Pov Isis
Cuando un mensaje me notifica que los resultados de laboratorio de los pacientes del accidente ya están listos, le informo a la gran familia de la chica hacia a donde a sido transferida y que me encontraré con ellos en un momento. Necesito dejarle las indicaciones a la enfermera a cargo. A paso rápido me dirijo al laboratorio a buscar la bateria de examenes complementarios que habia indicado, que como había sospechado, están sobre los valores normales, por lo que preparo el alta médica de ambos conductores antes de echar un vistazo rápido en emergencias y ver que todo marcha demasiado bien para como se encuentra la situación fuera de nuestras puertas. El atasco habia sedido en gran medida en la ultima hora pero los noticiarios seguian emitiendo imágenes de lugares en los que no se habia avanzado ni quinientos metros. Me encamino a la habitación de la chica, un VIP por cierto, para ver si los padres necesitan algo y la joven está bien. Desde que entro, noto dos pares de ojos clavados en mi, pero no les prestó atención. Vengo a ver a la paciente no a sus ardientes hermanos. Me recuerdo un par de veces a mi misma para centrarme. -Veo que su hija esta bien instalada- les digo con una sonrisa acercandome para revisar los sueros y monitores a los que esta conectada, encontrando todo correcto.- Indicare que se le retire la intubacion ya que la inflamacion ha sedido y su patron respiratorio se encuentra estable- les sonrio para alentarlos y veo a la madre proferir una plegaria mirando al techo, por lo que espero a que termine para comenzar a hablar-Necesito que me respondan algunas preguntas-solicito. -Las que usted quiera doctora- afirma el joven de ojos verdes con una sonrisa socarrona. -Me dijeron, hace un rato, que ustedes habían separado a su hermana de las avispas, estoy en lo correcto- pregunto. -Si- asegura el más bajo de los dos hermanos. - Si me lo permiten, me gustaría examinarlos para asegurarme de que no corran el mismo riesgo que la señora Ismarat- les comento con voz suave mientras estos me comen con la vista, nunca me había mirado de esa forma y eso me tenia sumamente consternada o caliente, no estaba muy segura. -Si claro- manifiesta el más alto sin siquiera pensarlo. -Entonces, si pudieran acompañarme-pido señalandoles la puerta. Salimos de la habitación hasta una más privada, pero, para mi sorpresa, entran los dos al mismo tiempo. -Les molesta si el otro está presente mientras los examino – inquiero pero ambos niegan y el más alto toma asiento en la camilla tras señalarsela- Me puedes decir tú nombre, edad y si tienes alguna alergia–le pregunto con la tablet lista para tomar la información necesaria. - Mi nombre es Kamir Ismarat, tengo veinticinco años y ninguna alergia, que yo recuerde al menos- me menciona sin dejar de analizarme de arriba abajo sus ojos quedando fijos en mis labios no más comencé a hablar. -Gracias, ahora me enseñarías donde están las picaduras Kamir, ¿puedo llamarte así?- pregunto dudosa, muchos pacientes se sentían incómodos cuando los llamaba por su apellido sobretodo sí eran jóvenes. -Claro, lo que desee la hermosa doctora- indica y siento mis mejillas arder, cuando comienza a quitarse la camisa, mis ojos quedan fijos en un abdomen bien trabajado, él lo nota, toma mi mano y me jala hacia sí.- Puedes tocar si gustas- insinua socarrón. -Lo siento mucho- me disculpo con vergüenza agachando la mirada y me centro en mi objetivo nerviosa, como ya me habia informado solo tiene dos picaduras, una en el pecho y otra en el cuello. Me pongo guantes tras lavar mis manos para luego tomar un algodón y alcohol. Limpio la picadura de su cuello revisando que no esté más hinchada de lo que sería normal para luego hacer lo mismo con la de su pecho mientras le suplico a mi cuerpo no jugarme una mala pasada tocandolo fuera del lugar que debería. Soy una profesional y en cuatro años esto era algo que no me habia pasado por lo que no comenzaria hoy. Luego