Había olvidado cual era la sensación de complacencia al saber que has llegado temprano, aun no me lo creo, yo Nicole Davis llegando temprano seguro y hoy me pasa algo malo.—Nicole llegando antes de tiempo, pensé que no viviría para presenciar esto— habla Rizzo con burla.—Sabes los milagros existen Angelo— sonrió.—¿Cómo estás? - me pregunta mientras nos saludamos como lo hacemos últimamente, un abrazo y un beso.—No me puedo quejar— me encojo de hombros. Asiente— ¿Tienes para mí una extraordinaria cirugía a la cual deba asistir? - pregunto con mis adorables pucheros.—Sabes que no me puedo negar cuando haces ese gesto tan tierno— habla mientras aprieta mis cachetes. Asiento sonriendo— tal v…No termina porque se ve interrumpido por una potente voz que hace erizar y estremecer cada parte de mí. Odio que mi cuerpo aun siga respondiendo a su presencia, que aun tenga ese poder en mí. Es su gran ventaja y el conoce de ella.—Mierda— susurro.Es el idiota y ya puedo oler los Problemas.—B
Leandro cumplió….Cumplió cada maldita palabra que prometió. Nos entregamos a la pasión y lujuria donde nos llevaron a múltiples orgasmos arrasadores, que lo único que hacían era activar esa sed y hambruna que ambos teníanmos. Removiendo de nuevo ese fuego intenso el cual la única manera de apagarlo era fundiéndonos el uno al otro para intentar disipar esa pasión que al pasar el tiempo no disminuía al contrario se prendía cada vez más. Claramente nuestros cuerpos se estaban desquitando por el largo tiempo que tuvieron el uno sin el otro ,mos parecía unos ninfomanos aunque Leandro no está lejos de serlo, era impresionante la manera en como su miembro flácido en cuestión de minutos retomaba vida.- Detén tu mano ahora mismo— exijo mientras una mano recorre mi ombligo con destino a mi vagina.—Una vez más, ¿sí? —Lo miro incrédula— es la última por hoy— afirma Leandro recalcando el “hoy” mientras da repetitivos besos en mi hombro y cuello, hacer que es mi punto débil quiereme cambiar de
Pov LeandroAcabo de ir a dejar a Nicole y ya la extraño. Malditasea esa caliente gringa se me está metiendo hasta en los huesos y no estoy haciendo nada para impedirlo, también es que no quería. Su cuerpo, su voz, sus ojos, su personalidad todo en ella me atrae de una manera inexplicable.—Signori.—Dime Cipriano.—Acaba de llegar este sobre— mi ceño se arruga— no tiene remitente— lo deja encima del escritorio. —¿Quién lo trajo? - pregunto mientras lo abro.—Un mensajero. Lo interrogamos pero no quién lo enviaba, solo tenía órdenes de su jefe— asiento.Leo una y otra vez, no creyéndome lo que veo. Miro las fotos que en este contiene y veo rojo. Me levanto rápidamente saliendo de mi despacho.—Cipriano— gruño— tenemos que ir donde Nicole. ¡YA! —Ordeno. Saco mi celular marcando el número de Nicole. Necesito saber que está bien, que nada malo le ha pasado. Por favor cara contesta.—¡¡MIELDA !! - le doy un puño al auto— quería que me traigan al mensajero y al jefe, ahora vamos no tiene
¿Cómo se puede pasar de querer matar a una persona a querer comérselo a besos en unos simples minutos? Solo el estúpido hace eso posible.—Porque eres así— golpeo suavemente su pecho— parezco una jodida embarazada con las hormonas a mil— reímos mientras limpio mis lágrimas— es muy tierno cuando se lo propone Sr. Licciardi.—Solo para usted Srta. Davis— lo abrazo, mientras guardo en mi corazón y mente aquellas palabras tan hermosas que sé que recordare siempre. No todo el tiempo Leandro es romántico.—Yo también… ..me enamore de ti— susurro. No sé si lo han notado pero soy un poquito difícil para esto de confesar los sentimientos, pero por Leandro haré lo mejor— hace un… un tiempo atrás entregue todo de mí, ame con un ímpetu que no sabía que tenía, lo di todo y no fue suficiente. Me prometí a mí misma no volver hacerlo, pero llegaste tú, con tu arrogancia, con esa aura asesina pero tan malditamente sexy y caliente que no pude decir no, desde el segundo que te vi en esa camilla inconsci
