Tina Monzant, es una escritora amateur esta es su tercera obra autopublicada, de nacionalidad venezolana, con unas inmensas ganas de escribir y poder llegar a los corazones de todos sus lectores con sus maravillosas historias.
Proviene de una familia unida que la apoya al cien por ciento, felizmente casada (aunque su esposo no se enteró de que escribía a escondidas, hasta la autopublicación de su primer libro) y con cuatro hermosos hijos (la tropa) que son su vida.
Si te gustó está historia, no te pierdas sus novelas.
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El mundo necesita soñadores y el mundo necesita hacedores.
Pero, sobre todo, el mundo necesita soñadores que hacen.
Pensar en el primer día de clases del año escolar, es estresante por no decir atroz, mi último año y aún no decido que hacer con mi vida, vivo en HollowRock, donde la población juvenil a la edad de diecinueve abandona la ciudad por falta de futuro y perspectiva. No tenemos universidad, motivo por el que la mayoría se va y son pocos los que regresan. Y más estresante aún, con el loco cambio de look. Que en mala hora me deje convencer de hacerme por mi mejor amiga.«Viéndolo bien, lo de mejor amiga me lo replantearé»En general, siempre he sido una persona que pasa desapercibida y no me gusta el ser el centro de atención. Ahora, es casi imposible pasar inadvertida, con verme al espejo, mi cabello grita: ¡AQUÍ ESTOY! en neón muy rojo según los gustos de mi amiga e imposible de quitar, ya que arriesgó
En definitiva, Meghan, vio lo que pasó con Donnovan y no es un secreto para nadie que ha estado detrás de él desde secundaria y tampoco es un secreto que por fortuna «para mí», sus encantos no han tenido efectos en él. Sigue por el pasillo hasta su clase. Debo agradecer que este año no tenga ninguna con ella y con la adrenalina a mil, salgo corriendo hasta tropezar con Lee.—¿Qué dem...? ¡¿Sam?! ¿Dónde está el fuego? —me rio como loca y tiro de su camisa hacia abajo para susurrarle:—En los ojos de Meghan, acabo de toparme con ella en los pasillos y creo que soy un jodido, ¡Fénix!—Muy graciosa, a ver cuéntame… ¿Qué te pasó con la perra esa?—Olvídalo, nada importante. —Le digo y seguimos hasta el salón de
El despertador sonando me saca de mi sueño perfecto, con lágrimas contenidas en mis ojos los abro y apago el estridente sonido que me suena a burla. Lo más hermoso que he soñado y lo más raro, aún siento mis labios inflamados y magullados por ese beso y una presión en el pecho como si mi corazón intentara salir. ¡Dios, fue tan real!Paython se despierta minutos después, nos arreglamos con rapidez y salimos de la casa. Pay tiene el auto de su madre y yo la camioneta Cactus de mami, antes de irnos a la escuela pasamos por casa de mi amiga a dejarle el auto a su mamá.La sensación del sueño se mantiene conmigo a cada momento, es extraño, antes y desde que tengo uso de razón he soñado con Donnovan, «no es algo nuevo», pero este sueño, siento que fue distinto en todos los sentidos. Sigo distraída durante varias horas, no h
El viaje fue corto y rápido, «o así lo sentí al estar con él». Recorremos el mercado, tomando lo que falta para la comida y hablando de las clases y los profesores, es como si llevásemos años conociéndonos y siendo amigos. Al llegar a la sección de carnes, donde siempre está Martín, el treintón medio sádico, noto algo extraño en él. No se ve nada bien, sus ojeras son interminables e incluso lo noto menos confiado. A pesar de no ser guapo, tampoco es tan desagradable, lo en verdad desagradable, es su actitud lasciva hacia el sexo femenino. Se voltea a mirarme y percibo cierto brillo en sus ojos, pero noto que Donnovan lo miraba por si se atreve a hacer o decir algo, retrocede y se dedica a seguir con lo que estaba haciendo, es decir, seguir acosando a su asistente.Pago los insumos y nos vamos, al acercarnos a mi casa le digo—: Déjame mete
En clases, ya después de pasar por el ritual matutino de la inspección de Lee, quien nunca está contento con mi apariencia «¡y hoy menos!», pues mis ojeras me hacen parecer un panda trasnochado. El ruidoso cacareo de Pay acerca de su noche anterior cuidando a sus hermanitos “Satán y Belcebú” «a quienes los apodos le quedan como anillo al dedo», hace que me distraiga y deje de pensar en lo que sucedió anoche. Y pienso en lo mucho que me divierto con ellos, no tengo hermanos y dudo llegar a tenerlos.—… no se quería dormir, les juro que estuve toda la noche tratando de descubrir a que se refería Cameron con la pepuda y de paso el otro engendro del mal, solo se reía y tampoco me aclaraba nada. Se molestaba y luego se reía también por mi desconcierto. Juro que contemplé el infanticidio de manera seria. ¡Los quer
La mañana siguiente, despierto con el atronador sonido de mi despertador y sin saber; ¿dónde quedó la noche? Aunque descansada, pero sin ningún sueño, mientras me preparo para otro día más de escuela suena mi celular.Pay:Me lleva mi mamá, no te preocupes por mí. 7:57am.Yo:No hay problema nos vemos en la escuela, ok J 7:57 am.Le respondo, estoy acostumbrada a llevar y traer a mi amiga y ella acostumbrada a avisarme para no tener que desviarme si su mamá sale temprano y se va con ella. Voy a la cocina a meter la comida para hoy, cuando mi celular pita, un nuevo mensaje.Pay:¡Ni creas por un solo segundo que se me olvida que aún no me has contado t
No sé si sigo dormida, aunque por la ausencia de Donnovan en mi habitación, creo que estoy despierta en estado vegetativo. Tan agotada que mi cerebro, por fin, decidió dejar su residencia dentro de mi cráneo por lo que la sensación de estar con los ojos abiertos y sin poder mover un músculo es justificada. Solo la trayectoria de un brazo a punto de estamparse en mi rostro hizo que mi cuerpo por instinto reaccione para evitar dañarse.—¡¡Paython!!—¡Yo no fui mamá, te lo juro! —Es lo que sale de la boca de mi amiga, incorporándose como un resorte de la cama.—¡No, pero iba a serlo, casi me partes la nariz con tu movimiento ninja! —Le grito y ella solo parpadea varias veces como recordando en que planeta vive.—¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS SAM!! —proyecta su grito de guerra extendiendo las “A”
Me pongo el anillo en mi dedo índice derecho, nunca he usado anillos, ni prendas más que aros en las orejas y son tan pequeños y discretos que ni se notan, nada más ponérmelo siento una estática recorrerme entera y algo más como un zumbido bajo que al parecer solo noto yo.—Bien, aquí está el mío, —está es Paython rompiendo todos los pensamientos en los que estamos sumidos—. ¡Sé que te va a encantar! —exclama exaltada aplaudiendo, rompo el envoltorio y saco una camiseta muy parecida a la que tiene puesta ella misma, solo que en la mía reza: “Ya soy legal, pero aún no me dejan tomar”. La muestro al público en general y todos nos desternillamos de la risa. Luego de partir el pastel y las respectivas fotos para la posteridad, mami se excusa.—Chicos, me retiro, de verdad que estoy agotada. El cambio de ho