POV ALESSIA ¿Espérame aquí?Miré cómo se iba rápidamente al baño, aun desnudo y sentí como mi rostro se calentaba, al parecer no le importaba que lo viera desnudo, bueno es normal al saber que ya nos habíamos visto hasta el alma, pero era algo nuevo para mi.Dios mío —pensé, recordando todo lo que había sucedido hace unas horas. Estaba en blanco, en shock, había tenido mi primera vez con un hombre y no con cualquier hombre, no, sino con mi esposo falso.¿Como un enfado podría llevarte a esto con tu pareja?, ahora entendía a Gabriella cuando decía que el tener intimidad arreglaba todo, pues era justo lo que había sucedido con nosotros.Sí, me atraía Valentino y sabía que él empezaba a gustarme demasiado, tal vez ya tenía sentimientos por él y no quería simplemente aceptarlos, habíamos aprendido a convivir juntos, nos llevábamos bien y despues de todo lo que había hecho por mi, sentía que los sentimientos empezaron, pero era muy necia como para hacerles caso o simplemente para pensar
—¿Y qué pasará con Lorenza? —El solo escuchar su nombre hacia que una ira me llenara, la odiaba y mucho.—Sé que lo hará, si no voy a verla, disfrutará verme en problemas, pero no puedo arriesgarme, es complicado… aun decido si ir o no, aparte aun no envía la dirección —comenté, apretando los puños.—Tengo información nueva de ella y está confirmada —por el tono de su voz, supe que era algo muy serio.—Habla —dije, preparándome para escuchar.Mejor me levanté de mi silla y empecé a caminar por toda mi oficina, algo me decía que no me gustaría para nada lo que estaba por escuchar y era mejor recibir la noticia parado, que sentado.—Sabes que tú tienes enemigos y son fuertes —dijo, a lo que lo miré como si fuera una estúpida broma.—¿Es enserio, Enzo?, ¿como mierdas no sabría que tengo enemigos y el poder de cada uno? —pregunté, no estando para bromas.—¿Puedes dejar que terminé de hablar? —cuestionó, empezando a irritarse, pues odiaba eso—. Tal vez así sabrías porque digo lo que digo,
POV VALENTINO MARCHETTICuando llegué a casa hablé con mi amada de llaves para saber si Alessia había salido de su habitación, pero su respuesta no fue lo que quería escuchar.Se rehusó en salir y después de tanto existir por parte de Florencia para que desayunara, aceptó el desayuno en su habitación, también quiso saber si aun me encontraba en casa.—Muchas gracias, iré a verla —salí de la cocina donde ella se encontraba mientras supervisaba a las cocineras.Rápidamente me dirigí a las escaleras, esperaba que quisiera hablar conmigo o al menos me insultara, cualquier cosa era mejor que su silencio. Se había encerrado en su habitación después de nuestro encuentro y no había salido más, me empezaba a preocupar y no sabía que debería de hacer.Toqué levemente, recordando que odiaba que abriera sin avisar.Esperé varios minutos, pero no contestaba y empezaba a preocuparme.¿Sí le había sucedido algo?No, no, deja de pensar estupideces —pensé, molesto conmigo mismo.—Alessia, soy yo… Vale
Me subí en mi automóvil y arranqué, era claro que más adelante Franco y otros hombres más estarían rondando los alrededores del restaurante, no era tan estupido para ir sin protección, no confiaba en Lorenza, para nada y sabía que en cuanto tuviera la oportunidad me mataría y yo igual con ella.Cuando llegué al lugar estaba a tiempo, no hubo necesidad de dar mi nombre, en cuanto me vieron me condujeron hasta el último piso y sonreí, no creyendo que en verdad lo hubiera hecho, pero en cuanto llegué a la mesa, solté una risa irónica.El mismo lugar, la misma mesa donde le había pedido matrimonio.—Lorenza —nombré, estaba de espaldas a mi. Estaba por voltearse, pero me adelanté y me senté al frente suyo—. Ahórrate le saludo.No dijo nada por varios segundos, segundos que fueron eternos para mí, odiaba tener que desperdiciar mi tiempo con ella.El tenerla tan cerca y no poder matarla era difícil, me estaba conteniendo y trataba de pensar en otra cosa para no cometer el delito, no podía ha
