La ira me consumía por dentro y no podía hacer nada para evitarlo.
Estaba nuevamente en mi hogar y revivia el asesinato de mis padres, sentía impotencia, dolor y miedo.
Me levante con la respiración agitada y negué con la cabeza desviando mis pensamientos, La luz del sol se colaba por las cortinas haciéndome soltar un gruñido, mire la hora y eran las 2 de la tarde.
—joder —dije levantándome de la cama y entrando al baño.
Me quite mi ropa y me miré en el espejo, mis ojos son color azul grisaseo, mi cabello negro azabache y mi piel blanca y cremosa.
Mire mi ropa y opte por unos pantalones cortos y una camisa sin mangas color marrón. Baje ala cocina y me prepare un sandwich de pollo y me senté en la sala.
—¿practicamos hoy? —mi mejor amiga Ivy se sienta a mi lado y me mira con una sonrisa.
Ivy es linda, con su cabello color caoba, sus ojos color verde marrón y su piel morena.
—no estoy de humor —digo entre dientes.
—oh vamos, ¿es por lo de ayer? —pregunta.Nos encontrábamos en el gimnasio y Ivy sostenía una pesa en sus manos, trataba de levantarla pero pesaba demasiado y solo era capaz de levantarla unos 2 metros.
Una gota de sudor bajo por mi mejía y no pude más.
La pesa cayó y Ivy se teletransporto a mi lado.
—fue un gran avance —dice tocando mi hombro.
Baje mi mirada y me odie a mi misma por ser tan débil.
—Eiren, tenemos 17 años acabamos de salir de la escuela y nuestro camino no a sido nada fácil, no seas dura contigo misma —dice Ivy dándome un abrazo.
Lose pensé, Ivy y yo éramos vecinas cuando mis padres murieron, ella y su familia se ocuparon de mi gentilmente.
Nosotros somos inmunes o al menos así nos llamaron, los humanos piensan que somos un mito, pero no es así, somos más veloces, más inteligentes, más resistentes y sobre todo más peligrosos. Podemos vivir cientos de años y conservar nuestra imagen joven pero una simple bala en el corazón puede matarnos ¿irónico no?
—yase mejor salgamos por una pizza —dice Ivy tomando mi mano.
Puse los ojos en blanco y salimos ala calle de la ciudad, podías escuchar los pensamientos de las personas a mi al rededor y aveces eso me enloquecía por dentro. Aun no podía controlarlo del todo, mi poder abarca varios aspectos desde leer la mente de las personas y poder manipularla, hasta de crear un campo mental de protección.
—¿otra ves el dolor de cabeza? —Ivy me sostuvo por los hombros y yo asentí levemente.
Lo que vino después fue tan rápido que apenas pude reaccionar, una camioneta se estacionó frente a nosotras y de ella bajaron 5 hombres uniformados.
—señorita Eiren Russell, Ivy Abbot, no tengan miedo sabemos quienes son y lo que pueden hacer solo queremos tener una charla con ustedes —dijo uno de ellos.
—¿quienes son? —pregunto Ivy.—este es un lugar muy expuesto, si aceptan venir con nosotros les explicaremos todo, no les pasará nada malo se lo aseguro —respondió.Entre en su mente y pude ver sus recuerdos, sus pensamientos.
Al parecer se trata de un campo de entrenamiento, tienen a inmunes de todas partes del mundo para entrenarlos y así llegar al límite para que controlen sus poderes y pelear en batallas que crean necesarias.
Sería una buena oportunidad, podría aprender a usar mis poderes pero Ivy no podría dejarla aquí.
—esperen un momento —dije dándome la vuelta junto con Ivy.
Ella me miraba curiosa y expectante ala ves.
—se trata de un campo de entretenimiento, ahí hay inmunes de todo el mundo y los entrenan para así usar sus poderes al límite, algunos van a peleas con otros inmunes rebeldes, solo eso pude sacar de información —dije mirándola fijamente.
—quieres ir verdad —Ivy me miraba de una manera seria y serena. —si —respondí. —muy bien, vamos —contesto.Tomo mi mano y nos subimos ala camioneta.
Era la oportunidad perfecta para descubrir que podía hacer en realidad, del que podía a llegar a causar y después... Tener mi venganza, matar a los que asesinaron cruelmente a mis padres frente a mis ojos.
