Capítulo 9: Quiero decirte que ella es muy importante para mí. Sorprendida miró el celular, lo devolvió y subió a la habitación, para hacerse limpieza en las heridas, podrían ser pequeñas pero dolían demasiado. se sentó en el sofá, observando por la ventana, y 30 minutos después, el golpeteo en la puerta llamó su atención, se levantó para abrir, era la mujer mayor con una bandeja y platos de comida en sus manos. —Niña, le traje el desayuno. —No debiste molestarte, me hubieras llamado. —musito amablemente, mientras recibía la bandeja en sus manos y la depositaba sobre la mesa que se encontraba a un lado del sofá. —No, no es ninguna molestia y esas pequeñas cortadas también duelen. —Si, la verdad es que si duelen —se detuvo por un momento pensativa y luego volvió para verla—. Antes no me había presentado, soy Meylin, pero llamame Mey. —Soy, Agata —dijo la mujer con una sonrisa—. Y llevó muchos años trabajando para la familia Waltón, Mey, siento que eres una mujer pura y muy
Capítulo 10: No la necesitarás.—Mey, ve con él, ¿si? —le dijo con suavidad, se dio vuelta y miró al hombre—. Al menos deja que se lleve parte de su ropa. —No, la necesitará —contestó él, con desdén. —¿Y qué piensas hacer, tenerme desnuda todos los días a tu antojo? — inquirió la niña, al borde de las lágrimas, sus palabras habían hecho que las otras dos personas allí se avergonzaran. El hombre miró a la niña y levantó las cejas. No era una mala idea, pero obviamente no podía decir esto. —Paul, hazte cargo de su ropa —diciendo estas palabras, se acercó, ella rápidamente dejó el celular sobre la mesa, y fue cargada por los aires una vez más. —¡¿Podrías dejar de hacer esto?! —exclamó —. Puedo caminar, señor Martín. Al escucharla su rostro se oscureció y con desdén la acomodo en su hombro haciendo que ella saltará. —¡Eres una bestia, me lastimas! —gritó. —¡Callate Mey, estoy siendo muy paciente contigo! —le gritó, saliendo del apartamento, bajo la
Capítulo 11: Buscaré un trabajo.—Quiero que te quede claro, no hables con hombres, no te quiero ver con nadie del sexo opuesto, Mey. Sus palabras habían dejado a la chica inmobil, frunció su entrecejo y dijo: —¿Y tú? —inquirió. —Solo haz lo que te digo.La chica, subió las escaleras ignorando al hombre y a mitad de estas se detuvo. —Buscaré un trabajo Martín, no soy una mantenida, y no quiero ser la protegida de nadie, quiero encontrar un trabajo por mi cuenta. El hombre que había empezado a caminar se detuvo al escucharla, volvió para verla y luego siguió su camino. Mey, entró a la habitación revisando su celular, tenía llamadas perdidas de su padre, luego entró a Skype, y pronto se dió cuenta que algunos mensajes habían sido eliminados, inflo sus mejillas aguantando su ira, siguió revisando percatandose que le faltaban muchas imagenes que tenia con sus amigos de la Universidad, y de Adrian, aunque estas ya no le importan mucho, las demás si, eran bellos recuerdos de todos. Pa
Capítulo 12: Obtener el certificado. Abrió las cortinas, y respiro profundo era una hermosa mañana, dio vuelta y entró al baño, se cambió a ropa cómoda y luego salió de la habitación, pensando que el hombre ya se había ido, portaba una sonrisa amplia. Su sonrisa se borró en cuanto lo vio en la mesa del comedor. —Buenos días Mey. [¿Qué pretende, actuar como si no hubiera hecho nada?]La niña no contestó, haciendo enojar al hombre, dió media vuelta e intentó salir, pero él, la sujetó de la mano haciendo que ella temblara.Recogiendo un poco de valor, respiró profundo y lo miró a los ojos. —¿Qué quieres, humillarme de nuevo como lo hiciste anoche? —le preguntó, sus ojos brillando con odio, su pregunta había hecho que él la soltara. —No soy tu muñeca inflable —susurró. La miró, recogió su celular y salió de la villa. Agata que estaba allí, y presenció todo, negó con la cabeza. —Niña, ten paciencia, él es un buen hombre creeme. —Si, pues ha demostrado todo lo contrario y de repente
