Los dolores de tu cuerpo a veces te dan señales , los tratas con medicamentos por unos días y sanas, pero hay veces que lo que enferma es tu cabeza y pierdes el sentido del camino... Necesitas tomarte un tiempo, descansar y recalcular lo que haces o estar por hacer... Tardas en volver...¡Ya regrese! Los quiero y gracias por leer ¡Estoy de vuelta!
Elida también trató de detenerlo, Aníbal solo gritaba. “¡Duele, duele, duele!”. Los recuerdos regresaban poco a poco, pero con mucho dolor, imágenes del pasado recorrían su mente, era una Katty sonriente, donde le pedía matrimonio a Katty, en la cama desnudos juntos, Katty llorando y discutiendo con él, Katty sufriendo en un hospital, Katty suplicando hincada ante él… Aníbal gemía. “!No! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No es cierto! ¡Cómo pude!”. Gritaba tratando de estirarse el cabello dándose golpes con la mano. Cristina lloraba. “Aníbal detente, por favor, hijo, detente”. Elida no sabía qué hacer miraba a Andrés con temor. Mariano se dio cuenta de lo que pasaba, Aníbal no estaba usando las pastillas, giró a ver a Elida. Y caminó hasta ella apretándole el brazo. “¿Qué hiciste?”. Le reclamó Elida solo negaba con la cabeza. Mariano estaba hecho una furia. “¡No le diste las pastillas! ¡¿Qué fue lo que hiciste?! ¡Te dije claramente que no dejaras de darle el medicamento!”. Ella sol
La mujer mayor alterada empezó a discutir. ¿Qué vamos a hacer? No tenemos dinero, estamos en la ruina sin la ayuda del señor Mariano”. El hombre mayor resopló y se dirigió a su hija. “Ve a tu habitación”. Elida afirmó y subió las escaleras. Al entrar, cerró la puerta con pesar y pegada a ella, fue bajando despacio hasta abrazar sus rodillas, lloró sin control, su madrastra influenciaba mucho a su padre y era probable que lo convenciera de casarla con un hombre viejo. Katty y Andrés regresaron a su hogar, Cristina decidió quedarse unos días con Aníbal, hasta que se tranquilizara, Karl también aceptó se quedó acompañando a su madre unos días más, al llegar a la gran casa, los pequeños ya la esperaban con ansias, cenaron todos juntos y Katty ayudó a sus pequeños a dormir. Kase abrazaba su pequeño peluche. “Mamá”. Katty se sentó a su lado. “Dime”. “¿Podemos ir a visitar al abuelo Gonzalo?”. Katty le regaló una pequeña sonrisa. “Si, en unos días iremos”. Katty salió de la habitación
Aníbal les dirigió una mirada con dolor, Andrés era muy cercano a Katherine. Ellos habían estado juntos todo este tiempo. Andrés le habló con delicadeza. “Ve con los niños, hablaré con Aníbal”. Katty miró a Aníbal de reojo y se alejó. Cuando ya estaban solos Andrés habló. “Katty ha sufrido mucho… No creo que sea fácil que te deje acercarte”- Aníbal suspiro largo, estaba impaciente, pero entendía la situación. Solo… Quiero conocer a los niños”. Andrés observó hasta donde estaba la puerta del jardín, los pequeños corrían y jugaban mientras Katty y el señor Gonzalo los observaban. “Te repito Katty y yo vamos a casarnos. Ella me aceptó después de muchos años y no pienso perder mi oportunidad de estar con ella, la haré feliz y cuidaré de los niños”. Aníbal negó. “Son mis hijos, tengo derecho a verlos, pero no quiero empezar una disputa con ella, solo quiero poder compartir con ellos”. Andrés río. “Recuerda que no querías tenerlos y…” Se detuvo tratando de calmarse. “Eres mi amigo, m
Elida entendió inmediatamente lo que su madrastra insinuaba y se burló de la situación con tristeza. “No sabes que hacer para deshacerte de mí…” Mencionó ya molesta y cansada, nunca le había contestado así, pero estaba cansada de callar por llevar la fiesta en paz y no darle disgustos a su padre.La mujer se ofendió colocando su mano en el pecho fingiendo dolor. “¿Escuchaste cómo me habla cariño? es una grosera. Yo solo quiero ver por su futuro… Nuestro futuro… ¿Qué haremos? Ya no podemos trabajar…” Tomo la mano de su esposo que seguía serio y empezó a hablar lastimosamente. “Ya somos tan viejos, de que viviremos, el señor Cárdenas es un buen hombre y tratara a tu hija muy bien…”El señor se levantó de su lugar caminado hasta las escaleras sin decir una palabra, su rostro era serio, no te imaginabas que es lo que estaba pensando, Elida respiró hondo sintiendo un nudo en la garganta, la mujer mayor furiosa se levantó de su lugar y se fue detrás de su esposo, cuando estaba por subir, el
