Un mes después. Para Laura, las últimas cuatro semanas habían sido caóticas. El asunto de la misteriosa desaparición de todos los planos del proyecto fue algo que los puso a todos en un estado de ansiedad tan terrible que casi se arma una guerra entre los empleados. Al principio pensó que sólo se trataba de la estupidez de Susana. Pero cuando tuvo que ir ella personalmente a revisar todos los equipos y no encontró nada, las cosas fueron demasiado complicadas como para ser parte de la ineptitud de Susana. Además, por tanto tratar de acceder a la nube de su computadora, habían bloqueado su acceso durante días y ella tuvo que enviar documentos de verificación Revisaron las grabaciones de seguridad -de un sistema que presumía ser impenetrable- y a las 8:00 de la noche, al mismo tiempo, todas las cámaras del edificio fallaron durante 3 minutos. Así que ahora había dos problemas: una violación en su sistema de seguridad y un proyecto comprometido. Con vergüenza, y prácticamente sintiendo
Laura sintió cierto aguijonazo de decepción cuando le dijo eso, pero se recompuso casi al instante. -En hora buena, señor Khalid. Cualquier mujer que sea su novia, debe sentirse bastante bien. Es usted un hombre bastante atractivo y tiene carisma. – dijo rápidamente y bebió su vino para evitar mirarlo a la cara. -En realidad es mentira. – dijo él con tristeza. -¿Qué cosa? – preguntó ella con excesivo interés y para él no pasó desapercibido. -No es verdad que salgo con alguien. Sólo lo dije para ver cuál era tu reacción. Pero veo que te alegras muy sinceramente de que esté con alguien. ¿Tanto te desagrado? – preguntó con un aire ofendido que sólo quien lo conociera bien, sabría que era más una burla que otra cosa. -No es que usted me desagrade, señor Khalid. Sólo es que, como le he dicho en cada ocasión que nos vemos, soy una mujer casada que respeta su matrimonio. – “Aún cuando estoy casada con un completo imbécil”, pensó Laura con amargura. -Me disculpo por eso. No tengo la inte
Para Laura, aquella fue la cena más incómoda de la vida. Después de su cena de aniversario, claro. Poco sabía que después habría una mucho peor.Cuando Ernesto terminó de comer y los otros la segunda botella de vino, tanto alcohol le pasó la factura a Laura y se excusó para ir al tocador. Cuando se levantó, Asmodai también lo hizo, como todo un caballero y era todo sonrisas para ella. Mientras que, por otro lado, Ernesto sólo la miró irse con molestia.En cuanto ya no estaba a la vista, Asmodai borró lo sonrisa de su rostro y miró a Ernesto, para luego acomodar su cara contra la mesa y susurrarle con furia.-Jamás, en tu asquerosa vida, vuelvas a hablarle a Laura como le hablaste. ¿Entendiste? –-S…Sí. –-Muy bien, porque si lo haces, lo sabré y hare que te arrepientas. – susurró Asmoda
Cuando llegaron a casa, Ernesto encontró de nuevo su valor y tomó a Laura del brazo con fuerza y la llevó hasta la cocina.-¿Por qué estaba ese hombre ahí contigo, Laura? –-Ya te lo dije… Por favor… Suéltame. –-¡Contesta lo que te pregunto! –-Me duele… Él llegó ahí cuando te estaba esperando… Por favor, Ernesto. – gimoteó ella mientras sentía que el brazo se le partía.-¡Dime la verdad! – exigió mientras la sacudía con violencia.-Te estoy diciendo la verdad… Yo estaba esperándote y él apareció… Ernesto, por favor… Me lastimas. – contestó Laura mientras trataba de aguantar los sollozos.-Tú me lastimas más con tus mentiras… Dime la verdad…--¡Es la verdad, Ernesto! Me duele mucho… Por favor… por favor… --¿Te has acostado con él? – preguntó Ernesto.-¿Qué? ¿Cómo puedes pensar eso? Suéltame por favor… --Está bien… Te creo. Pero si te acuestas con ese hombre, lo pagarás. ¿Entendido? – susurró Ernesto cuando esa idea pasó por su mente.-Amor… Me duele… --Está bien, te creo. ¡Pero qu
