Pov LeandroAcabo de ir a dejar a Nicole y ya la extraño. Malditasea esa caliente gringa se me está metiendo hasta en los huesos y no estoy haciendo nada para impedirlo, también es que no quería. Su cuerpo, su voz, sus ojos, su personalidad todo en ella me atrae de una manera inexplicable.—Signori.—Dime Cipriano.—Acaba de llegar este sobre— mi ceño se arruga— no tiene remitente— lo deja encima del escritorio. —¿Quién lo trajo? - pregunto mientras lo abro.—Un mensajero. Lo interrogamos pero no quién lo enviaba, solo tenía órdenes de su jefe— asiento.Leo una y otra vez, no creyéndome lo que veo. Miro las fotos que en este contiene y veo rojo. Me levanto rápidamente saliendo de mi despacho.—Cipriano— gruño— tenemos que ir donde Nicole. ¡YA! —Ordeno. Saco mi celular marcando el número de Nicole. Necesito saber que está bien, que nada malo le ha pasado. Por favor cara contesta.—¡¡MIELDA !! - le doy un puño al auto— quería que me traigan al mensajero y al jefe, ahora vamos no tiene
¿Cómo se puede pasar de querer matar a una persona a querer comérselo a besos en unos simples minutos? Solo el estúpido hace eso posible.—Porque eres así— golpeo suavemente su pecho— parezco una jodida embarazada con las hormonas a mil— reímos mientras limpio mis lágrimas— es muy tierno cuando se lo propone Sr. Licciardi.—Solo para usted Srta. Davis— lo abrazo, mientras guardo en mi corazón y mente aquellas palabras tan hermosas que sé que recordare siempre. No todo el tiempo Leandro es romántico.—Yo también… ..me enamore de ti— susurro. No sé si lo han notado pero soy un poquito difícil para esto de confesar los sentimientos, pero por Leandro haré lo mejor— hace un… un tiempo atrás entregue todo de mí, ame con un ímpetu que no sabía que tenía, lo di todo y no fue suficiente. Me prometí a mí misma no volver hacerlo, pero llegaste tú, con tu arrogancia, con esa aura asesina pero tan malditamente sexy y caliente que no pude decir no, desde el segundo que te vi en esa camilla inconsci
—Leandro— abro mis ojos sorprendida mientras corro rápidamente los metros que nos separan.Quito su camisa para así tener una mejor visión de la herida, cuando la revise.—Sabía que te gustaba esa mierda del BDMS, pero no sabía que tanto— gruñe.—Lo siento, enserio— lo ayudo a levantarse— No sabía que eras tú. No debes de correr así estúpido— lo regaño.—Nunca me imaginé que tendrías una maldita arma en tu casa y menos que me dispararas estúpida— alzo mi ceja, mientras le doy una mirada letal— puedo sentir esa mirada de muerte que justo ahora me estás dando Nicole. —Tenemos que ir al hospital.—Aun no. Mis hombres se están corroborando que no queden más.—Tengo que sacarte ya mismo esa bala— cuestiono.—Lo harás aquí.—¿Estás seguro? - inquería con un poco de preocupación.—No es la primera ni será la última vez que saquen una bala— y eso era lo único que necesita para confirmar.La única respuesta que veo para entender el porqué de tantos hombres custodiando su casa y de que quieran
—Nunca nadie había hecho lo que acabas de hacer. Y si lo llegara hacer, moriría - exclama. —No soy nadie…. Soy tu novia —me cruzo de brazos.Se acerca lo suficiente para inclinarse y susurrarme. —No te aproveches cara. No lo hagas.Eso sonó a una clara advertencia. —¿Me estas advirtiendo? - pregunto incrédula. —Solo te informo Nicole —sube su mano para acariciar mi cabello - estoy demasiado estresado y no quería tener que descargar mi ira contigo. —Yo descargare mi ira contigo si no me dados porque llamaste a Britney la creadora de toda perra habitante en la tierra.Emite una pequeña risa pero mi mirada de advertencia lo hace callarse rápidamente. —¿Se conocen? —No tienes derecho a preguntar, no ahora - lo señalo. Asiente. - responde. —Para que me quitara la bala que tú muy deseosamente pusiste para que yo cumpliera tus deseos por una semana - me acusa. —Tres cosas Leandro - lo rempujo separándolo de mi - primero. Jamás tentaría con la vida de alguien para cumplir una maldita