Días después…Cristina entró a la habitación de Katty quien hacía una pequeña maleta. “¿A qué hora es tu vuelo?”. Preguntó observando la poca ropa que su hija llevaba.Katy dejó lo que hacía para acercarse a su madre y darle un abrazo. “En tres horas, me quedaré unos días para buscar un vestido de novia”.Cristina acarició el rostro de su hija. “¿Estás segura de casarte?”.Katty se alejó de su madre para contestarle. “Si. Es lo mejor, Andrés es un buen hombre y será un buen papá para los niños”.“Pero… Ellos ya tienen un papá, Aníbal los quiere, se nota, han estado pasando tiempo juntos y…”Katty estaba cansada de que todos hablaban por Aníbal, no entendía porque no la apoyaban a ella en su decisión de alejarse. “Por favor, mamá, hemos hablado de esto”.La puerta se abrió y Kase entró avisando. “Mamá, el tío Andrés llegó”.Katty terminó su maleta y las tres bajaron saludando a Andrés, la pareja se despidió de todos y salió de la casa, mientras conducía el auto, Andrés observaba a Katt
Gonzalo también sintió algo de tristeza por la situación de su hijo Aníbal y los chicos, ellos estaban formando un vínculo muy grande. “Niños… Vamos a comer helado a la cocina”. Sabía que Andrés tenía que hablar con Aníbal algo importante y necesitaban tiempo a solas.Ambos se fueron al despacho. Al entrar Andrés preguntó “¿Qué pasó con la empresa y los negocios?”.Aníbal acomodó su silla cerca del escritorio. “No me interesan, lo único que quiero es ver a los niños”.Andrés se paró en el centro de la habitación y se dirigió a su amigo. “Katty y yo nos casaremos el viernes”.Aníbal bajó su rostro y apretó fuerte sus manos. “¿Tan pronto?”. Preguntó con dolor.Andrés afirmó metiendo sus manos en los bolsillos del pantalón. “Katty pidió adelantar la fecha”.“Tiene miedo de que yo haga algo en contra suya ¿Verdad?”. Aníbal mencionó.Andrés hizo una línea de su boca y no dijo nada, Aníbal cansado se cubrió la cara. Al casarse Katty no tendría ninguna posibilidad con ella.Andrés tenía un
Katty observó al hombre frente a ella en la puerta, era Andrés, Katty se hizo a un lado para dejarlo pasar, él estaba nervioso dirigió a Katty hasta la cama, ya sentados tomó sus manos apretándolas fuerte. Ella noto que estas sudaban. “Yo… Conocí a alguien…” Soltó Andrés. Katty no entendía del todo. “¿Qué?”. Andrés suspiro dando la noticia. “En mi último viaje, conocí a una chica, es muy bella e inteligente, congeniamos inmediatamente, estuvimos juntos, fue un encuentro casual… Bueno eso creí, después de terminar las vacaciones, no la volví a ver”. Katty lo escuchaba atenta. “No la volví a ver hasta que nos encontramos de nuevo con Aníbal…” Andrés miraba fijamente a Katty, quería ver su expresión, sin embargo, ella estaba tranquila. Andrés prosiguió. “Es Elida. Ella es la chica que conocí”. Katty estaba algo molesta. “¿Por qué no me lo dijiste?”. Andrés intentó encontrar las palabras. “Porque pensé que era algo pasajero, fue como… una aventura… nunca me imaginé volver a encontr
La puerta se abrió, sabía que su madrastra venía por ella, pero su cuerpo no quería moverse, se rehusaba a dar ese paso, apretó el vestido en sus piernas bajando la cabeza y estaba a punto de hablar cuando alguien se agacho a su altura, tomó sus manos y las apretó. Ella levantó poco a poco la mirada encontrándose con los ojos del hombre que siempre estaba en sus pensamientos, estaba incrédula. “Andrés…” Él sonrió hacia ella. “Si, vine a hablar contigo”. Elida no entendía. “¿Qué dices?”. Andrés le explicó con nerviosismo. “Te amo Elida”. Ella se quedó en shock. Andrés siguió. “Te amo desde el día que te conocí, pero era terco y quise olvidar este sentimiento que me haces sentir, me aferré a Katty por todo nuestro pasado y escondí lo que sentía por ti, hoy que estaba a punto de casarme con ella y enterarme que te casabas ya no pude contenerlo más”. Elida empezó a llorar. Andrés se sentó a su lado sin soltar sus manos, las acarició besando cada una de ellas. “Espero puedas perdon