Era el último día. No podía creer que todo terminó así. Pensé que esta experiencia me traería más confianza, pero finalmente solo incrementó mis traumas. Me sentí horrible por tener miedo. Por alejarme de Jack cuando realmente era mi único apoyo.
Se sentó en la cama y me miró. Inmediatamente me alejé y quede afirmando mis piernas entre mis brazos. Él se sorprendió. Bajó la vista habló despacio, con una voz rasposa.
–Emma… yo, dormiré en el sillón. –dijo, sin mirarme a los ojos. Negué con la cabeza.
–Jack no… lo siento. –me tomé la cabeza con las manos y suspiré. No podía creer que le tenga miedo.
Recordé su sonrisa. Su cabello rubio y sus amables ojos verdes. Cuando choqué con él en la clínica. Cuando nos encontramos en Lakeside. El pollo con verduras que preparó. Su risa, como se burló de mí cuando le dije que no me coqueteara. La manera en la que miraba a Jack. Su olor cuando me abrazó mientras yo lloraba. Su entusiasmo. Su positivismo. ¿Qué tan malo puede ser un hombre así? ¿Quién era realmente Ryan?Luego de buscar todo tipo de cosas de él en internet, la duda permanecía. Ninguno de los datos, información o noticias que aparecían de este boxeador, me ayudaron a entender lo que había pasado. Pero sin duda tiene un trauma de infancia con lo de sus padres, que claro ni Jack ni yo teníamos idea. Nunca le preguntamos de su pasado, nunca nos contó.
Hora después llegó Jack al hotel. Entró quitándose la corbata y tirándola en el sillón con un suspiro.–Qué onda ese Billy… –solté indignada.–Ya veremos en el ring. –respondió con un gesto serio. Lo cual me pareció profundamente genial y atractivo. Me quedé allí parada admirándolo hasta que me devolvió la mirada. Le dio unas palmaditas al espacio al lado suyo. De un salto me senté a su lado y apoyé mi cabeza en su pecho. Acarició mi cabeza con su mano.–Es tan suave tu cabello… –susurró. Enseguida me levanté y lo miré sorprendida.– ¿Qué dijiste?
¡La pelea que estaban esperando! ¡El encuentro de 12 rounds de los pesos pesados está a punto de comenzar!Las ovaciones eran impresionantes. Pero se convirtieron en abucheos cuando mencionaron su nombre. ¡En la esquina roja! ¡De pantaloncillos negros! ¡1 metro 98 y 107 kilogramos! ¡El asesino del norte! ¡Billyyyyyyyy Walker!Todos a mis costados comenzaron a gritarle cosas. ¡Asesino! ¡Eres una vergüenza para el boxeo! ¡Hijo de perra! entre otras cosas. Tiraron cosas al ring, y los guardias tuvieron que acercarse a calmar a las personas. Él entró con su capucha y la cabeza baja, a su lado los miembros de su staff lo cubrían para que no le llegara nada. Parece que no tiene muy buena fama Billy… Está su pasado presente después de todo.
Round 2De pronto el vacío que tenía en mi pecho cobró sentido: Eso era. Él era mi vacío. Mis ojos se llenaron de lágrimas.¡Empieza el segundo round!Mi cabeza daba vueltas. ¿Cómo ni los comentaristas notaron el golpe de Billy? ¡No tenía sentido!Apenas sonó la campana Jack se lanzó hacia él. ¡Callen no pierde tiempo! ¡Lanza unos Jabs a la guardia de Walker! Luego de varios golpes pude ver las piernas de Billy tambalearse. ¡Ahora sí! de repente abrió sus brazos y se colgó de Jack. ¡Un clinch! ¡El réferi los separa! ¡¿Qué haces maldito?! ¡Suéltalo ya! ¡Pelea como se debe! –gri
¿Qué acaba de pasar? no podía entender. ¿Esos golpes hicieron que Jack cayera a la lona?¡1! ¡2!Miles de gritos iniciaron. ¡Jack levántate! ¡Ponte de pie! Estuvo unos segundos así, con sus rodillas en el piso, y sus puños abajo. A su lado gritaba el referí, en la esquina lo esperaba Billy.– ¡JAAAAAACK! –grité con todas mis fuerzas. ¡4! ¡5! Jack se levantó y le dijo algo al referí molesto. Él seguía contando. ¡6! ¡7! – ¡Mierda Jack levanta los brazos ya!De repente el referí se detuvo. ¡Termina el conteo! Callen dice que fue un resbalón al pare
¡Referí cómo no detuvo la pelea antes! ¡Billy no debería ser boxeador! ¡¿A eso lo llaman boxeo?! Los gritos de la gente se intensificaron mientras sacaban a Jack de allí. Cuando lo vi salir por la puerta pude reaccionar. Sequé mis lágrimas son mi mano y salí de allí pidiendo permiso entre las personas. Debía verlo… Debía verlo… mi celular comenzó a vibrar. Lo ignoré y salí de allí lo más rápido posible. Desde una de las salidas un miembro del staff me reconoció y levantó la mano. Lo seguí por los pasillos hasta la habitación en donde se encontraba a Jack. Un grupo de gente discutía afuera de la puerta, vi al papá de Jack gritarles a unos jóvenes del servicio médico. – ¡Llamen a una ambulancia ahora mismo!
–Como le decía al señor Callen, detuvimos la hemorragia de la frente. Pero el verdadero problema es la contusión de nuca. Debería despertar en unas horas cuando deje de hacer efecto la anestesia. Pero la posibilidad de secuelas no es nula. Tendremos que tenerlo bajo vigilia.Pestañeé varias veces. El doctor puso su mano en mi hombro.–Pero no se preocupen, sus signos vitales están normales. No hay mayores riesgos. Traten de descansar ahora. Solo queda esperar su recuperación.–Gracias doctor. –dijimos al unísono con el papá de Jack. El doctor se fue por el pasillo y me deje caer en la silla.El papá de Jack se apoyó en la pared con un suspir
Pasaron días con Jack en la clínica. Lo dejaron allí en Sídney porque tienen el mejor equipo para su recuperación. Yo al día siguiente tomé el avión de vuelta a Riverlight que teníamos estipulado. Hablábamos todos los días por teléfono, y aunque me decía que estaba estupendamente, no podía dejar de pensar que ese golpe tendría repercusiones en el futuro. Sentía un dolor en el pecho permanentemente. Solo quería estar con él de nuevo, asegurarme de que está bien, y no que me llenaba de mentiras piadosas para dejarme tranquila.Una semana después volvió a la ciudad. Lo último que supe era que había vuelto, pero desde entonces que no responde mis llamadas ni mis mensajes. Pasaron días, no podía dormir bien preguntándome qu&ea