Miraba el reloj, el tiempo no pasaba, aun eran las cinco de la tarde, inclino la cabeza en la puerta del cuarto, donde estaba Nana, y Samanta con Ángel. La preocupación corría por mi cuerpo. Cierro los ojos.
Estaba desesperado el rejo marcaba las diez de la noche y no tenía noticias de Ángel, camino de un lugar a otro tratando de despejar mi mente, pero nada funcionaba. Suelto un suspiro, el pasillo ya me estaba pareciendo demasiado ancho, me siento de nuevo enfrente de la puerta.
“La pequeña vela iluminada el pequeño cuarto, las galletas la rodeaban, fieles a ella, y la botella de leche era el acompañante. Sus ojos se iluminan.
_ Pide un deseo…- la animo. Sierra los ojos suavemente y sopla con dulzura.
Vuelve a abrir los ojos, y me mira con esperanza.
_ ¿Cuál fue tu deseo? - pregunto queriendo saber el porqué de aquella mirada.
_ Si te lo digo no se cu
El sol entra por la ventana, incomodándome. He pasado la mejor noche de mi vida, sonrió. Entiendo la mano buscando a mi Ángel, pero no la encuentro. Vuelvo a revisar, pero no está.Abro los ojos asustado, se me escapa el alma del cuerpo. Hay tantas posibilidades que llegan a mi cabeza, y ruego que ninguna sea cierta._ ¿Ángel?Nadie responde. Me levanto de entre las sabanas, y con rapidez reviso el baño, pero nada. Reviso los pacillos de la mansión, el jardín, pero nada. Escucho unas risas en la cocina, pero no les doy mucha importancia. Me acerco a preguntarle a Nana si ha visto a mi Ángel.Cuando entro a la cocina y reviso el lugar, encuentro a mi Ángel llena de harina, con una sonrisa radiante en los labios. Mi alma vuelve a mi cuerpo, y puedo volver a respirar.Se acerca a mí y me da un beso en la comisura de los labios, cierro los ojos disfrutando de aquel pequ
Había logrado distraerla de Andrea, no sabía si ella estaba preparaba para escuchar, o yo, para contar aquella pequeña historia.Ya habíamos tomado una ducha, me había encargado de limpiar a mi Ángel; dolía ver la herida que tenía en el abdomen. Era mi culpa._ No pienses mucho.La miro confundida. Estaba desnuda entre las sabanas, tenía tantas ganas de acariciar su cuerpo, pero quería que las cosas fueran lento, quiera aprender más de ella, y ella más de mí.Sonríe negando con la cabeza. De repente su sonrisa se borra, se acuesta en mi pecho, tratando de esconderse._ ¿Qué ocurre?Pregunto, pero no hay respuesta. Me preocupo, no se pasa por su mente, y eso es frustrante, porque puedo leer los pensamientos de todos menos los de ella. Y a beses se cohíbe tanto._ Nada…no te preocupes- su voz no va concuerdo a su
Ángel:_ Ángel…ÁngelEscucho que llaman mi nombre, pero realmente no quiero salir de mi placido sueño, así que me doy la vuelta y sigo durmiendo._ Ángel cariño te tengo una sorpresa._ Mañana Alec- me quejo- tengo sueñoRíe, y me acaricia el pelo, lo cual me adormece más._ Te prometo que te va a encantar la sorpresa que te tengo- me da un beso- pero si no te levantas no sabrás que es._ Está bien…Me convence cuando empieza a acariciarme con la punta de la nariz._ Alec no sigas por allíLe advierto.Sus ojos platinados me miran divertidos, su emoción es palpable._ ¿Cuál es dicha sorpresa? - digo con sarcasmo, quiero seguir durmiendo._ Te voy a llevar de compras.Frunzo el ceño sin entender, de donde sale tanta emoción para ir de compras.
