-Si claro entren, están en su casa- hable cuando ellos se posicionaron como soldaditos frente a mi cama.
-Esto es serio Jane- habla Damián sin quitar su vista de mi examinándome lentamente de los pies a la cabeza, niega cerrando por un momento los ojos, aun no me he visto al espejo pero sé que estoy jodida, tanto como para que los ojos sin sentimientos de Damián muestren alguna emoción.
Volteo a ver
-Ya te dije que no quiero- volteo mi cabeza haciendo una mueca. -Solo pruébalo y sabrás que no está mal- dirige Aleister la cuchara nuevamente a mi cara a lo que la esquivo. Se está aprovechando de mi falta de movilidad. -Con solo verlo sé que sabe horrible, ya te dije que no quiero y no lo volveré a repetir- veo como pone los ojos en blanco pero luego de un suspiro se ve más calmado. -Te demostrare que está rico- por fin quita la cuchara de mi cara y la lleva a su boca para pasarse el líquido de la disque "sopa" saludable. -Vez, está muy rica, ahora come- toma más de la sustancia con la cuchara dirigiéndola a mi boca, hago una mueca de disgusto al ver ese color amarillento con café, odio no poder moverme en estos momentos. -¿Pueden darnos un momento de privacidad?, necesito hablar con mi hermana, a solas- aprieta un poco más mi hombro pero sin provocar dolor.-Pero- habla Raisa mirando a su esposo alejándose de mí queriendo objetar.-Por favor Raisa, solo es un momento- Raisa asiente caminando a la puerta, el señor Thenny se levanta mirándome por última vez y caminando a la puerta y cerrándola dej&capitulo 41
-Te equivocas en dos cosas, primero él ha tenido numerosas oportunidades para raptarme o hacer lo que sea conmigo pero no lo ha hecho, además él puede que esté obsesionado conmigo hasta cierto punto pero dudo que de esa forma pues él a intentando tenerme de una forma diferente, además sus reacciones lo delatan, aunque al principio dude de él tanto como tú, además esto no ha comenzado apenas- miró a otro lado.-¿De qué hablas?- preguntó desorientado con cierto desconcierto.
-¿Recuerdas el veneno con el que te envenenaron en la fiesta de mi empresa?.-Fue con la miel creada del néctar de una flor llamada adelfa o algo así- frunce el ceño probablemente preguntando a qué viene la pregunta.-Gracias, ahora ve por mi hermano- asiente yendo saliendo de mi habitación a paso rápido, por lo mientras trato de pensar más a fondo la situación y uniendo hilos. -Pon música- le ordenó a Aleister el cual está en el mueble leyendo un libro aburrido que solo a él le gustan, se llevaría muy bien con el rarito de Damián.-No puedo, estamos en un hospital- habla como si no lo supiera y si despegar lo ojos del libro el cual ha leído desde hace más de una hora sin prestarme un poco de atención, ruedo los ojos arrugando la nariz lo malo de no poder mover mis manos es esto, depender de alguien que sigue las reglas tan estrictamente como si le pagaran.capitulo 44
-¿Cuándo podré salir?- pregunte por décima vez al doctor que solo da falsas sonrisas cálidas pero nunca dice nada importante, o que me importe.-Me temo que esta semana no será posible, pero si todo sigue bien la otra se le dará de alta exitosamente, aunque claro tiene que guardar reposo por al menos medio mes y venir al hospital cuando se le indique para ver cómo se encuentra- hago una mueca y veo a otro lado, esto parece una prisión, llevo cinco días dependiendo de los demás cuando nunca lo había hecho, ahora Aleister se cree que puede mandarme siguiendo indicaciones paso por paso y estando a mi lado como un perro guardián aun cuando ya le he dicho en diversas ocasiones amablemente que se largue, por otra parte mi único consuelo es Raisa que a veces contrabandea dulces y comida que le pido a escondidas de su amargado esposo y el inte
-¿Ya terminaste?- levanto mi cabeza viendo como su mirada está en otro lado menos en mí y si no me falla la vista veo cierto sonrojo en sus mejillas, sonrió complacida con sus gestos.-Tu solo déjate- respondí volviendo a repasar lentamente con las yemas de mis dedos esas letras cursivas que marcan la blanca piel de su cadera junto donde se hace esa apetecible línea de la V, observo mi nombre con cierto orgullo, a decir verdad me gusta de cierta forma saber que alguien lleva mi nombre en su piel. Me hace sentir más que complacida, esta emoción crece al saber que el intenso y aburr
-Por fin en casa- sonreí viendo todo como si fuese la primera vez que vengo después de tanto tiempo, esos pisos lustrados con la alfombra azul y paredes bien decoradas nunca las había echado de menos como ahora, incluso las inusuales pinturas de ángeles de siglos previos y la singular escultura de cuervo me parecen más bonitas que antes.-Recuerda que no debes hacer movimientos bruscos, por lo menos en dos semanas- y mi alegría se arruinó al oír la voz de Damián, tan mandón como siempre.
Último capítulo