Me levanto en la mañana, Dylan ya no estaba en la cama. Protesto mentalmente, me había acostumbrado a verlo al despertar con Ashley parcialmente sobre él. Y sí, mi pequeño retoño es niña de papi. -Cómo hizo este imbécil para tenerme tan enamorada -digo en voz alta después de un suspiro.Siento una respiración en mi cuello que me eriza hasta donde la espalda pierde el nombre. -Necesitas que te demuestre como este imbécil te tiene tan enamorada -susurra a mi oído.¡Joder! Mi mente recuerda lo que sucedió ayer y automáticamente trago saliva.FlashbackDylan toma mi mano y tira de mi hasta su coche. -Aprovechemos que los abuelos están demasiado locos con su primera nieta -expresa mientras subimos al auto y conduce no se a donde.Ashley empieza a acercarse a sus tres abuelos. Han pedido pasar rato con ella. Menos mi madre, que aún no ha llegado de su viaje.-Sea lo que sea que estés pensando espero que termine en un orgasmo -expreso y me muerdo el labio inferior.-Quién diría que aquel
Llevo minutos en un auto, no sé quiénes son o hacia donde me llevan. Nadie pronuncia palabra alguna. Tengo miedo, pero no puedo demostrárselos. Lucharé con todas mis fuerzas para encontrar a Emily y salir de aquí. El carro se detiene.—Hemos llegado —dice alguien—. Llévala con el jefe.¿Jefe?Unas manos agarran mi brazo izquierdo y me dirige hacia algún lado. No hay rastros de brusquedad. Escucho una puerta abrirse, me dirigen cuatro pasos más y me sientan en una silla. Lo próximo que escucho es la puerta cerrarse.Me pone nerviosa no poder ver absolutamente nada. Doy un brinco cuando pasa algo ligero por mi piel. Recorre mis muslos, mis manos y mi cuello. Trago saliva nerviosa. Siento un hielo sobre mi cuello, suspiro brusco, el hielo se resbala hasta el medio de mis senos, ahí se detiene por el sujetador, próximo a derretirse. Y entonces la boca de alguien besa mi cuello. ¡Y no sé por qué carajos no me desagrada! Dylan me habrá convertido en una ninfómana o qué ¡Me han secuest
Él se lanza a mis brazos y vuelve a besarme. Se separa de mí, coge el teléfono en la mesita y marca un número.—Su respuesta fue Sí—comentó por teléfono y colgó.Automáticamente se levanta de la cama y empieza a vestirse.—Vístete —expresa—. Las chicas están por tocar la puerta. Nos casaremos ahora.¡¿Qué?! — ¿Qué? ¿Ahora? —Él se acerca a mí afirmando con su cabeza.—No puedo esperar más para hacerte mi mujer —dice y me da otro beso.Tocan la puerta, así que me levanto rápido de la cama para vestirme. ¿Qué es una locura? Sí, lo sé, pero nuestra historia jamás ha sido cuerda. Así que a vivir al máximo que el tiempo vuela.—Estaré en la habitación contigua — me dice mi futuro marido—, y te espero en el altar.Tomo su mano y lo atraigo hasta mí, vuelvo a besarlo antes de que abra la puerta.—Creo que necesitaré otra sesión de sexo —le digo haciendo que sonría muy sexy—. Ahora la nerviosa soy yo.—Espera que el juez nos declare marido y mujer —expresa cerca de mi boca—, que no te podrás
Caminamos los tres hasta que salimos del hotel. Ahí me esperaban las chicas. Michel me da un beso en la mejilla y se marcha. Imagino que la boda será en la playa, porque las chicas tampoco llevan zapatos. Agarro del brazo a Leon y las chicas se colocan delante de nosotros. Caminamos un tramo hasta que llegamos a un punto dónde ya podía observar a mi hombre con mi pequeña en brazos. Comienza la música Fantasy de Black Atlass indicando que es hora de ir hacia el amor de mi vida. Las chicas emprenden el camino. Nosotros le siguimos. Reparo en todos, que llevan una sonrisa en su rostro. Un brisa fuerte hace que los cabellos de mis niñas se muevan y junto con ellos la apertura del vestido se haga más pronunciada. Eso no pasa desapercibido por los ojos de los chicos, quienes estaban ahi al lado de Dylan. Liam tenía en brazos a su hijo Logan, en frente de Aiden estaban sus dos hijos y Enzo simplemente con las manos en los bolsillos. Michel también acompaña a Dylan. Las chicas llegan hasta