El voltea rápidamente a mi dirección.—Leni — dice mientras corre a mi encuentro. Solo él me llama así y enserio ya extrañaba que me llamaran de esa forma.Soy envuelta por sus brazos mientras me aprieta demasiado a él …… demasiado-No…. No pued — do… res… respirar— digo entrecortadamente.—Lo siento— me suelta mientras sonríe— no me di mi fuerza.—Si claro— respondo sarcástica - que hermoso estas. Me siento demasiado orgullosa de que seas mi hermano.—Yo siento todo lo contrario— arruga su entrecejo mientras me da un análisis rápido— estas en un estado deplorable. Parecieras que no hubieras dormido hace una semana, al menos no hueles mal.—Bueno, gran parte es verdad— confieso — pero… ..—Srta. Nicole— uno de los hombres se acerca— el Signori acaba de llegar y si en diez no la llevamos, nos matara.—¿Matar? - Cris me ve horrorizado - ¿con que clase de personas te estas relacionando Nicole Davis?Mierda. —Solo, mantén la mente abierta y no te alteres. Te contare todo más tarde — supl
—Davis— dice apenas llega Rizzo.—Lo hice Rizzo— sonrió e igual que yo, también lo hace.—Felici….—Acaba de entrar en paro— habla el anestesiólogo.Volteo a mirar la escena horrorizada.¿Qué hice mal?—¿Cómo?—¡La perdemos! - continua un enfermero.—Desfibrilador— de manda Rizzo mientras corre rápidamente para hacer compresiones— ¿Qué rayos hiciste Davis? - me pregunta con enfado.—N — nada — tartamudeo mientras veo como trata de reanimarla— solo lo que se hace. Saque las dos balas.—¿Hiciste radiografías? - pregunta en un gruñido.—No había tiempo— respondo rápidamente.—¿Cómo que no había tiempo? ¡¡La operaste sin saber a qué te enfrentabas !! ¿Qué clase de medico eres? ¿Acaso eres estúpida? ................. Carga a 200yul.Ok, eso dolió. —No había tiempo. Tenía que operarla o moriría— exclamo nerviosa.—Si esta paciente se muere, tu maldita carrera como médico acabara mucho antes de haber empezado— me amenaza mientras hace compresiones en su pecho.—¿Qué clase de médic
Ya se imaginaran que sucedió.Sí, me fui con Leandro.En mi defensa, que te busque y te diga semejante declaración automáticamente cualquier enojo se evapora al instante, y no es como si fuera estado enojada con él.Leandro en plan romántico me enamora cada vez más. Nunca imagine verlo en este plan, sonare egoísta pero quería ser la única que logre ver esta faceta cariñosa de él.- ¿En qué piensas? - su mano se posa en mi muslo. Me mira rápidamente para después dirigir de nuevo su mirada a la carretera.- En que soy muy egoísta— confieso.- ¿Por qué? - pregunta al instante.- Quería ser la única persona que admire esa faceta tuya - susurro.- ¿Cuál? - empieza a realizar pequeñas caricias.- La de enamorado Lean.- ¿Lean? –Pregunta con una ceja alzada— me gusta— dice segundos después.- Y aunque no te gustara igual te lo diría— rio mientras él niega sonriente.Ambos nos quedamos en un silencio cómodo lo que resta de camino. Llegamos a su mansión y encuentro el doble de seguridad que ha
—Contesta. ¿Quién nos quiere separar? - vuelvo a preguntar. Camino hasta quedar detrás del escritorio donde se encuentra Leandro.Veo como su manzana de adán sube y baja. Todo su cuerpo está en tención.—Yo me retiro— habla un incómodo Cipriano.Leandro asiente.Cuando la puerta es cerrada habla.—¿Quién te dio permiso para escuchar mis conversaciones Nicole? –Me riñe.Abro los ojos sorprendida.—¿Necesito permiso? - inquería incrédula.—Si Nicole, lo necesitas— masculla entre dientes— ¿Ya te encuentras de buen humor?—Siempre estoy de buen humor.Alza una ceja mientras me da su estúpida mirada de ¿enserio?—Bueno está bien— levanto las manos en forma de derrota— últimamente estoy de mal humor. Ahora respóndeme la maldita pregunta Leandro.Me cruzo de brazos molesta mientras lo fulmino con mi mirada. Este rodea el escritorio a la vez que me volteo para quedar cara a cara.—Estas muy gruñona últimamente cara— susurra mientras una de sus manos acaricia mi mejilla y la otra se sit en mi