Llevábamos alrededor de dos horas practicando deporte. Cada uno va a su baño para bañarse y cambiarnos de ropa. Iríamos después al club un rato. Cuando estoy cambiándome recibo un mensaje de Andrea, que nos esperan a todos en su casa.Me pongo a pensar si se me olvidó alguna fecha importante, algún cumpleaños. Y nada.Cuando ya termino de vestirme, salgo del vestidor y me encuentro con mis amigos.—Andrea que nos espera en su casa —comento mientras me miro por última vez a otro espejo acomodándome mi pelo, que por estar mojado está hecho un desmadre. —A mí también —dice Aiden—. No sé que se celebrará.—Ni yo —expresa Liam—, ero tampoco es como que nosotros necesitemos motivos para armar una fiesta.Sí, es cierto.Alrededor de veinte minutos estamos frente al departamento de Andrea. Toco varias veces. Andrea abre seria. —Pasen —dice después de saludarnos.Las chicas están sentadas en la sala. Yo solo me quedo viendo a Alessandra. ¿Qué hace aquí?. No puede ser que me la encuentre en
Otra vez Dylan lo hizo. Me dejó ahí como si nada y se marchó. Todos estaban pendiente cuando salí del baño. Yo me despedí y me marche a mi casa. Cómo puede comportarse así, como logra confundirme tanto. Intento alejarlo, pero se acerca, respira, me habla y ya caigo nuevamente. Hoy no quiero hablar con nadie. Suerte y no veré a Bruno. Lo he llamado antes y le conté en dónde estaría. Él se lo tomó bien, por supuesto, así tendría más tiempo para su trabajo. Al entrar a casa, me llama Mily, nuestra ama de llaves. La verdad para mí es mi familia. —Mi niña te buscan en la cocina —informa. ¿Quién será? Al entrar a la cocina me encuentro con Brisa. No la fui a ver, con tantas cosas en mi cabeza. —Hola Brisa —la saludo—. Disculpa que no te haya visitado, es que estuve un poco ocupada. —Tranquila —contesta—. Disculpa que te moleste nuevamente pero tengo un problema. —Cuéntame Brisa en qué te puedo ayudar —Me siento a su lado. —Mi hija mayor se gradúa y... —No sabe cóm
Dylan se baja del auto. En mi interior algo se estremece, mi corazón late de prisa, parece que fue hoy cuando lo vi por primera vez. Él se detiene al verme, pero continúa, como si fueran movimientos planeados, el ponerse las gafas y sentarse sobre la parte delantera de su auto.Tiene la camisa remangada, unos jeans un poco ajustados y un par de zapatillas blancas. Si yo dirigiera está huelga los mandaría todos a casa solo por ese físico tan apetecible.Intenta parecer seguro y puede que todos se lo crean.Las personas siguen con sus gritos, él no se inmuta, los mira a todos sin emitir sonido alguno. —Brisa dile a todos que se callen, así no van a resolver nada —le digo bajo. Conozco a Dylan y no va con él probar fuerzas.—Podrían hacer silencio —grita Brisa y ellos obedecen.Dylan los observa una vez más. —Terminaron el teatro —expresa serio.—Perdón pero no queremos segundos aquí —le dice Brisa—. Queremos al jefe para decirle a la cara que no permitiremos que nos dejen sin hogar.