de autoaconsejarme aplico un antiinflamtorio tópico sobre las rojeces residuales para terminar y alejarme aun sin levantar la vista de mis manos. -Mirame a los ojos- exige y mi cuerpo responde a su llamado- Nunca apartes tu vista de la mía. Sus ojos no dejan los mios antes de sonreírme. -Eres preciosa-expresa. -Yo pienso lo mismo, hermano- agrega el otro chico y me sonrojo como un tomate maduro, como solía decir mi madre. -Gracias. Ya termine-Le informo a Kamir nerviosa y me dirijo al otro hermano- Puedes venir para examinarte. -Encantado, princesa -pasa a mi lado y roza mi cabello y hombro con su mano, a lo que doy un pequeño respingo y me pongo aún más colorada. Su contacto es electrico y la reaccion de mi cuerpo ante ellos me preocupa seriamente.- Kamir, sabes que, me gustaría saber hasta donde se extiende ese bonito color de sus mejillas- admite y no se me escapa el trasfondo lascivo de sus palabras. -Seria espectacular, hermano- el otro no deja de mirarme en ningún momento, comenzando a ponerme nerviosa, pero esa sensación no es la única que abruma mi cuerpo y siento como mis bragas comienzan a mojarse ante la electricidad que corre entre nosotros. -Basta ya, eso no es correcto-Les pido furiosa, sobretodo conmigo misma por las indecorosas respuestas que estaba teniendo mi cuerpo. -Lo siento si te molestó mi comentario-Dice el que está sentado frente a mi y pone cara de cachorrito, a pesar de que me relaja un poco, no compro su actuación inocente. - Me puedes decir tu nombre, edad y si tienes alguna alergia-cuestiono con una voz demasiado profesional, a pesar del efecto que causa su mirada fija en mis labios. Estoy nerviosa y yo nunca me pongo nerviosa. -Soy Amir Ismarat, tengo 27 años y soy alérgico a la penicilina- anuncia humedeciendo sus labios, sin dejar de mirar los míos de forma pasional. -¿Donde lo picaron las avispas, señor Ismarat?-Le pregunto mientras desecho los guantes para ponerme otros y este se saca la camisa que lleva puesta. - ¿Vas a privarme de oírte decir mi nombre? Podría quejarme por el trato preferencial- Susurra con nuestros rostros a centímetros de distancia. -Como desees Amir, ahora muéstrame- exijo desesperada por salir de esta situación ilesa. -Me gustaría oírte decirlo en otro momento con más emoción, pero tendré que conformarme- asegura y luego da la vuelta mostrándome cinco picaduras en su espalda, además de las dos que tiene en el pecho. Ambos tienen unos cuerpos bien trabajados que sacan mis deseos más impuros. Cuando estoy haciendo lo mismo que con su hermano un gruñido sale de sus labios, acompañado de un gemido cuando mi mano toca su hombro un poco más fuerte para que enderece la espalda. Se gira para que limpie las de su pecho, una está muy cerca de su pectoral, este cierra los ojos cuando paso el algodón por ella y suspira, al mirar hacia abajo, una gran tienda de campaña se forma en sus pantalones y me pongo extremadamente nerviosa. -Ya termine-les digo aplicando aprisa el antiinflamatorio.- Voy a ver si su hermana ya desperto, si me disculpan. Una mano se posa en mi mejilla antes de que pueda darme la vuelta para irme, es Kamir. -Gracias por todo, hermosa- sonrie antes de besarme la mejilla y un escalofrío recorre mi cuerpo. -Gracias, pequeña-dice esta vez Amir, repitiendo la misma acción y mi cuerpo repite el mismo efecto. Estos hombres me crispan los nervios a la vez que me excitan. -De nada –les aseguro y salgo corriendo hacia el cuarto de Beren con el corazón que quiere salirse por mi boca. Cuando estoy a salvo hasta de mis propios deseos fuera de aquella habitación, me regaño a mi misma de todas las formas posibles. La primera, por lo agitado que se encuentra mi corazón, la segunda y mas vergonzosa, por lo mojada que se encuentra mi ropa interior. He tenido un montón de pacientes calientes pero nunca mi cuerpo había reaccionado de esta forma con ninguno de ellos.Pov KamirIsis, he de admitir que me encanta su nombre, justo como