Perdón por la ausencia. Me caí y me lastimé las manos, así que no podía escribir, pero ya estoy mejor :)
Para Laura, aquella fue la cena más incómoda de la vida. Después de su cena de aniversario, claro. Poco sabía que después habría una mucho peor.Cuando Ernesto terminó de comer y los otros la segunda botella de vino, tanto alcohol le pasó la factura a Laura y se excusó para ir al tocador. Cuando se levantó, Asmodai también lo hizo, como todo un caballero y era todo sonrisas para ella. Mientras que, por otro lado, Ernesto sólo la miró irse con molestia.En cuanto ya no estaba a la vista, Asmodai borró lo sonrisa de su rostro y miró a Ernesto, para luego acomodar su cara contra la mesa y susurrarle con furia.-Jamás, en tu asquerosa vida, vuelvas a hablarle a Laura como le hablaste. ¿Entendiste? –-S…Sí. –-Muy bien, porque si lo haces, lo sabré y hare que te arrepientas. – susurró Asmoda
Cuando llegaron a casa, Ernesto encontró de nuevo su valor y tomó a Laura del brazo con fuerza y la llevó hasta la cocina.-¿Por qué estaba ese hombre ahí contigo, Laura? –-Ya te lo dije… Por favor… Suéltame. –-¡Contesta lo que te pregunto! –-Me duele… Él llegó ahí cuando te estaba esperando… Por favor, Ernesto. – gimoteó ella mientras sentía que el brazo se le partía.-¡Dime la verdad! – exigió mientras la sacudía con violencia.-Te estoy diciendo la verdad… Yo estaba esperándote y él apareció… Ernesto, por favor… Me lastimas. – contestó Laura mientras trataba de aguantar los sollozos.-Tú me lastimas más con tus mentiras… Dime la verdad…--¡Es la verdad, Ernesto! Me duele mucho… Por favor… por favor… --¿Te has acostado con él? – preguntó Ernesto.-¿Qué? ¿Cómo puedes pensar eso? Suéltame por favor… --Está bien… Te creo. Pero si te acuestas con ese hombre, lo pagarás. ¿Entendido? – susurró Ernesto cuando esa idea pasó por su mente.-Amor… Me duele… --Está bien, te creo. ¡Pero qu
LauraHa pasado poco más de un mes desde que ese hombre entró en nuestras vidas y todo se volvió tan caótico. Nunca esperé sentir que mi vida se iba a la basura como en ese momento. No esperaba que Ernesto tuviera un amorío con Susana ni que se le olvidara que todo lo que hemos logrado se debe más a mi esfuerzo que a cualquier otra cosa.El señor Khalid ha sido paciente con nosotros y eso sería bueno si no fuera porque sus razones son demasiado evidentes y desagradables. Sólo quiere tenerme en su cama y ya. Por eso es su falsa amabilidad y comprensión ante todas las dificultades.En verdad es un hombre atractivo, de eso no hay ninguna duda. Sin embargo, no soy de la clase de mujeres que hace esas cosas. Juré ante un altar que respetaría mi matrimonio hasta el día de mi muerte y planeo cumplirlo. Sólo que su atractivo cuerpo me lo dificulta un poco.¡Debo concentrarme!Esta mañana nos llamaron del predio porque, al parecer, a la estúpida de Susana se le olvidó llevar unos documentos a
Llego a casa cansada, avergonzada y medio deshidratada, pero, sobre todo, aliviada.Cuando mi mano se separó de su cara y puede reflexionar un poquitito sobre mis acciones, sentí que sería el fin del mundo. Ernesto no me perdonaría jamás por haber perdido un contrato tan importante como este. Asmodai tiene razón al decir que quizá es el más lucrativo de mi vida y no quiero perder esa oportunidad.Durante la comida hablamos muchísimo y me contó que Levi sí es su hermano, que tiene varios hermanos más y que todos son adoptados por su madre: Lucía Fernanda Khalid. También me dijo que él es el mayor de sus hermanos y Levi de los de en medio. Realmente me la pasé muy bien con él después de haberle dejado en claro que no estoy interesada en él como hombre.Antes de salir del coche veo que Ernesto ya está aquí y eso me pone a pensar un poco, pues no suele llegar temprano. Espero que no tenga nada que ver con Susana o algo malo en la empresa.Entro a la casa y él está en la cocina, preparan
