Fueron las dos semanas más hermosas de Alexander y Samantha, disfrutaron de un buen relax y ya ella se sentía lista para tener a su segundo bebé, realmente se sentía plenamente feliz de haberse convertido en una mujer casada.Ya no estaba asistiendo a la oficina, Alexander le había pedido que descansara, que estuviera tranquila para concentrarse en las últimas semanas que le quedaban a su bebita en la panza, decidió hacer caso y buscar lugares para comprar los últimos detalles del vestuario de su niña.Estaba bastante emocionada con esto, para toda pareja es una bendición poder lograr tener "la parejita" como algunos dicen cuando tienes un niño y una niña, es la familia ideal que sueña cualquier matrimonio.Ella no era la excepción, había sido bendecida primero con Samuel y ahora vendría Chloé que era el nombre que había escogido para la niña. Esa tarde estaba recorriendo las tiendas, le encantaba ver qué podía adquirir, de pronto sintió una mano en su hombro y giro lo más rápido que
Habían pasado tres días desde que Olivia había salido del reclusorio mental, todo el tiempo que había estado allí estuvo observando cada movimiento del personal de vigilancia y médico, tenía una aliada que estaba realmente loca y la llevó con ella.Para saber dónde estaba Samantha solo tuvo que seguir a Alexander hasta su nueva casa, y esperó a que estuviera sola, la vió salir y mandó a su aliada a qué sometiera a la niñera y al niño y ella se dispuso a seguir a Samantha.Olivia no estaba loca, solo era muy hábil engañando y manipulando a las personas para lograr sus objetivos, así hizo con el equipo de médicos psiquiátrico que la evaluaba durante el juicio, se hizo la enajenada mental y su actuación convenció a todos y la internaron en un hospital psiquiátrico.Todo lo de ella estaba lleno de maldad, todo lo planificada siendo muy meticulosa a la hora de ejecutar una idea, así lo había hecho desde niña y ahora había decidido sacar de en medio a Samantha y a sus hijos, así Alexander q
Samantha alzó la barbilla con desafío ante la amenaza de Olivia y le dijo:—¡Haz lo que quieras desgraciada! ¡ Estoy harta de estar viendo tu cara cada vez que deseo estar tranquila!— gritó Samantha.En ese momento Samuel el bebé de Samantha empezó a llorar y Olivia respondió:— ¿Ves? Hiciste llorar a tu hijo y después dices que la mala soy yo— la voz de Olivia era irónica.— Vamos a amarrarla y le abrimos la boca para vaciar el vaso con agua y obligarla a tragar— dijo la acompañante de Olivia.— Ya nos vamos a ocupar de éso— dijo Olivia— en la cartera hay un cuerda de nailon, ata a ésta perra y yo me ocupo del mocoso.— ¡A mi hijo no lo tocas, maldita!— exclamó Samantha.— ¿Qué vas a hacer después de muerta? Aunque debería dar el veneno primero a tu hijo y así lo verías morir — dijo Olivia, disfrutando de ver la cara de horror de Samantha, camina hacia el interior de la escuela.Samantha ya veía venir su fin, de repente escuchan una sirena policial, Olivia es la primera en reacciona
Samantha había llegado al hospital desvanecida y pronto todo fue un corre corre por estar embarazada, los médicos tenían por la salud del bebé, porque en estos casos existe sufrimiento fetal que puede acarrear problemas a la salud del niño.Fue atendida de inmediato y mientras él vigilante estaba al cuidado de Samuel, pues no había más nadie de confianza a quien encargar estar pendiente del niño, el policía que ayudó a traer a Samantha al hospital debía regresar a la escena de dónde la habían traído.Alexander tardó un poco pues el lugar donde habían llevado a Samantha estaba retirado de dónde él estaba, de inmediato se dirigió a preguntar por su esposa, el vigilante se acercó con el niño que cuando lo vió corrió para abrazarlo.— ¡Oh Samuel! ¡Cuánto siento que estés pasando por esto hijo!— dijo Alex abrazándolo fuertemente— ¿Tú eres quien ayudó a salvar a mi esposa?— Si quien llamó a la policía — dijo el hombre— se desmayó y hubo que traerla hasta aquí.—¡Gracias mi amigo! ¡Estoy
