Dos semanas más tarde Ben se encontraba en las afueras del pueblo junto a Axel ambos planeaban con Aurora sobre la academia que ella pensaba construir, era de noche y diferentes criaturas sobrenaturales trabajaban en un gran pedazo de tierra para dar inicio a la construcción de la escuela. Mientras Ben y Aurora estaban terminando de hablar dos siluetas se acercaban desde lejos, a medida que se acercaban muchos de los que estaban trabajando dejaban su actividad para estar alerta de los dos que venían hacia ellos. A pocos metros de aurora se detuvieron eran Leo y Alex con una mirada seria y macabra. Axel vio a su hermano y se puso en guardia inmediatamente.
— No te pongas así, ¿o quieres que te encierre en una pesadilla otra ves? — Dijo Leo poniendo sus ojos rojos y burlándose con una sonrisa.
— Te estuve buscando últimamente para hablar y no te pude encontrar. — Respondió Axel.Ben regreso a su casa, al llegar Valeria estaba esperándolo.— Hola ¿Cómo estas Ben? — Pregunto ella al verlo llegar.— ¡Valeria regresaste! — Dijo Ben con alegría.— Si ya estoy de vuelta, me quedare un tiempo en el pueblo así que ya no me extrañaran.— Me alegra escucharlo, tuve un día horrible, pero saber que volviste de tu viaje es la única buena noticia que escuché hoy, en unos días también regresara Anís con su hermano — Dijo Ben.— Te preocupas mucho, ¿Qué paso en todo este tiempo que no estuve? ¿Sigues siendo el novio de Anís?— Si tenemos algo así como una relación a distancia, sale mucho del pueblo con su hermano, la verdad es que no creo que mientras su padre este en el pueblo ella se quede permanentemente.— Debe ser difícil te
— ¡THOMAAAS! — gritaba Alex por los pasillos de su casa.— Estoy aquí que quieres. — Respondía Thomas con los ojos hinchados.— ¿Estabas durmiendo ahora de noche?— Si solo me acosté y me quede dormido, hasta que alguien entro a la casa gritando como un loco.— Es hora de trabajar, iremos casi todos a centro américa, serán muy pocos lo que se quedarán acá.— ¿Qué hay allá?— Ted fue visto allá hace un par de años.— aaah… no entiendo, si él te quiere muerto ¿por qué acercarse?— Tengo una teoría del por qué no ataco todavía.— Haber dímela.— Creo que él no tiene el cien por ciento de su fuerza, por eso se mantiene oculto, por eso tenemos que matarlo antes de que se recupere.<
Alex condujo hasta el puerto más cercano seguido eso subió a un barco hasta Bélgica y desde ahí condujo hasta Alemania, en tres días llego a la dirección que tomas le entrego era una noche con una lluvia intensa, una tormenta eléctrica y mucho viento, pero eso no evito que fuera a su destino, la dirección lo llevo al centro de la ciudad de Colonia, justo en las puertas de un gran edificio reluciente.Alex toco el un timbre del portero eléctrico esperando a que Rosa le hablara del otro lado, pero eso no paso, presiono una vez más y otra, pero aún no tenía respuesta. Un hombre de raza negra con uniforme blanco salió por la puerta principal y dijo.— ¿Busca a alguien en especial joven?— Buenas noches, estoy buscando a Rosa Caes ella vive aquí.— si la conozco vive sola con su hijo, ella no se encuentra aquí en este momento, hace dos
