Me llevaron a un viejo chateu que pertenecía a un Illuminati francés que a futuro sería ampliamente conocido. Me sacaron del saco estrellándome contra el suelo alfombrado del chateu. Allí removí la mordaza maldiciendo.
—¡Malditos! ¿Tienen idea de quién soy? O mejor dicho que soy. Mi señor Ruthven los matará por esto a todos…
Un latigazo en la cara me silenció. Cerré la boca y me froté la mejilla que sangraba con un fino corte mientras observé a mi agresor… un hombre de rostro agudo con ropa de aristócrata y una peluca blanca… el Marqués de Sade.
—Ojalá sea usted desobediente, jovencita —me dijo— porque me encantaría disciplinarla.
Sade era famoso ya para esa época. Había protagonizado varios escándalos y
Drácula llegó a Bretaña a mediados del siglo XIX más o menos como lo narra la novela de Bram Stoker, quien fue miembro de la sociedad ocultista Golden Dawn que se dedicaba a investigar lo paranormal y tenía amplio conocimiento de los vampiros. Así fue como Stoker contactó a Abraham Van Helsing quien le entregó los diarios y correspondencias de quienes había conocido a Drácula cuando éste se enamoró de Mina Harker, la reencarnación de su esposa muerta por los turcos siglos atrás. Esta es la novela que todos conocen y que hizo universal la historia de Drácula. No obstante la novela misma menciona al final como Drácula “muere” cuando poco antes de salir el sol Jonathan Harker le clava una daga de metal en el pecho y Drácula se deshace en nieblas… pero las dagas de metal no matan a los vampiros y Drácula es un poderoso mago capaz de de
Ahora sabía lo que querían hacer… traer a Moloc a la Tierra pero para ello necesitaban que encarnara en un cuerpo cuya materia fuera compatible con esta dimensión. Necesitaban que yo operara como su madre, como vientre sustituto para que él se volviera corpóreo y capaz de vivir en este plano. Sin duda el parto se daría inmediatamente y culminaría con mi muerte porque el demonio Moloc brotaría de mis entrañas destrozándome.Y así todo se preparó. Los Borgia se unieron al círculo de extraños monjes mientras Rasputín comenzó a realizar la invocación frente a mí, la misma extraña letanía que pronunció en Siberia en 1908. Me cortó el brazo y tomó algo de mi sangre con la cual dibujó un sigilo diabólico en el vidrio del espejo. La sangre brilló resplandeciente y el vidrio cambió por
Bitácora personalAgente Laura TalbotMisión: Detención de críptido hostil a la vida humanaLugar: Abadía Borgia (abadía abandonada situada en Liverpool) 1 de agostoHabíamos detenido a dos logias vampíricas de sus planes para la invocación del demonio Moloc a nuestra dimensión. Moloc, un antiguo dios pagano mesopotámico y, según se dice, padre de todos los vampiros, era famoso por destruir civilizaciones y definitivamente no era buena idea que nos visitara. Para ello infiltramos a Lucilla entre las logias a pesar del riesgo. Todos sabíamos, incluso Fort quien era el más reticente a dejar que su novia corriera peligro, que cualquier sacrificio era necesario en este caso pues el destino del planeta entero estaba en juego. Cumplimos la misión con éxi
Perdí el conocimiento y me desperté nuevamente. Sólo que ahora me encontraba en una habitación extraña que nunca había visto. Parecía un cuarto de hotel barato. Cuando recuperé completamente el sentido un hombre gordo y desnudo estaba a mi lado tratando de revivirme. —¡Gracias a Dios! —dijo— lo último que necesitaba era tener que explicarle a la policía por qué tenía a una prostituta muerta a mi lado. ¿Estás drogada? —¿¡Que!? —pregunté— ¿A quien llama prostituta…? —reclamé, pero luego me percaté que yo estaba desnuda también. ¿Había viajado a otro universo paralelo? —Devuélvame el dinero y me iré —dijo. No vi razón en discutir. Un fajo de unos pocos euros descansaban en el buró al lado de la cama y se lo entregué. El tipo salió del hotel y yo procedí a bañarme y luego a vestirme, si a eso podía llamarse “vestirse” ya que la ropa que me había quitado y que descansaba sobre la cama era una minifalda miniatura, un top ajust