Capítulo 13: No quiero volver a saber nada de ustedes.Respiró profundo y miró a su padre. —¿Para que me has estado llamando? —preguntó.En ese momento salieron Liz y su madre de la habitación, al ver a la niña allí, se apresuraron a acercarse. Su padre se acercó a toda prisa a ella. (bofetada) la pequeña mujer había recibido un golpe en su rostro, haciendo que cayera de rodillas. —¿Cómo puedes venir a esta casa a golpear a Liz? —[...] Se detuvo pensativo y prosiguió. —¡Ella es tú hermana menor, debería darte vergüenza al tratar así a tu pequeña hermana! —masculló, haciendo sentir a la joven inferior, siempre había hecho esto, aunque también era su hija biológica, decía las mismas palabras siempre, su niña era Liz. Liz miró a las dos personas allí discutiendo y se acercó con la intención de echarle más leña al fuego. —¡¿Qué haces aquí… Otra vez vienes a golpearme?! —Su voz temblorosa preocupó a su padre. Por otro lado, la niña agraviada se levantó y sacudió su vestido.—¡Ve
Capítulo 14: Te llevaré a un lugar. —No es lo mismo papá, este hombre es obviamente más rico y más guapo que Adrian… ¿por qué Mey se queda con todo lo mejor? —inquirió casi entre lágrimas, soportando la ira en su corazón. —Liz, no intentes nada, ya viste que no es cualquier persona —su padre la aconsejó, pero ella hizo de oídos sordos, volcó sus ojos y fingiendo estar de acuerdo con su padre asintió levemente. Miró a su madre y dijo: —Mamá, ven vamos a hacer té, para celebrar. —Está bien, ya voy, ya voy —sin más se levantó del sofá y se alejó junto a su hija. —Mamá debes ayudarme a ganarme a este hombre —musito la chica sin vergüenza alguna. —No Liz, esta vez no, si llegaras a pisar en falso no me atrevo a imaginar lo que te haría este hombre y no solo a ti, también a nosotros —se negó a ayudarla, Liz zapateo su pie con ira. —Ya tienes a Adrían —susurró, mirándola seriamente se dió vuelta en sus talones y salió de allí. —Bien, si no me quieres ayudar lo haré sola, ahora
Capítulo 15: Serás mi secretaria privada.Mey, seguía al hombre esperando indicaciones, al entrar en la zona de secretarias del CEO, las personas que se encontraban trabajando volvieron para verlos, preguntando quién era aquella chica que iba con su jefe, ya que a la única que habían visto cerca de él, era Jenny. Una mujer de cabello largo y curvilínea al ver entrar a su jefe a la oficina con una mujer, se acercó a Paul coquetamente y le preguntó. —¿Sabes quien es ella? —arqueo sus cejas expectante, sabía que el único que podía saber, era él.Pero Paul, no era un chismoso, miró a la mujer seriamente y dijo: —Ve a tu puesto de trabajo, no te pagan para averiguar la vida privada del jefe.—Hum, vida privada —musito, y volvió su mirada hacia la puerta de la oficina. quería saber quién era la que entró allí, volvió a su puesto al ver el rostro ceñudo del asistente. Martín se sentó en su gran silla con elegancia y señaló a una mesa no muy lejos. —Siéntate, a partir de ahora serás mi sec
Capítulo 16: Iré enseguida.La niña miró a su jefe al escucharlo y arqueó sus cejas, ella sabía perfectamente que él, no era quien pedía esto, este tipo de cosas triviales se encargaba su asistente, pero se levantó sin responder y salió de la oficina. Al ver que había salido, se acercó al cesto de la basura y sacó el recipiente de allí, era muy quisquilloso pero aun estaba sellado, así que, ¿por qué no comerlo?10 minutos después, tiró la basura al terminar, se levantó de la silla y entró al cuarto de baño. Al salir, la niña ya se encontraba sentada en su puesto de trabajo, a pocos pasos de acercarse a ella, su celular sonó. —¿Qué sucede, Jenn? —inquirió a toda prisa. —¿Por qué lloras qué ocurre? —Martí, me duele de nuevo, iba a entrar al baño y caí, por favor llévame al hospital. —Iré enseguida —el hombre no perdió el tiempo, se acercó a la silla, recogió su saco y salió a toda prisa de allí, bajó la mirada de la pequeña joven que se encontraba disimulando estar ocupada. —Ay si