Después de tantas revelaciones en estos tres últimos días, estoy jodidamente molida. Llego a mi apartamento, el cual está en completa soledad, estoy asustada, quisiera salir corriendo de aquí. "¿Dónde carajos iría, quién me manda a quedarme ilegal en este país?". Me siento en el sofá y analizo lo que está pasando; de ser nadie en la calle y pasar desapercibida durante cuatro malditos años y ahora estoy trabajando con un periodista con complejo de policía que es hermano de un investigador. He pasado estos últimos días más tiempo en las oficinas de investigación policíacas que en mi apartamento y si le agregamos que un jodido asesino en serie sabe mi puto número de teléfono y me envió un mensaje, estoy acabada.

Me dejo caer del sofá al suelo y entro mi cabeza en las rodillas. "¿cómo se supone