—¿Talbot? ¿Talbot? ¿Estás bien? —me decía Fort. Yo estaba sobre el suelo en el pasto de un área suburbana con la noche estrellada sobre mí. Fort me daba algunas palmaditas en las mejillas y me ayudó a incorporarme. Lo más extraño era un equipo técnico de un camarógrafo y un sonidista que estaban filmando y granado todo. —Sí, estoy bien, lo siento. ¿Qué pasa? ¿Quiénes son ellos? —pregunté. Fort sonrió. —Parece que no conoces a Mike y Frank. Han estado con nosotros dos temporadas. —¿Dos temp… de que hablas? —pero recordé que debía estar en otro universo y pensé que lo mejor era seguir la corriente y luego averiguar todo para no llamar la atención. Fort y yo estábamos en una misión ordinaria, tal parece que alguien había llamado por un críptido que merodeaba el vecindario. Revisábamos callejones oscuros y áreas verdes con los técnicos siguiéndonos a cada rato, y más curioso aún Fort le hablaba a la cámara y explicaba cosas como “L
Pero de nada sirvió. Desperté sobre una cama de hospital en una habitación acolchada y… ¡con camisa de fuerza! Empecé a gritar y gritar pidiendo auxilio. Una enfermera abrió la puerta con mirada severa y le dije que necesitaba hablar urgentemente con el encargado. Ella negó con la cabeza con gesto de que yo estaba loca. Casi una hora después llegó un médico psiquiatra a hablar conmigo. —Srta. Talbot —me dijo— sabe bien que usted está aquí para que podamos ayudarla. —Es que no entienden —respondí— provengo de otra dimensión —y tras decir eso me arrepentí inmediatamente. Sin duda no servía como argumento de mi cordura. El médico me dio unas palmaditas condescendientes en el hombro. —Sí, sí, sabemos que usted tiene todas esas locas fantasías de un mundo donde usted es mujer lobo y combate monstruos y vampiros salvando a la humanidad. Pero todo ello son alucinaciones, productos de su mente. Por uno
Informe general30 de julio de 20…No soy de escribir mucho sobre mi vida privada pero creo que es importante mantenerlos informados como inversionistas que son y por el bien del Proyecto Armagedón.Recibí la visita de ella la noche anterior. Sucedía con frecuencia desde que heredé su presencia. Recuerdo bien aquel funeral de mi tío Lord Bartholomew Lovecraft III. Era lluvioso pero aun así había una multitud dándole el último adiós en uno de los cementerios más caros y aristocráticos de Bretaña. El párroco anglicano realizó los últimos ritos solemnes y lanzó agua bendita al féretro y este se hundió en la tierra mediante un mecanismo especial y el sepulturero lo cubrió con tierra enlodada. Mi tío me había nombrado su heredero y me legó sus título
Mi método de interrogatorio es tremendamente eficaz y Teillefer lo sabe. Por eso me lo pidió: —Lucilla, por favor, ahórranos tiempo. Retuvieron al lobo blanco entre varios agentes y lo encadenaron a la misma pared donde otrora estaba yo. Allí me le acerqué y extraje mis colmillos. Él se resistió pero no mucho tiempo. Los clavé en su cuello y le extraje la sangre. Sabrosa… la sangre de licántropo tiene un condimento especial. Pero lo importante del caso era la información que nos podía suministrar porque siempre he podido leer las mentes de quienes me alimento. A mi cabeza llegaron imágenes de la Segunda Guerra Mundial. Lo vi disparando contra tanques rusos en medio de la nieve y asesinando prisioneros judíos y gitanos con una afilada daga. Recuerdo bien la Segunda Guerra Mundial, me tocó vivirla. Mucha gente no lo sabe pero Hitler no sólo buscaba matar judíos y gitanos, también vampiros. Las SS tenían órdenes de matar a cualquier vampiro que