El aplauso de todos hace eco en el local. Volvemos a acercarnos, empezamos rozando nuestros labios y poco a poco el beso se torna adictivo.Me separo de él lentamente. —Todavía tienes algo que hacer — le digo. Él me mira esperando que continúe hablando. Separo una silla de la mesa y me siento. Tomo el borde del vestido y lo voy subiendo con cuidado. Él me hace una mirada levantando las cejas tipo “estás sin bragas”. No soy tonta, pudo subir el vestido perfectamente hasta la cinta sin que se vea absolutamente nada. Al fin le dejo ver la cinta, el sonríe. —Quítala —expreso autoritaria—, con la boca. Agachado lleva su boca hasta la parte del muslo dónde está la cinta. La toma con los dientes y comienza a bajarla por mi muslo hasta que la quita. Colocan la música y la fiesta apenas comienza. Nos acercamos a Helen, Kassandra, Michel y Leon, ellos estan con nuestra pequeña. Mi hija llama la atención de sus abuelos. — ¿Dónde está la preciosa de mami? —expreso cuando me acerco a ella. El
Final de la trilogía ✓Narrador:La mansión Stone celebra la mayor reunión familiar de la historia. Las mujeres de la familia, la madre de Aiden y la de Keira, la abuela de Eileen, la madre de Dylan y de Alessandra, estaban sentadas en unos sofás que habían en el jardín de la mansión contando viejas historias de sus hijos. La madre de Alessandra desde que había regresado de su recorrido por Roma, estuvo de acuerdo con Michel de que su relación no daba para más, así que apoyó la decisión de su ex marido de retomar su relación con Helen, la mamá de Dylan. Por otra parte está completamente loca por su nieta, le pidió disculpas a Alessandra por no haber estado cuando más la necesitó. Y, no sé si surgirá algo más, pero entre Leon y ella se cruzan muchísimas miradas desde que se conocieron.Saliendo por la puerta trasera que da acceso al patio, conversando muy a gusto, estaba el padre de Aiden, el de Keira, Michel y Leon. Tenían en mente algún negocio juntos, pero aún no se ponían de acuer
Contado por Aiden StoneHace algunos años me convertí exclusivamente de una sola mujer. Años en los que no he dejado de follar en cada puto lugar que se me antojara. Años en los que me he comido el mejor postre que pueda existir. Años en los que mi boca solo han disfrutado de un par de tetas. Años en los que mi erección solo ha entrado a un coño. Años en los que escuché los gemidos de una sola persona. Años haciendo correrse y yo corriéndome con la misma mujer. Y ¿saben qué? No me he aburrido ni un maldito día. Ella está hecha a mi medida.Lo que pienso hacer hoy, no es porque necesite estar con otra persona. Yo conocí tantos coños como pelos tengo en mi cabeza y sigo afirmando que el de mi mujer es el que me encanta y me trae loco. Lo que estoy a punto de hacer es un puto juego, una forma de provocarla y volverla loca.Me deshago de mi ropa y me siento en la cama, con la espalda apoyada en la cabecera. La pelinegra se acerca a mí solamente unas bragas. Agarra con sus manos mi sexo y
Entro a toda velocidad a casa. El reloj marcaba las siete y media. —Joder —me quejo mientras corro por las escaleras.En media hora celebro mi compromiso. Bruno me pedirá matrimonio oficialmente delante de todas las personas que conocemos.Voy deshaciéndome de mi ropa y dejándola en cada rincón por el que camino.—¿En serio eres mujer? —resopla mi mejor amiga—. Tienes poco menos de media hora para arreglarte. —Tiempo suficiente —respondo llegando a mi habitación. —Media hora nunca será suficiente para que una mujer se arregle —bufa recogiendo el reguero que he dejado.Voy directo a la ducha y a toda velocidad me baño. Tengo muy poco tiempo. Al terminar me envuelvo en una toalla y voy en busca de la secadora. —Mejor dame. —Me quita la secadora de mis manos—. Cada vez te queda menos tiempo. Se preguntarán por qué estoy tan calmada en un día tan importante como este. Sencillo. Me encanta leer y escribir, y si utilizo dos horas en arreglarme, menos tiempo tengo para hacer lo que me g