La palabra "feliz", no es suficiente para describir como me siento. No solo estoy feliz por la bienvenida que mi familia le ha dado a Allegra. Estoy feliz porque ella ha sido feliz en esta Navidad y ha recibido regalos que ni se esperaba. El saber que tendremos dos niñas más, también es una noticia increíble. Era evidente que Ignazio saldría a relucir su broma de haber sido el único en tener un hijo varón, y honestamente, eso no me afecta en nada.
Ya puedo imaginarme a nuestras tres niñas jugando juntas y yo mirándolas como un bobo por ser el padre más orgulloso del mundo. Estos sentimientos son tan profundos, tan complejos, y tan nuevos que por una parte me da pánico. La única certeza que tengo en estos instantes es que quiero que se parezcan a su madre.
—Guapo, ¿te encuentras bie
Después de ducharme, bajo a la cocina, y al entrar me encuentro a mi embarazadísima esposa y nuestra pequeña cocinando juntas. Es una imagen tan pero tan bonita que solo puedo quedarme parado bajo el arco que divide el salón y la cocina observándolas.—Ahora ponlo allí.— Le indica a Allegra refiriéndose a un bol con ensalada.—¿Cocinando?— Pregunto y ambas se sorprenden ya que ni siquiera se habían percatado de mi presencia.—¡Has tardado muchísimo! ¿Te estabas duchando o dando un baño de inmersión?— Me pregunta mi guapísima esposa entre risas.Rio ante sus palabras y camino hacia ella con la clara intensión de hacerle cosquillas, pero ella se da c
—¿De verdad crees que a tu madre le haya gustado el almuerzo que he preparado?— Me pregunta una vez más cuando cierro la puerta de nuestro cuarto.—Cariño, a toda mi familia les ha encantado el almuerzo y han pasado un día increíble disfrutando de ver como Allegra jugaba con sus primos.— Le digo e intento convencerla de que no debe preocuparse tanto.—Es que tu madre es perfecta... yo no conseguiré ni acercármele a los tobillos nunca.— Comenta preocupada mientras enciende la luz de los veladores.Cierro la puerta con llave y ella me mira preocupada haciéndome reír —Cariño, la niña ya está dormida en su cuarto, y si nos necesita golpeara la puerta.— Le explico.&m
Días despuésNuestro primer fin de años juntos. Es increíble la manera en la que mi vida ha cambiado este año. Observo el esmero con el que decora el salón y la mesa donde cenaremos en familia, y no puedo parar de sonreír ¿Quién me iba a decir que todo esto existiría? Murmurmo, pero al parecer ella me ha escuchado por qué voltea a mirarme.—¿Qué has dicho?— Me pregunta confundida y rio.—Solo una frase cariño.— Le explico y al parecer no me cree porque entrecierra sus ojos.—Te veía decorar la mesa y no podía dejar de pensar en lo mucho que han cambiado nuestras vidas este año. Este es nuestro primer fin de año juntos y el v
10 de eneroEsta última semana y media, nos hemos encargado de disfrutar en familia de unas mini vacaciones. Hemos aprovechado mi descanso antes de mis viajes y el suyo de la empresa para ir a la playa, luego regresar a Roma y recorrerla para hacer que Allegra conociese los rincones de la tierra donde ahora crecerá. Eso si, mi esposa no ha dado tregua en la educación de la niña y la ha inscripto en el mismo jardín infantil donde va Lisa para que comience con su educación infantil.Según mi esposa ella quiere que la niña, aunque sea curse la mitad del año del último año del segundo ciclo para que poco a poco ella se vaya adaptando a los niños de aquí y al idioma y todo eso. Algo de razón lleva, Allegra está acostumbrada a que sus clases de jardín eran e
Observo como disfruta de cada bocado de fruta que ha pedido para su desayuno y luego miro a mi plato con un poco más de culpa. Tortitas, sirope, café... el embarazado parezco yo definitivamente. —¿Qué pasa?— Pregunta regresándome a este momento junto a ella en la terraza de este café frente al mar.—Que tú estarás embarazada, pero el que engordara seré yo.— Digo entre risas.—¿Con todo el ejercicio que haces? Imposible.— Sentencia.—Por eso mismo lo hago, imagínate si solo comiese.— Explico y por alguna razón ella comienza a reírse con muchas ganas.—Gordito Marin te llamarían.— Bromea y ya me
Varias semanas después: 26 de febreroEsta es la despedida más difícil que me ha tocado. Mi esposa y mi hija me dan un ultimo abrazo antes de subirme al avión rumbo a México para dar inicio a un recorrido por los nuevos hoteles que la empresa ha abierto en Latinoamérica. Las abrazo con mucha mas fuerza y luego me pongo de rodillas frente a ella para despedirme de nuestras bebes. No me importa si me ven o no; hace tiempo que la mejor noticia de mi vida no es un secreto. Solo puedo besar esa preciosa barriga de 28 semanas y pensar en el regreso a Italia.Ruego de todo corazón que el parto no se adelante, pero según el doctor la fecha estipulada es para el 15 de mayo; sin dudas el mejor regalo de cumpleaños que tendré en toda mi vida. —Las amo.— Digo y les doy un beso
Ha sido la mujer más valiente del mundo. Según me ha explicado la enfermera, llevaba cinco horas de trabajo de parto antes de que la ingresaran a la sala y allí a pesar del cansancio ha dejado todo de ella para que nuestras hijas nacieran. Es que sigo repasando en mi mente el momento donde el doctor nos trajo por primera vez a nuestras princesas y no puedo parar de sonreír.Silenciosamente me levanto del sofá para no despertar a mi esposa quien por fin consigue dormir algunos minutos y voy hacia las cunas donde están Alma e Indiana. Las observo dormir plácidamente en esta madrugada del 30 de abril y no puedo dejar de sentirme el hombre con más suerte.El sostener su mano durante el parto, y el decirle que ella era mi universo ha sido lo más bonito que he hecho en mi vida. Me sentí parte de su dif&iacut
Un poco más de un año después29 de MayoHoy es un día muy especial. No solo porque es mi cumpleaños, pero es que hoy por primera vez Indiana me ha dicho "papá". Alma ya lo había hecho hace algunos días atrás, pero Indiana se resistía; solo decía "mamá", y a decir verdad yo ya me estaba poniendo celoso. Aun no me creo que hace un poco más de un mes hayan cumplido un año...Las veo corretear por la sala mientras persiguen a Allegra y me parece ayer cuando las dos llegaron a nuestras vidas y voltearon todo patas para arriba. Los primeros meses de sus vidas han sido los más difíciles para mí. Tuve que seguir con los viajes y solo regresaba a casa por algunos días y luego me iba. Afortunadamente, m