—Leandro— abro mis ojos sorprendida mientras corro rápidamente los metros que nos separan.Quito su camisa para así tener una mejor visión de la herida, cuando la revise.—Sabía que te gustaba esa mierda del BDMS, pero no sabía que tanto— gruñe.—Lo siento, enserio— lo ayudo a levantarse— No sabía que eras tú. No debes de correr así estúpido— lo regaño.—Nunca me imaginé que tendrías una maldita arma en tu casa y menos que me dispararas estúpida— alzo mi ceja, mientras le doy una mirada letal— puedo sentir esa mirada de muerte que justo ahora me estás dando Nicole. —Tenemos que ir al hospital.—Aun no. Mis hombres se están corroborando que no queden más.—Tengo que sacarte ya mismo esa bala— cuestiono.—Lo harás aquí.—¿Estás seguro? - inquería con un poco de preocupación.—No es la primera ni será la última vez que saquen una bala— y eso era lo único que necesita para confirmar.La única respuesta que veo para entender el porqué de tantos hombres custodiando su casa y de que quieran
—Nunca nadie había hecho lo que acabas de hacer. Y si lo llegara hacer, moriría - exclama. —No soy nadie…. Soy tu novia —me cruzo de brazos.Se acerca lo suficiente para inclinarse y susurrarme. —No te aproveches cara. No lo hagas.Eso sonó a una clara advertencia. —¿Me estas advirtiendo? - pregunto incrédula. —Solo te informo Nicole —sube su mano para acariciar mi cabello - estoy demasiado estresado y no quería tener que descargar mi ira contigo. —Yo descargare mi ira contigo si no me dados porque llamaste a Britney la creadora de toda perra habitante en la tierra.Emite una pequeña risa pero mi mirada de advertencia lo hace callarse rápidamente. —¿Se conocen? —No tienes derecho a preguntar, no ahora - lo señalo. Asiente. - responde. —Para que me quitara la bala que tú muy deseosamente pusiste para que yo cumpliera tus deseos por una semana - me acusa. —Tres cosas Leandro - lo rempujo separándolo de mi - primero. Jamás tentaría con la vida de alguien para cumplir una maldita
El voltea rápidamente a mi dirección.—Leni — dice mientras corre a mi encuentro. Solo él me llama así y enserio ya extrañaba que me llamaran de esa forma.Soy envuelta por sus brazos mientras me aprieta demasiado a él …… demasiado-No…. No pued — do… res… respirar— digo entrecortadamente.—Lo siento— me suelta mientras sonríe— no me di mi fuerza.—Si claro— respondo sarcástica - que hermoso estas. Me siento demasiado orgullosa de que seas mi hermano.—Yo siento todo lo contrario— arruga su entrecejo mientras me da un análisis rápido— estas en un estado deplorable. Parecieras que no hubieras dormido hace una semana, al menos no hueles mal.—Bueno, gran parte es verdad— confieso — pero… ..—Srta. Nicole— uno de los hombres se acerca— el Signori acaba de llegar y si en diez no la llevamos, nos matara.—¿Matar? - Cris me ve horrorizado - ¿con que clase de personas te estas relacionando Nicole Davis?Mierda. —Solo, mantén la mente abierta y no te alteres. Te contare todo más tarde — supl
—Davis— dice apenas llega Rizzo.—Lo hice Rizzo— sonrió e igual que yo, también lo hace.—Felici….—Acaba de entrar en paro— habla el anestesiólogo.Volteo a mirar la escena horrorizada.¿Qué hice mal?—¿Cómo?—¡La perdemos! - continua un enfermero.—Desfibrilador— de manda Rizzo mientras corre rápidamente para hacer compresiones— ¿Qué rayos hiciste Davis? - me pregunta con enfado.—N — nada — tartamudeo mientras veo como trata de reanimarla— solo lo que se hace. Saque las dos balas.—¿Hiciste radiografías? - pregunta en un gruñido.—No había tiempo— respondo rápidamente.—¿Cómo que no había tiempo? ¡¡La operaste sin saber a qué te enfrentabas !! ¿Qué clase de medico eres? ¿Acaso eres estúpida? ................. Carga a 200yul.Ok, eso dolió. —No había tiempo. Tenía que operarla o moriría— exclamo nerviosa.—Si esta paciente se muere, tu maldita carrera como médico acabara mucho antes de haber empezado— me amenaza mientras hace compresiones en su pecho.—¿Qué clase de médic