Por fin Samantha y Alexander podían respirar tranquilos, sin persecuciones no malos entendidos, tenían dos hijos maravillosos y se amaban entrañablemente, habían sido tan tontos en desestimar el consejo de sus padres queriendo elegir a quien amar por ellos mismos y habían recibido una gran lección.Samantha se dedicó a sus niños, en especial por Chloé que estaba recién nacida, necesitaba toda su atención y cuidados, así que se olvidaría de su trabajo por un buen tiempo.El trabajo de Alexander a pesar de ser un CEO y quizás debería estar más relajado con su horario de trabajo por ser uno de los dueños, pero no era así, al contrario, últimamente estaban haciendo inversiones arriesgadas que requerían que estuviera al tanto del mínimo detalle y esto hacía que se exigiera más, le gustaba llegar a primera hora en irse lo más tarde posible de la oficina, por eso llegaba muy tarde la mayoría de las veces a su casa.Las primeras semanas para Samantha fueron suaves, estaba adaptándose a un n
Y Alexander se esforzó por cumplir su promesa a su esposa.Sus expertas manos recorrieron la espalda de Samantha haciendo que ella recibiera descargas de fuego por todo su cuerpo, besó su cuello con ardor, algo que disfrutaba ella con placer, besó sus labios y sus lenguas exploraron sus bocas tibias llenas de deseo por experimentar más de aquel amor que sentían.Alexander ardía en fuego por la pasión que sentía por amar a su mujer, se posesionó de sus pechos que estaban rebosantes de alimento para Chloé, pero no le importó, al contrario esto enardeció más su deseo de poseer el cuerpo de Samantha.Ella arqueaba su cuerpo pidiendo más y más caricias ardientes a su marido, pero de repente un temor atravesó la mente de Samantha, quedar embarazada de nuevo; ésto hizo que usara sus manos para detener a su esposo en su afán por seguir con las caricias al cuerpo de ella.— ¿Qué sucede?— dijo Alexander con voz que denotaba confusión—¿Te sientes mal?— Es que no quiero embarazarme de nuevo, ¿t
Estuvo hablando con su suegra un buen rato, aprendiendo a conocer a su esposo desde la óptica de su madre, necesitaban hacer ajustes en sus personalidades si deseaban tener éxito en aquel negocio que se llamaba matrimonio.Quizás este era uno de los negocios más complicados por qué ambas partes debían estar siempre en armonía y más si había hijos, Samantha se sentía más optimista después de haber hablado con su suegra, quien se había quedado a almorzar, había pasado una mañana bastante diferente, eso la había ayudado a reflexionar en cuanto a cómo debía manejar su relación desde ese día en adelante; decidió llamar a su esposo después de quedarse sola en casa.No sabía en qué ciudad estaba su marido, pues él no se había dignado a informarle, pero ella iba a obviar ese detalle y sería lo más cariñosa posible para buscar un acercamiento.Esa mañana estaban bastante apurados por terminar con las reuniones de negocios, Alex después de llamar a Samantha se dió cuenta que con esa actitud sol
— Significa Alexander que te vi con esa chica, que dices que es tu asistente y no me siento segura de tu amor, por eso lo mejor es seguir mi camino — dijo ella sollozando nuevamente.— ¿A qué te refieres amor? ¿Qué fue lo que viste? Yo solo tengo una mujer y esa eres tú, cariño — dijo él tratando de comprender el conflicto de Samantha.— Yo fui hasta el aeropuerto a recibirte y te vi, bajar con ella tan feliz sonriendo y después se fue contigo en tu coche — dijo Samantha devastada por la tristeza que sentía— eso no lo puedo soportar Alex, no soy fuerte para verte desfilar con otra mujer y ahora haré lo que mejor se hacer, huir y estar sola, así es como me siento mejor.—¿ Y yo Samantha? ¿Acaso no te importa lo que yo tenga que decir al respecto? Me juzgaste y condenaste tan solo por ver una imagen— dijo él — ni siquiera tienes idea de lo que está sucediendo con esa chica, que por cierto si es mi asistente.— Si me importas, pero yo tengo demasiadas dudas y no me siento bien en una rel