Chain pareció atragantarse con su bebida y lo golpeé en la espalda, muy fuerte, para herirlo de verdad, furioso.

- ¿Esta mejor? Pregunté, cuando finalmente dejó de toser.

"O peor..." Me miró, arqueando una ceja y haciendo una mueca de dolor.

"Yo... voy a saludar a los recién casados", dijo la mujer con torpeza, alejándose.

“Es tarde,” dije lo suficientemente alto para que ella escuchara.

"¡Me lastimaste, niña loca!" el se quejó.

"¿Es así como me tratas después de tres meses?" Sí, han pasado 90 días... ¿Y tienes el descaro de hablar con otra mujer delante de mí?

"Yo... realmente solo estaba hablando con ella". - Se justificó a sí mismo.

Tomé su mano y miré el anillo, aún en su lugar. Sonrisa:

— No olvide que usted es un hombre casado, señor “Chamalet”.

Chain se rió y sacudió la cabeza.

"¿Por cuánto tiempo, Liah?"

"Para siempre…" Sonreí, sintiendo mis labios temblar, mordiéndolos para que no se diera cuenta.

"¡Ahora hagamos un brindis por los novios!" - Mi abuela llamó a todos, quienes