LauraHa pasado poco más de un mes desde que ese hombre entró en nuestras vidas y todo se volvió tan caótico. Nunca esperé sentir que mi vida se iba a la basura como en ese momento. No esperaba que Ernesto tuviera un amorío con Susana ni que se le olvidara que todo lo que hemos logrado se debe más a mi esfuerzo que a cualquier otra cosa.El señor Khalid ha sido paciente con nosotros y eso sería bueno si no fuera porque sus razones son demasiado evidentes y desagradables. Sólo quiere tenerme en su cama y ya. Por eso es su falsa amabilidad y comprensión ante todas las dificultades.En verdad es un hombre atractivo, de eso no hay ninguna duda. Sin embargo, no soy de la clase de mujeres que hace esas cosas. Juré ante un altar que respetaría mi matrimonio hasta el día de mi muerte y planeo cumplirlo. Sólo que su atractivo cuerpo me lo dificulta un poco.¡Debo concentrarme!Esta mañana nos llamaron del predio porque, al parecer, a la estúpida de Susana se le olvidó llevar unos documentos a
Llego a casa cansada, avergonzada y medio deshidratada, pero, sobre todo, aliviada.Cuando mi mano se separó de su cara y puede reflexionar un poquitito sobre mis acciones, sentí que sería el fin del mundo. Ernesto no me perdonaría jamás por haber perdido un contrato tan importante como este. Asmodai tiene razón al decir que quizá es el más lucrativo de mi vida y no quiero perder esa oportunidad.Durante la comida hablamos muchísimo y me contó que Levi sí es su hermano, que tiene varios hermanos más y que todos son adoptados por su madre: Lucía Fernanda Khalid. También me dijo que él es el mayor de sus hermanos y Levi de los de en medio. Realmente me la pasé muy bien con él después de haberle dejado en claro que no estoy interesada en él como hombre.Antes de salir del coche veo que Ernesto ya está aquí y eso me pone a pensar un poco, pues no suele llegar temprano. Espero que no tenga nada que ver con Susana o algo malo en la empresa.Entro a la casa y él está en la cocina, preparan
Viajar a Cancún siempre es un sueño para todo el mundo: Playas de arena blanca y el agua más clara de tu vida suenan como lo mejor del mundo. ¿No?La verdad es que sí suena como eso.Pero, venir a este hermoso lugar con mi esposo con la clara intención de sólo entregarnos al placer de hacer el amor sin preocupaciones, eso sí es lo mejor del mundo. Desde que aterrizamos en el aeropuerto siento la anticipación crecer en mi vientre y sé que él también se siente así por la forma en que me mira.Durante todo el trayecto entre el aeropuerto y el hotel, no paramos de besarnos como dos adolescentes que se acaban de escapara para tener sexo desenfrenado.Al llegar a nuestra habitación decidimos tomar una ducha y luego vamos a comer al restaurante que tiene el hotel.Es bonito, fresco y agradable. El calor es insoportable, pero el suministro regular de daiquirís y piñas coladas hacen que sea soportable. Cuando termina la comida vamos a caminar por la playa y el atardecer nos sorprende mientras
LunesQuedarnos en aquella playa habría sido lo más maravilloso de la vida. Sin embargo, no era posible. En la empresa hay demasiados asuntos que atender y apenas aterrizamos en la Ciudad, los teléfonos de ambos comienzan a sonar sin descanso, augurando problemas muy grandes.Apenas llego a mi oficina, reviso los documentos que me entregan las secretarias y suspiro con frustración al ver que, de nuevo, hay diligencias del Ayuntamiento para revisar documentación que se supone que Susana debió entregar hace días.Trato de no querer tirarle las diligencias a la cara y descontar de su salario todo el dinero que tendremos que desembolsar por su ineptitud mientras llamo a Asmodai para pedirle que vaya conmigo a dejar los documentos.-Buenos días, Laura. ¿Qué necesitas? – dice en tono neutro y miro mi teléfono, extrañada.-Buenos días, Asmodai… ¿