Ya estaba lista, Samanta y Nana, me peinaron, era un trabajo estupendo. Me miro en el espejo, llevaba el pelo recogido suavemente, con varias mechas sueltas; llevaba poco maquillaje, nada más labial mate, base y delineador. Estaba nerviosa, en esta noche se podía esperar cualquier cosa; lo que me tranquilizaba era que Ale chiba a estar junto a mí; esperaba que no me dejara sola.Suspiro._ Estas muy linda mi niña- Nana entra mirándome con una gran sonrisa.Samanta simplemente asiente sonriente._ Me retiro- dice molesta- ya empiezan a llegar los invitados.Yo y Nana la miramos sin entender su mal humor repentino.Me siento en el borde de la cama, y miro el techo; mi cuerpo temblaba levemente. Esta noche seria presentada ante el consejo, ante el mundo vampírico, y no estaba preparada para nada de eso. ¿Porqué simplemente las cosas no podían ser más fáciles? &
Salgo de la ducha, con la toalla cubriendo mi cuerpo. Ya todos los invitados se habían ido; estaba cansada, no físicamente sino mentalmente ¿Por qué todas querían a Alec? ¿Acaso tendría a todas las mujeres en mi contra por culpa de Alec?Estaba sentado en la cama, con la cabeza entre sus manos, y la mirada baja; tenía la corbata suelta pero aún permanecía alrededor de su cuello.Me voy cambiando, y pareciera que ni se inmutara. Cuando ya estoy lista, me acerco a él, y le levanto la mirada, me siento encima de él. Sus ojos parecen más oscuros de lo normal. Su cansancio era notable._ Lo siento Ángel…Creo que la noche no salió como pensé- cierra los ojos, le acaricio el pelo, y en su rostro aparece una expresión de satisfacción._ Está bien- trato de tranquilizarle- solo me asustaste…Me mira alarmado.
El viento soplaba, se enredaba en mi pelo dándome tranquilidad. No había visto a Alec en todo el día después de una noche alucinante. Las rosas se abrían cuando los rallos de sol las acariciaban, era un acto curioso.Mi celular sonó, lo saco extrañada del bolcillo._ ¿Hola?_ Ángel…Mi sorpresa es grande, mis ojos se aguan. Logra pronunciar mi nombre a medias, estaba borracho. Suelta una risa, le da hipo._ Lo siento- vuelve a reír- Ángel…ÁngelSu voz suena dolida, aun no logro salir de mi trance._ Mathew…- susurro, me siento en la banca, mis pies tiemplan, no logran mantenerme._ ¡Me recuerda!- vuelve a reír- creí que ya me habías olvidado- o través le da hipo.Eructa, me sorprendo por ello, y rio._ ¡Dios soy un asco!- se queja- me alegra tanto volver a escucharte re&i
Me faltaban tres horas de viaje, el chico a mi lado, estaba dormido en mi hombro, era incomodo, pero me daba pesar despertarlo. La azafata, cada vez que caminaba a nuestro lado, sonreía tiernamente, como si supiera algo que yo no. Suspiro.Cierro los ojos e inclino la cabeza, apoyándola sobre la ventanilla; estaba cansada pero no lograba conciliar el sueño.El avión por fin aterriza, y el chico a mi lado no se ha levantado, ¡Si duerme! Pongo los ojos en blanco, cuando la chica de cabello rubio, vuelve a mirarnos tiernamente; bufo. Zarandeo al chico y este con pesadez, abre los ojos. Sus ojos oscuros miran a su alrededor algo desconcertados, y después se dirigen a mí._ Lo siento…creo que me quede ¿dormido?- se revuelve el pelo, y baja la cabeza.Suelto una carcajada, ¡Qué situación más vergonzosa!_ Está bien- le sonrió- no te preocupes, ¿L
Trataba re revisarle las heridas a Mathew, pero no se quedaba quieto. Un no me había explicado cómo había terminado así, y tampoco quería presionar, confiaba que cuando estuviera listo, me lo diría._ ¡Mathew quédate quieto!- le regaño.Me mira sorprendido; de repente suelta una carcajada._ Claro mama- vuelve a reír._ No es gracioso- me quejo. Cruzo los brazos, enfadaba.Me da un sonoro beso en la mejilla, y sin querer sonrió._ Está bien- le revuelvo el pelo, y se queja- Vamos a terminar contigo.Vuelvo a mi trabajo. Los chicos y los niños, ya estaban en sus camas, había pasado alrededor de una hora y no había podido terminar con Matt, porque no se quedaba quieto. Tenía que regresar al hotel, y ya era tarde.Suspiro ya había terminado, volteo a mirar el reloj en la pared; eran las doce de la noche. ¿C&