Me subí en mi automóvil y arranqué, era claro que más adelante Franco y otros hombres más estarían rondando los alrededores del restaurante, no era tan estupido para ir sin protección, no confiaba en Lorenza, para nada y sabía que en cuanto tuviera la oportunidad me mataría y yo igual con ella.Cuando llegué al lugar estaba a tiempo, no hubo necesidad de dar mi nombre, en cuanto me vieron me condujeron hasta el último piso y sonreí, no creyendo que en verdad lo hubiera hecho, pero en cuanto llegué a la mesa, solté una risa irónica.El mismo lugar, la misma mesa donde le había pedido matrimonio.—Lorenza —nombré, estaba de espaldas a mi. Estaba por voltearse, pero me adelanté y me senté al frente suyo—. Ahórrate le saludo.No dijo nada por varios segundos, segundos que fueron eternos para mí, odiaba tener que desperdiciar mi tiempo con ella.El tenerla tan cerca y no poder matarla era difícil, me estaba conteniendo y trataba de pensar en otra cosa para no cometer el delito, no podía ha
AÑOS ANTES. (NARRACIÓN UN POCO DE LA VIDA DEL ABUELO DE VALENTINO), SI QUIEREN SALTARLO, PUEDEN EMPEZAR A LEER NUEVAMENTE DESDE LA ACTUALIDAD, ES EL CAPÍTULO 30 —Hay un problema señor Lambert. — ¿Cuál? —cuestioné, empezando a enfadarme. Hoy no era un lindo día y esta llamada solo lo empeo… Ja, a quien engañaba, todos los días eran una completa m****a. —La abuela murió, pero la niña sobrevivió al accidente. Me detuve de inmediato al escucharlo. No estaba entre mis planes un error como este. Apreté el celular en mi mano y lo estampé contra la pared haciéndolo añicos. —¡¿ACASO SON UNOS PUTOS PRINCIPIANTES?! —bramé, agarrando de la camisa a Franco quien se encontraba a mi lado—. ¡TE DIJE QUE QUERÍA A LOS MEJORES! —Y lo son —susurró—. Pero los imprevistos ocurren y… —No sigas —lo solté y arreglé un poco mi saco. Respiré profundo para tratar de tranquilizarme—. Los quiero muertos. Mas tarde arreglaremos cuentas tú y yo. Entramos a la que sería mi nueva propiedad acá en Turquía y m
Odiaba permanecer lejos de casa por tanto tiempo y para mi mala suerte este mes estaría mucho tiempo por fuera, así que cuando llegué y un rico aroma impacto mis fosas nasales, mi día mejoró un poco.— ¡Noah! —gritó Rose, quien venía bajando de las escaleras apresuradamente. Abrí mis brazos para recibirla en un fuerte abrazo—. Te extrañe.—No más que yo —susurré, apretándola aún más a mí, pero al reparar en algo, me separé confundido y nos miré a ambos—. Me voy solo por una semana y tú creces más de tres centímetros. Deja de crecer.—Tan imposible como es que me dejes ir a Estados Unidos con Sofia —deje de sonreír de inmediato—. Está bien, lo entiendo…mejor cambiemos de tema, ya sé que es lo que quiero para mis 15.— ¿Qué quieres? —sus ojos brillaron de emoción haciéndome sonreír. Era la única que podía hacerlo.—Un viaje de dos personas a la India, quiero aprender más sobre su cultura, quiero…—No —negué rotundamente.Jamás.Pasé por su lado y caminé hasta las escaleras para ir a mi
—Te vi tan preocupada por ella ese día, que quise ayudarla de nuevo. Le di un hogar y un trabajo solamente por ti, porque sé cuánto la quieres y el amor que sientes por ella, pero… —suspiré y negué—. Es imposible lo que dice, que bien que cambiaste de parecer y querías que nuestros hijos vivieran libremente, no podría con semejantes costumbres, reglas… como sea, viviríamos discutiendo —sonreí por inercia—. Y buscaría la manera de arreglarlo todo, te sorprendería con una gran cena bajo la luna y terminaríamos profesando nuestro amor, pero en cambio estoy aquí, hablándole a la nada y pensando en ti…como siempre.Pronto nos encontraremos mi amor, lo prometo. Llevé mi mirada a su ropa y negué levemente. No era capaz de hacerlo, aun no estaba listo para seguir el consejo de mi madre, tal vez nunca lo estuviera.Guardar todas sus pertenecías. Jamás.Mi teléfono empezó a vibrar en mis bolsillos y lo saqué rápidamente, al ver el nombre contesté de inmediato.—Dime —me levanté del suelo y ráp