Alex se quedó en el departamento de Rosa acompañando a su hijo quien estaba muy deprimido, el chico se negó a ir al entierro de su madre, tal vez en el fondo no quería aceptar lo ocurrido. Dos días después de la muerte de Rosa Alex se sentó con su hijo y le sirvió un plato de comida.— Come desde lo sucedido no comiste nada.— No puedo comer eso, es asqueroso y me hace daño comer comida humana.— Si, a mí también, pero no creo que un humano quiera comer esto, porque no lo pruebas y me dices como sabe. — El chico corto un pedazo de la carne cocida y lo mastico lentamente en su boca. — ¡Esta bueno! Pero no parece a lo que como siempre.— Supongo que nunca cocinas la carne.— no savia que la carne humana se podía cocinar.— Hay muchas cosas que no sabes, pero puedes aprenderlas. Le prometí a tu madre que te cuid
Dos semanas pasaron desde que Alex se encontró con Noa, ni bien llegaron al pueblo Alex se apartó de todos y se fue a vivir a una nueva casa justo frente a la casa de Melissa. donde pueda estar solo con Noa, el chico pasaba mucho tiempo leyendo libros y revistas de comics, a él le gustaba mucho los deportes, pero no conocía a nadie y tampoco podría jugar normalmente sin lastimar a nadie debido a su fuerza, así que si no estaba jugando al básquet solo estaba sentado en alguna plaza leyendo un libro. Por las noches su padre lo instruía en algunos aspectos para que aprenda más sobre él o lo que lo rodea.Una tarde Noa estaba sentado en un banco leyendo un libro cuando de repente una pelota cayó cerca suyo, pertenecía a un grupo de jóvenes que estaban jugando al básquet cerca de él.— EUU TIRALA AQUÍ. — Grito un chico que aparentaba tener la misma
Mas tarde cuando espeso a oscurecer Noa regresaba a su casa y cuando entro se encontró con un chico de pelo amarillo y de su altura, este tenía grandes ojeras en los ojos y las venas se le marcaban en la esclerotiza, el chico cuando lo vio dijo.— Vos debes ser el nuevo, me llamo Leandro, ven ¿quieres un poco? — Le dijo señalando varias líneas de polvo blanco que estaban sobre la mesa.— Emm no, yo no lo hago.—¿Un cigarrillo? ¿un trago? —Pregunto hablando muy rápido.— No no, tampoco, ¿sos del clan?— Si, me pidieron que viniera.— También a nosotros dos, espero que sea algo importante. — Dijo Alan entrando junto con Anís.— Hermanos, cuanto tiempo sin verlos, se decía que nos habían abandonado. — Dijo Leandro abrazándolos a los dos.— Así fue, pero
—¡HAROOON! —Grito el chico muy alegre al mismo tiempo que el vampiro de pelo blanco se ponía de pie con la cara llena de polvo.—bingo, lo que faltaba. —Dijo Anís agarrándose la cabeza.—¿se puede saber qué haces estúpido? —Dijo Rayzen molesto.—Vamos a hacer un duelo hermano, estoy listo, ahora. —Dijo el chico.—Luck te extrañamos mucho. —Dijo Leandro abrazándolo.—¡LEAAA! ¿TODOS ESTAN ACA? ¿Qué emocionante?— Dis, disculpen, — Dijo Noa metiéndose en la conversación— pero ustedes son todos hermanos o solo es una manera de hablar.— Medio hermanos somos los cuatro, a excepción de ellos dos, que comparten el mismo padre y madre, son mellizos. — Respondió Leandro señalando a Alan y Anís mientras abría una lata de c
—YAA LO ESCUCHE, ¡NI SE LES OCURRA HACER ESO ACA! —Grito Alex antes de salir.—Te lo dije. —Agrego Anís.— BIEN NO IMPORTA, VAYAMOS A LONDRES A BAILAR EN UNA DISCO, CONOZCO UNA MUY BUENA. —Dijo Alan.— No me gusta la idea, tenemos cosas que hacer. — Insistió Anís.— Si, pero no ahora. — Dijo Alan. —Nuestro padre nos dio un par de días de descanso, luego a trabajar, aprovechemos.—¿Qué dices Noa? — Pregunto Leandro.— Mmm no lo sé es que yo…—¡ESTA DECIDIDO! EL TAMBIEN QUIERE VENIR.— NO DIJO ESO. — Grito Anís.— Vamos hermanita, no seas amargada, tal vez no nos volvamos a reunir los cinco dentro de cincuenta años o más, aprovechemos. — Dijo Leandro tratando de convencer por ultima ves a su hermana.&mdash