida, jodida por el miedo.Hago el desayuno para las chicas; panqueques. A todas nos gusta.- Pero, ¿qué tenemos aquí? –Dice María, tomando un poco de jugo-.- Al parecer, alguien amaneció de buenas hoy. –Dijo Hyo, sentándose a comer-.- Buenos días.Esto recibimos del iceberg, Helen prefirió sólo tomar café.- Iceberg, ¿qué te pasa? –Preguntó Hyo-.- A mí nada, sólo no tengo ganas de jugar a la casita feliz con ustedes. –Dijo Helen-.Las chicas y yo nos miramos la cara, no sabíamos qué decir, pero no aguanté y le dije sus verdades...- El hecho de que Lucas pase de tu culo, no quiere decir que tienes que ser tan borde con nosotras, ¿quién te crees que eres pa' habl
Después de preparar el pastel y ponerlo en el horno, me fui a bañar, ya eran las 2 p.m., estaba terminando de vestirme cuando escuché que alguien tocaba la puerta...- ¡Voy~! –Grité a todo pulmón, esperando que la música permitiera escuchar a quien sea que tocaba-.Abrí la puerta. Lucas y Mateo estaban en el pasillo, y mi corazón se detuvo por un segundo, no estaba preparada para que me deportaran, no el día de mi cita con Hades, no sin despedirme de las chicas, no sin perder mi virginidad con Hades.No quería volver a República Dominica y enfrentar mi realidad. Mis manos temblaban y estaban sudorosas, me sentía mareada.- Pasen. –Fue lo único que puede pronunciar. Lucas y Mateo entraron-. Bien, ¿qué necesitan? Siéntense. –Los dos se sentaron y sólo me observaban-. Escucha Mateo, sé que es tu trabajo y seguro vienes a buscarme tú solo, pero la cosa es que, ¿no me pued
El estudio de tatuajes-barbería de Hades es realmente elegante; todo decorado con blanco y negro, el piso tiene unos diseños que van en perfecta simetría.En el área de espera, del estudio, hay varios bancos de cuero negro y unas sillas, también algo parecido a la mesa de un bar, con varias banquetas y un enorme cuadro de alguien tatuado de cuerpo completo, con sus manos forma un triángulo tapándole la boca; ahora que lo veo bien, tiene mucho parecido con Hades, pero él no está lleno de tatuajes.Lo que más me llama la atención es que el tatuaje que tiene en el abdomen, parece a una diosa con la lengua afuera macábramente fuera. Sigo viendo y es la misma mujer que está de alfombra en el suelo. Me quedo observando el tatuaje, hasta que Hades me da un abrazo por la espalda...- ¿Estás lista?- ¿Para qué, me vas a tatuar?- Si quieres, puedes hacerte uno
Cuando íbamos camino a casa, la mayor parte del trayecto fue silencioso.Hades parecía perdido en sus recuerdos y yo no sabía qué decir. Todavía estaba procesando lo que él me había contando; sus peleas clandestinas. Algo me decía que aún habían más secretos, pero no sé si estaba lista para descubrirlos o si quería siquiera escucharlos.El silencio me estaba ahogando, sentía la necesidad de hablar con Hades. Me aclaré la garganta y le dije:- Terminé el colegio cuando tenía 15 años. Era algo así como una súper cerebrito. Mi familia se sentía orgullosa de mí, esperaban que estudiara administración o gestión financiera, pero lo mío era más la medicina; desde pequeña quise ser doctora. Cuando salí del colegio, mis padres estaban co