AÑOS ANTES. (NARRACIÓN UN POCO DE LA VIDA DEL ABUELO DE VALENTINO), SI QUIEREN SALTARLO, PUEDEN EMPEZAR A LEER NUEVAMENTE DESDE LA ACTUALIDAD, ES EL CAPÍTULO 30 —Hay un problema señor Lambert. — ¿Cuál? —cuestioné, empezando a enfadarme. Hoy no era un lindo día y esta llamada solo lo empeo… Ja, a quien engañaba, todos los días eran una completa m****a. —La abuela murió, pero la niña sobrevivió al accidente. Me detuve de inmediato al escucharlo. No estaba entre mis planes un error como este. Apreté el celular en mi mano y lo estampé contra la pared haciéndolo añicos. —¡¿ACASO SON UNOS PUTOS PRINCIPIANTES?! —bramé, agarrando de la camisa a Franco quien se encontraba a mi lado—. ¡TE DIJE QUE QUERÍA A LOS MEJORES! —Y lo son —susurró—. Pero los imprevistos ocurren y… —No sigas —lo solté y arreglé un poco mi saco. Respiré profundo para tratar de tranquilizarme—. Los quiero muertos. Mas tarde arreglaremos cuentas tú y yo. Entramos a la que sería mi nueva propiedad acá en Turquía y m
Odiaba permanecer lejos de casa por tanto tiempo y para mi mala suerte este mes estaría mucho tiempo por fuera, así que cuando llegué y un rico aroma impacto mis fosas nasales, mi día mejoró un poco.— ¡Noah! —gritó Rose, quien venía bajando de las escaleras apresuradamente. Abrí mis brazos para recibirla en un fuerte abrazo—. Te extrañe.—No más que yo —susurré, apretándola aún más a mí, pero al reparar en algo, me separé confundido y nos miré a ambos—. Me voy solo por una semana y tú creces más de tres centímetros. Deja de crecer.—Tan imposible como es que me dejes ir a Estados Unidos con Sofia —deje de sonreír de inmediato—. Está bien, lo entiendo…mejor cambiemos de tema, ya sé que es lo que quiero para mis 15.— ¿Qué quieres? —sus ojos brillaron de emoción haciéndome sonreír. Era la única que podía hacerlo.—Un viaje de dos personas a la India, quiero aprender más sobre su cultura, quiero…—No —negué rotundamente.Jamás.Pasé por su lado y caminé hasta las escaleras para ir a mi
—Te vi tan preocupada por ella ese día, que quise ayudarla de nuevo. Le di un hogar y un trabajo solamente por ti, porque sé cuánto la quieres y el amor que sientes por ella, pero… —suspiré y negué—. Es imposible lo que dice, que bien que cambiaste de parecer y querías que nuestros hijos vivieran libremente, no podría con semejantes costumbres, reglas… como sea, viviríamos discutiendo —sonreí por inercia—. Y buscaría la manera de arreglarlo todo, te sorprendería con una gran cena bajo la luna y terminaríamos profesando nuestro amor, pero en cambio estoy aquí, hablándole a la nada y pensando en ti…como siempre.Pronto nos encontraremos mi amor, lo prometo. Llevé mi mirada a su ropa y negué levemente. No era capaz de hacerlo, aun no estaba listo para seguir el consejo de mi madre, tal vez nunca lo estuviera.Guardar todas sus pertenecías. Jamás.Mi teléfono empezó a vibrar en mis bolsillos y lo saqué rápidamente, al ver el nombre contesté de inmediato.—Dime —me levanté del suelo y ráp
—Señor Noah —murmuré un sí y seguí respondiendo correos. Ya había acabado con todo el trabajo pendiente y mostrado a Aysel lo que sería su trabajo de ahora en adelante, ahora íbamos de nuevo a la mansión—. Agradezco mucho su gesto de amabilidad y confianza al pensar que podría manejar la contabilidad de su empresa, pero solo soy una estudiante de cuarto año, no estoy aun lista para…—Aysel, tres cosas —enumeré viéndola, sus manos temblaban, arrugué mi ceño al verlas—. Señor Lambert, no Noah. Segundo, no pondría a alguien incompetente para manejar mi tan preciada contabilidad, vi tus notas y son buenas. Tercero, lo harás y más vale que no te equivoques, no es gratis tu estadía en mi mansión. ¿Alguna otra cosa por decir?—No es Aysel, soy Aysel para mi familia —se enderezo en su lugar, mientras sus ojos me miraban fijamente—. Usted es un amigo de mi padre, pero desconocido para mí. Señorita Aslanbey para usted.Casi sonreí al ver su nueva postura. Asentí sin más y atendí el teléfono que