Está haciendo demasiado calor aquí. Necesito tenerlo nuevamente en mi interior, volver a sentirlo. No sé cómo lograré salirme con la mía, algo se me ocurrirá, pero Dylan va a concederme hoy lo que yo quiera.Llegamos al barrio de Brisa. Solo pienso en lo que pasará cuando salgamos de aquí. Bajo del auto y me detengo. ¡Joder! Tenía planes para Dylan.Bruno está apoyado en la parte delantera de su auto.Al estar frente a él lo saludo. Mira a Dylan con desconfianza pero finalmente le estrecha la mano. Dylan se mantiene en calma. Sé que a mi chico nadie es capaz de ponerlo de los nervios...¡Bueno, yo sí, estoy segura!— ¿Nos vamos? —pregunta Bruno—. Tenemos muchas cosas que hacer.—Sonríe.Observo de reojo como Dylan tensa la mandíbula.—Está bien —le contesto sin emoción alguna—. Me despediré de Brisa y la peque, ya regreso.Camino con Sami hasta la casa de Brisa.—Tío Dylan me gusta más —comenta la nena.¡A mí también pequeña!Yo solo río y me limito a no contestar.Brisa abre la puer
Horas antes...—Te he visto demasiado cerca de mi mujer —me dice Bruno.—A veces no podemos estar tan seguro de ciertas cosas —le sonrío irónico. — ¿Qué me quieres decir? —pregunta el cruzando los brazos.Bruno cree que me intimida. A mí que no me intimida nadie. ¡Imbécil!Vuelvo a reírme.—Larga vida al amor —expreso y me marcho.No puedo cabrearme porque no estoy dispuesto a entregarle más de lo que le está entregando él. No voy a casarme, no voy a formar una familia...eso que ella desea, no puedo dárselo yo...el sí. Mi mente me explica eso, pero mi cuerpo se tensa y no de la forma que me gustaría. Ya lo he dicho que soy un puto egoísta que mentalmente sabe que es lo lógico y físicamente quiero partirle la cara al imbécil.Voy en busca de Ditzy de seguro su boquita me va a alegrar el jodido día.— ¿Noto muy tenso a mi señor? —expresa ella mientras se acerca a mi silla. —No digas ni una palabra —le ordeno.Ella se deshace del botón de mis pantalones y saca mi erección.Agarro su p
Anoche fue demasiado duro. Me dolió enormemente verlo con dos mujeres, aunque debería estar adaptada, se iba a follar a una en mi cara, que es peor. Me levanto de la cama. Bruno ya se ha marchado. Antes me quejaba por su exceso de trabajo, ahora necesito que trabaje mucho más.Entro a la ducha y dejo que el agua me relaje. Recuerdo exactamente la noche, me preocupa la actitud de Emily, algo no me está gustando. Quiero confiar en ella, es mi mejor amiga de toda la vida, pero jamás en tanto tiempo de amistad se ha comportado tan distante como ahora. Termino de ducharme, me enrollo en una toalla y alcanzo el teléfono para poner música en Spotify mientras me seco el cabello. Quiero ir a casa de Brisa para comentarle lo de la reunión de padres. Busco en el vestidor de Bruno ropa. He dejado algunas ropas aquí desde que comenzamos nuestra relación. Finalmente me pongo un vestido gris ajustado con mangas y unas sandalias del mismo color. Antes de salir para casa de Brisa, decido llamar a
Dylan y yo nos miramos durante unos segundos. Creo que esa conexión nuestra sigue vigente a pesar de los años. Capacidad de entendernos sin hablar.-Tu graduación es mañana, ¿cierto? -le pregunto a Sofi, ella asiente.-Dylan será tu novio -comento- ¡¡¿Qué?!! -expresan atónitas madre e hija.-Apareceré en tu fiesta y haré que Dominic le revuelquen tanto los celos que terminará dando el paso que tú quieres...- ¿Ustedes se comunican por telepatía o qué? -pregunta ella-. ¿Cómo han ideado un plan sin nisiquiera hablarlo entre ustedes? Sonrío.-Han pasado años...-Ale -me interrumpe Sofi-. Si te pregunté que si Dylan era tu novio fue para ver sus reacciones -dice y sonríe-. Se qué estás comprometida con Bruno, pero a mí ustedes dos no me engañan...-Sofi la vida es mucho más complicada de lo que parece...-Lo sé -apunta y vuelve a suspirar -. Solo espero que algún día la vida deje de ser entonces «tan complicada» y puedan esos ojitos brillar como ahora y no como en aquellas fotos que sal
El teléfono suena. Yo lo escucho muy lejos. Doy vueltas en la cama. Vuelve a sonar el teléfono.Estiro la mano y lo tomo de la mesita. Hay dos mensajes de texto. Uno de Bruno y otro de Dylan. Abro primero el de DylanNo tienes que preocuparte de nada. Ya lo he resultoSiento un gran alivio. No es agradable que te vean más personas follando en un auto. Pero bueno, es mi culpa, por pensar más con la de abajo que con el cerebro.Abro el mensaje de Bruno.Te espero aquí en casa antes de que vayas a la editorial. Te tengo una sorpresa.No creo que esté para sorpresas. Bajo protesta me levanto de la cama y voy directo a la ducha. Después de un baño voy hasta el armario y tomo lo primero que veo. Un vestido color crema ajustado. Y unas sandalias de tacón discreto. No me seco el pelo. Aplico un brillo en mi labios y concluyo con el perfume.¡Ya está!Voy a la cocina y saludo a Mily.—Buenos días mi niña —saluda y me coloca ella un plato sobre la mesa.—Gracias Mily —le sonrío.Tomo una tost