el de la antigua diosa egipcia de la casa y la sabiduria, le venia como anillo al dedo ese nombre. Nuestra Isis de cabellos de fuego y labios tentadores. Su cercania era intoxicante, el olor a lavanda que flota a su alrededor, el hermoso tono rojo de sus mejillas y el fuego en sus ojos. Tratando de resistirse a sus propios deseos, la admiraba por ello, ya que yo me encontraba al limite del autocontrol. La pequeña habitacion parecia electrificada mientras estuvimos dentro.Al salir de la sala donde nos atendió la vimos corriendo hacia la habitación de mi hermana como una niña pequeña luego de pasarse algunas veces las manos por el rostro, un signo claro de frustracion. A pesar del estrés que le estabamos causando me encanto verla de aquella forma, perdiendo la compostura y ese trasfondo de frialdad profesional que tiene. Tal vez nos pasamos con ella y si lo hicimos vamos a tener que buscar una forma de acercarnos, porq
Pov IsisRecibir una llamada del director me había sorprendido sobremanera por lo que salí de la habitación para contestar y no molestarles. Tras informarme de forma grosera quienes eran las personas que se encontraban tras la puerta comenzó a agregar una larga lista de quejas y críticas hacia mi trato con los pacientes, más que correcto en cuanto al código de ética. Al parecer no soy lo bastante buena para atender a una familia real extranjera, como si no hubiera bastado con lo que pasó con la princesa Selene hace unos años, el incidente no había sido siquiera parecido pero la joven solo había querido hablar conmigo rechazando dirigirle la palabra incluso al jefe de servicios médicos. La familia no tuvo queja alguna en cuanto a mí, pero a mi jefe le molesto no tener el privilegio de atenderla él. Ahora era suspendida por no haber avisado a mi superior, el cual no hubiese podido llegar al hospital a tiempo aunque quisiera, de que su alteza real estaba en emergencias por un shock ana
Pov Amir Kamir estaba junto a mí al momento en el que Isis acepto y no más oírlo corrió a avisar a la familia, no sin antes palmearme la espalda y hacer una señal de victoria antes de salir por la puerta emocionado. -¿Viene con nosotros?—preguntó Beren con Ian en brazos, supongo que ya los niños son un poco mayores para eso pero a ella no le importa y lo hace tan a menudo como ellos la dejan, siempre deseo ser madre y no espero mucho luego de la boda para ello. -Si- dije tomando al pequeño y lanzándolo en el aire a lo que reía a carcajadas-¿Dónde están los otros dos pequeños? -Tío, ya te hemos dicho que no somos pequeños, cumpliremos ocho años pronto- se quejó haciéndose el molesto. -Lo sé, ya me lo has dicho-me burlo- ¿Entonces? -Están con sus padres cambiándolos para dormir la siesta, necesitamos estar listos a las cinco para la cena con la reina, sabes que debemos ser puntuales y tienen que dormir al menos ocho horas, no sé cuánto demoraremos y no quiero incomodar a la reina p
Pov IsisLa respuesta de Amir queda dando vueltas en mi mente por unos instantes, si bien es extraño tener dos esposos, supongo que sería peor tener un país inconforme, su hermana se ve radiante y mientras estuvo en el hospital sus esposos se veían tan miserables que apuesto a que darían su vida porque ella no fuera la que estuviera acostada en aquella cama.-Solo por curiosidad, cuántos hijos tienden a tener las familias en Ismecadar, su alteza- cuestiono curiosa, no veo la forma de que cuatro o cinco hombres compartan una mujer.-Ya que parece que no vas a acatar lo que te pido voy a pasar a las medidas drásticas-una sonrisa sexy se forma en su cara antes de seguir en contraste con el terror que me embargo-Te pedí que me tutearas, así que voy a castigarte si no lo haces- amenazó.Algo dentro de mí se calentó ante su amenaza causando que mis bragas se empaparan.-¿Qué quieres decir con eso?- indague un poco asustada.-Quiere decir que la próxima vez que te dirijas a mí por mi título