—espera, ¿que le diremos a tus padres? —le preguntó a Ivy horrorizada.—relájate, les diremos que... ¡Entramos ala universidad! —dice ella sin importancia.Puse los ojos en blanco y pensé en que esa sería la más patética excusa jamás dicha.—llegamos —frente a nosotros estaba un gran edificio y personas al rededor, había un gran campo donde personas vestidas de blanco estaban entrenando.Nos bajamos del auto y todos los que estaban afuera nos observaban curiosos.—Eiren —susurro Ivy.—si
Nos sentamos en la cafetería y comienzo a comer mi ensalada de pollo y Ivy hace lo mismo, a sido un día largo y tedioso.—hola, ustedes deben ser las nuevas —dos chicas se nos acercan con una gran sonrisa.—si somos las nuevas, yo soy Eiren y ella es Ivy —digo cortes.—yo me llamo Kate y ella es Elisa —Kate es morena con ojos color miel y piel un poco clara, por otro lado Elisa es pelirroja con ojos color verdes y piel clara.Kate y Elisa se sientan con nosotras y se muestran amables y atentas lo cual me alegra.—¿de donde vienen? —pregunta Elisa.
La noche paso lenta y yo no podía dejar de pensar en Ryder, en su sonrisa pícara y su mirada intimidante, ¿que ocultara detrás de esa mirada? ¿Habrá sufrido como yo? Una muerte de seres queridos que nos dejaban marcados para toda la vida.—mamá... Papá —susurre apenas.Baje temerosa de las escaleras y sus ojos estaban cerrados, sus cuerpos cubiertos de sangre y yo no podía articular ninguna palabra.Estaban muertos, mis padres estaban muertos.—papá levántate, prometiste que estarías aquí conmigo siempre —sollozo con voz quebrada.La alarma sonó y en respuesta la tire al
A pasado dos semana desde que entré a este campo de entrenamiento y la verdad e podido ver como e avanzando en mi dominio de poderes.—concentrate Eiren, no te esfuerzes solo deja que fluya —comentaba mi profesora en susurro.Solté un suspiro y acomodé mis manos detrás de mi cuerpo, fije mi vista en la pesa que se encontraba frente a mí y trate de elevarla lo más posible.—no te limites no pienses en el peso, tu puedes —me animaba.Gotas de sudor comenzaron a bajar por mi frente y yo soltaba pequeños gruñidos al ya no poder elevarla por más tiempo.—otra ves —demando. Abrí mis ojos con dificultar y poco a poco pude visualizar a Ivy que se encontraba a mi lado, ella levando la mirada y ahogo un grito mientras que tomaba mi mano, me encontraba en una especie de enfermeria, conectada a diferentes máquinas, las paredes eran color beige con pequeñas lámparas en el techo.—Eiren, me as dado un susto de muerte —dice ella con sus ojos cristalizados.—¿que pasó? —preguntó apenas.Lo último que recuerdo fue a Ryder correr a mi lado, el sujetaba mi rostro con cuidado mientras me suplicaba con la mirada que no cerrara mis ojos.Recuerdo sentir sus labios sobre los míos, ¿paso eCapítulo 6
Me recupere horas después lo cual me sorprendió a mi misma, Ivy se encontraba preparando las pocas cosas que teníamos en nuestra habitación y yo miraba mis manos nerviosa.—Ivy... —dije dudosa.Ella se giro para verme y espero que las palabras salieran de mi boca, pero como podía decirle que no quería irme, no sin Ryder.—te conozco más de lo piensas, tranquila... Lo encontraremos después —dijo ella entrando al baño.Yo me deje caer en la cama y pensé en mi familia, si no fuera por la muerte mis padres yo me encontraría en algúna linda casa de los ángeles, inscribiéndome para ir ala universidad y ser una magnífica científica. Mis padres
Ryder comentó que ir a un hotel sería demasiado arriesgado e igual volver a mi apartamento.—¿entonces donde nos ocultamos? —pregunte frustrada.—tengo una idea —dijo con una sonrisa maliciosa.Bufé mentalmente y me deje caer en el asiento mientras miraba a través de la ventana, ¿en que lío me metí? Ahora ya no podría estar tranquila hasta matar a la estúpida de Carol, un nudo se instalo en mi garganta impidiendome respirar, ella había asesinado a mi familia. Me arrebato todo lo que tenía... Lo único que poseía.Negué con mi cabeza, tenía a Ivy y eso era un consuelo y también conocí
—¿y bien, que haremos ahora? —suspiro Ivy de forma dramática mientras jugaba con su taza de café.—¿llamaste a papá y mamá? —pregunté fijando mi vista en la televisión. —no, les dejé un mensaje que no se preocuparan por nosotras —dijo ella en tono tranquilo.Solo esperaba que ellos creyeran lo que Ivy les decía.—¿que tal chicas? —pregunto Roger entrando ala sala.—¿no irías con Ryder y Wilson? —pregunté curiosa.