Viajar a Cancún siempre es un sueño para todo el mundo: Playas de arena blanca y el agua más clara de tu vida suenan como lo mejor del mundo. ¿No?La verdad es que sí suena como eso.Pero, venir a este hermoso lugar con mi esposo con la clara intención de sólo entregarnos al placer de hacer el amor sin preocupaciones, eso sí es lo mejor del mundo. Desde que aterrizamos en el aeropuerto siento la anticipación crecer en mi vientre y sé que él también se siente así por la forma en que me mira.Durante todo el trayecto entre el aeropuerto y el hotel, no paramos de besarnos como dos adolescentes que se acaban de escapara para tener sexo desenfrenado.Al llegar a nuestra habitación decidimos tomar una ducha y luego vamos a comer al restaurante que tiene el hotel.Es bonito, fresco y agradable. El calor es insoportable, pero el suministro regular de daiquirís y piñas coladas hacen que sea soportable. Cuando termina la comida vamos a caminar por la playa y el atardecer nos sorprende mientras
LunesQuedarnos en aquella playa habría sido lo más maravilloso de la vida. Sin embargo, no era posible. En la empresa hay demasiados asuntos que atender y apenas aterrizamos en la Ciudad, los teléfonos de ambos comienzan a sonar sin descanso, augurando problemas muy grandes.Apenas llego a mi oficina, reviso los documentos que me entregan las secretarias y suspiro con frustración al ver que, de nuevo, hay diligencias del Ayuntamiento para revisar documentación que se supone que Susana debió entregar hace días.Trato de no querer tirarle las diligencias a la cara y descontar de su salario todo el dinero que tendremos que desembolsar por su ineptitud mientras llamo a Asmodai para pedirle que vaya conmigo a dejar los documentos.-Buenos días, Laura. ¿Qué necesitas? – dice en tono neutro y miro mi teléfono, extrañada.-Buenos días, Asmodai… ¿
Todos nos quedamos callados sin saber qué decir o hacer cuando Asmodai habló así, de una forma que no aceptaba el tonto argumento de mi suegra al defender a la cucaracha de Susana.-No… ninguno. - contestó ella, bajito.-Me alegro de saberlo, porque podría parecer que está más en favor de esa… mujer que, en favor de Laura, que es su nuera, la esposa de su hijo. Y eso sí que sería muy raro. - contesta él mirando sus dedos y luego a ella con una ferocidad increíble.- ¡Ya estoy aquí! - Ernesto aparece de la nada y todos pegamos un brinco en la mesa, excepto Asmodai, que sigue mirando a mi suegra con tanta intensidad que a ella no le quedó de otra que agachar la mirada.- ¿Todo bien? – preguntó mi esposo al ver que nadie le contestaba.-De maravilla, Ernesto. Sólo intercambiamos una perspectiva con tu madre acerca de tu asistente. Me gustaría charlar contigo sobre eso, pero dado que hoy es el cumpleaños de Laura, no es el momento para eso. La incompetencia de tu asistente ya nos amargó t
Le doy una sonrisa tensa a Asmodai y por el rabillo del ojo veo que Ernesto está que echa chispas de lo enojado que está al ver que otros hombres me dan la atención que él no suele darme. Mi mano sigue entre las cálidas manos de Asmodai y siento que lo que acaba de decirme es más bien como un voto de matrimonio y no como algo que se le diría a alguien cuando se le da un regalo. Siento un placer indescriptible por eso que en seguida es acallado por la culpa de estar haciendo algo inadecuado y asqueroso como lo que él me hace con Susana, así que retiro mi mano lo más rápido que puedo y miro a los demás con nerviosismo. -Es una hermosa joya, señor Khalid. Mi esposo y yo estamos muy honrados por el regalo que le dio a nuestra hija.- -Puede llamarme Asmodai, señora. Y no debería agradecerme, soy yo quien está sumamente agradecido porque Laura esté en este proyecto. Sé que a su lado todo saldrá bien porque en verdad es una persona muy competente y con muchas capacidades.- Mi suegra mira