Pov Beren. El vuelo fue tranquilo a pesar de las travesuras de mis tres pequeños, aunque he de admitir que tuve que contener la risa cuando Ian le pregunto a Isis si era la novia de sus tíos, la cara de mi hermano menor fue un poema cuando su sobrino le dijo a la chica que él le habia dicho eso, pero lo merecia por decirle mentiras a los niños. Isis miraba todo en el camino a palacio con asombro y mis hermanos se ocuparon de mostrarle los lugares principales por los que ibamos pasando, saltandose algunas cosas y prometiendole llevarla luego a conocer todo. Para su propia desgracia dudo que ella olvide eso ya que parecia curiosa de todo lo que la rodeaba justo como Ibrahim cuando llegaba a un nuevo lugar lo que me causo una gran ternura. Por su bien esperaba que encontrara la forma de desgastarlos antes de que ellos encontraran sus puntos débiles, porque si no iban a camelarsela siempre como hacian mis esposos conmigo, pero nunca se los admitiría. Hablando de ellos, no habian sido cap
Pov IsisAmbos chicos me habían acompañado por los largos pasillos de techos abovedados de los cuales colgaban preciosas arañas de cristal mostrándome algunos cuadros de sus antepasados o hermosos paisajes a los que prometieron llevarme a ver en vivo luego. La habitación que me habían dado era de un prístino tono azulado, todos los muebles de un blanco pulcro y almohadones color cielo, justo a ambos lados del arco que separaba el recibidor de la habitación se alzaban regias columnas de mármol. Una cama gigantesca se extendía en el medio de ella y no más me dejaron sola para que me instalara caí rendida ante su llamado, los cobertores parecían nubes de algodón al tacto. Los postes de la cama eran algo impresionante también con un brocado que asemejaba a enredaderas que se extendían hacia el dosel.Pase la mayor parte de la tarde desempacando mis cosas con la ayuda de una joven que se presentó como Selim y tras traerme una merienda caí en la cama exhausta. No sé cuánto tiempo estuve do
Pov Isis Sus labios a punto de rozar los míos eran hipnotizantes y los brazos de Amir rodeando mi cintura mientras trazaba círculos sobre mi fino vestido me tenían a punto de perder la cordura, tanto que casi hicieron resquebrajarse mi autocontrol, pero todo esto estaba mal y muy en el fondo lo sabía.- Kamir, para- pedí con la voz temblorosa- esto, esto no está bien.- Yo creo que sí, princesa- susurro Amir en mi oído- ¿Qué está mal? Eres preciosa y te deseamos- alego para luego poner un beso en la curva de mi cuello.-Cuando entraste al comedor con ese vestido nos tenías a punto de secuestrarte y llevarte a nuestra habitación. Y no vamos ni a hablar del recorrido, he querido besarte en cada maldito salón y pasillo de este palacio- comentó Amir con picardía a mi oído.Los labios de Kamir rozaban con suavidad los míos sin besarme, tentándome, jugando con mi lívido, para luego poner delicados besos en mi mandíbula que me erizaban la piel.- Ka...Kamir, Amir, por favor, paren, esto no
Pov IsisPara el sábado en la mañana ya había terminado de revisar la información de la familia, prestando especial atención en los niños, los cuales estaban saludables a pesar de haber nacido un mes antes de lo esperado.Los tres toques en mi puerta me exaltaron ya que no eran pasadas siquiera las ocho de la mañana.- Adelante- expresé.La cabeza de Amir asomándose por la puerta me hizo soltar una risita nerviosa que sofoque con el dorso de mi mano.- Buenos días, hermosa, mi madre me manda a buscarte para que nos acompañes en el desayuno.- Voy enseguida- digo no queriendo molestar a Mary.Y tras cambiar mis zapatos salgo tras el hacia el comedor. Manteniendome a una distancia segura de el.- No deberías estar encerrada en tu habitación, puedes recorrer el lugar si gustas, pero te recomiendo la torre principal, tiene unas hermosas vistas a todo Ismecadar- aseguró.- Gracias, su alteza- expresé sintiéndome cohibida a su lado tras lo que paso en el invernadero.- Isis- regaño molesto-