—Señor Noah —murmuré un sí y seguí respondiendo correos. Ya había acabado con todo el trabajo pendiente y mostrado a Aysel lo que sería su trabajo de ahora en adelante, ahora íbamos de nuevo a la mansión—. Agradezco mucho su gesto de amabilidad y confianza al pensar que podría manejar la contabilidad de su empresa, pero solo soy una estudiante de cuarto año, no estoy aun lista para…—Aysel, tres cosas —enumeré viéndola, sus manos temblaban, arrugué mi ceño al verlas—. Señor Lambert, no Noah. Segundo, no pondría a alguien incompetente para manejar mi tan preciada contabilidad, vi tus notas y son buenas. Tercero, lo harás y más vale que no te equivoques, no es gratis tu estadía en mi mansión. ¿Alguna otra cosa por decir?—No es Aysel, soy Aysel para mi familia —se enderezo en su lugar, mientras sus ojos me miraban fijamente—. Usted es un amigo de mi padre, pero desconocido para mí. Señorita Aslanbey para usted.Casi sonreí al ver su nueva postura. Asentí sin más y atendí el teléfono que
Una semana después— ¿No crees que eres muy duro con ella? —negué levemente, continuando con el postre que ella había preparado—. Trabaja mucho en tu empresa, llega ayudarme en la cocina, después termina sus trabajos pendientes, recibe sus clases de la facultad y .... ¿Aun sigues pensando que no eres duro?Solté la cuchara al terminar el último pedazo y sonreí. La sorpresa y la alegría llenaron sus facciones.—Quedó delicioso, tus manos son benditas —las agarré y le di un beso en cada una de ellas—. Gracias por prepararlo.—Si hubiera sabido que prepararlo te haría sonreír, lo habría hecho desde hace mucho mi niño, haré postres todos los días. Quiero verte sonreír todo el tiempo.—Engordare feliz entonces.—Que así sea —la miré fijamente y arrugué mi ceño al ver lo inquieta que se veía de repente. Había algo que no me quería decir—. Elif volvió en tu ausencia.Soltó rápidamente.— ¿Por qué no fui notificado sobre esto? —inquirí.—Yo fui la que no permitió que te dijeran, no quería que
—Ya puedes en… —no había terminado de hablar cuando ya estaba dentro.No sabía porque razón estaba tan malditamente nervioso, pero lo estaba y hacia enfadarme aún más de lo que estaba.— ¿Y cómo esta ella?—Primero, no soy tu médico personal Noah, me tendrás que pagar mucho dinero por esto —rodeé mis ojos, jamás cambiaria—. Bueno, he llegado a esta conclusión.—No necesito escuchar tus estúpidas conclusiones, necesito algo verídico Emma.—La tiraron de la piscina, la quisieron asesinar. Esta chica —la señaló—. Que por cierto es hermosa, debo aclarar, tiene desnutrición, moretones en diferentes partes de su cuerpo, ¿En qué mierda la pones a trabajar? ¿piensas que es uno de tus grandulones? Por dios mírala, se ve tan delicada que hasta me dan ganas de querer protegerla. Por su mal estado es normal tener mareos y si la encontraron en una piscina, tal vez la limpiaba, se mareo y vieron la oportunidad exacta para golpearla.— ¿Estará bien? —pregunté tenso.—Necesita mucho descanso, comer y
—Pues…evidentemente no es de mi familia —empezó a reírse nerviosamente—. Él es… ¿Por qué siempre tengo que responder cuando tú nunca lo haces? ¿Qué clase de relación es esta?Empuñé mi mano y suspiré al escucharla, trataba de evitar la maldita pregunta.¿Por qué? —Está bien, no respondas, eventualmente lo sabré —dije serenamente, no dejaría que más temas sobre Elif me hicieran perder la compostura—. Pero no vivirás más aquí, te iras a uno de mis apartamentos en el centro de la ciudad.— ¿Piensas que me echaras, así como si nada? —chilló indignada.—Agradece que no te hice nada por lo que le hiciste a Aysel, evítate más problemas y mantenme informado de todo lo que hagas. Si Ömer se comunica contigo, quiero saberlo.La sorpresa en su rostro al nombrar a Ömer fue muy evidente. Su mirada esquivó la mía de inmediato.—No tendría por qué comunicarse conmigo, no quiero saber nada de ese hombre, él lo sabe.—Que bien —caminé hasta la salida, deteniéndome justo antes de irme—. Fue la últim