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Capítulo 4. ¡Sangre!

Pov Malika 

Nos dirigimos a la fiesta junto a mi madre, ella se veía tan hermosa como una princesa

Al llegar ella saludó a una mujer y nos presentó, me dio vergüenza en ese momento 

Vi a mis amigos, así que salí rápido de allí sin mirar atrás

-Hola Mali, te ves linda. Dijo mi mejor amiga Tania.

-Gracias, tú también lo estás. Le sonreí y nos fuimos a jugar.

Estaba escondida de Tania cuando vi a mi madre irse creo que se dirigía al baño 

Cuando vi hacia la pista de baile la mujer que conocía mi madre estaba siendo molestada por un tipo note que ella no quería bailar con él así que me acerque 

-oye puedo bailar contigo. Le agarra la mano y la alejé del tipo.

-A Malika, claro que si ven te enseñaré unos pasos. Dijo alejándonos aún más del tipo ese

A lo lejos vi a mi madre sentada, pero se levantó y la vi caminar hacia donde se encontraban los ancianos.

Seguía bailando con la mujer, pero no podía seguir, su ritmo era muy energética.

Sentí un olor no muy agradable y cuando dirigí mi mirada hacia el bosque vi una sombra.

Solté la mano de la mujer y comencé a caminar así el bosque. Ella me preguntó adónde iba y yo solo le dije que la sombra me llamaba.

No sé qué era, pero se me puso la piel de gallina mientras más me adentraba hacia el bosque.

De repente escuche algo camine hacia esa dirección y lo que vi me causo miedo y pánico me quedé inmóvil mirando la escena 

Frente a mí se encontraban dos lobos grandes y estaban desgarrando el pequeño cuerpo de mi amiga Tania, lágrimas comenzaron a salir de mis ojos,  no lo podía creer, había sangre por todas partes. De repente uno de los lobos comenzó a olfatear el aire y se giró en mi dirección, sus ojos negros como la noche encontraron con los míos. Y el lobo comenzó a acercarse a mí, en ese momento lo único que pude hacer fue gritar y cerré los ojos.

Sentí como algo, me golpeó y caí al suelo.

 A lo lejos escuché a mi madre gritar.

Y de repente ya estaba en los brazos de mi madre, ella estaba corriendo, yo solo pude sentir el olor de esos lobos y era horrible. Sabía que se estaban acercando a nosotras.

Escuché la voz de Dante y luego la de mi madre. Pero detrás de nosotras se escucharon aullidos.

Sentí como mi madre se ponía tensa. Y giró para mirar de donde habíamos salido corriendo.

Cuando de repente los vi eran los lobos que vi y no estaban solos.

-ve celeste y protege a los niños. Dijo dante poniéndose delante de nosotras.-

-ten cuidado. Le dijo mi madre y salió corriendo aún conmigo en sus brazos.

-niños síganme ahí que ir a la cabaña de los ancianos allí es seguro. Dijo mi madre gritando.

Cuando entramos a la caballa  ella me dejó en un rincón.

-Malika, escúchame, no tengas miedo, todo estará bien, no salgas hasta que yo venga a buscarte sí. Dijo mi madre tomándome de los hombros y luego abrazándome.

-mamá es peligroso, ellos no son buenos. Eso fue lo único que pude decirle antes de escuchar gritos afuera.

-Ágata quédate con ellos y protegerlos, yo me encargaré de los lobos. Dijo mi madre y luego salió corriendo.

Pov Celestia 

Esto no puede estar pasando, estoy segura, son renegados, tengo que mantenerlos lejos de los niños.

-antia, necesitamos luz ahí que alejar a los rouges de la aldea. 

-sí, (LUX). Grito antia y una esfera de luz se alzó sobre nosotras, dispersándose en pequeños fragmentos, dirigiéndose a distintos puntos de la aldea.

-¿dónde está Artiz?, necesito que guíe a los guerreros. Dije buscando con la mirada.

Él está en la zona oeste luchando. Me dijo Antia y asentí.

-ve yo me encargo de esta zona, celestia no te reprimas. Me dijo yo la miré sería.

-no lo are.  Salí corriendo.

Celestia en el camino se encontró con un rouges arrancando la cabeza de un aldeano.

Ella levantó sus manos en dirección donde se encontraba aquella escena 

VOLARE. Ella gritó y el rouger salió volando. Golpeando fuerte con una de las cabañas 

Ella tomó un pico y corrió saltando en el aire, cayendo y clavando el mismo en la cabeza del rouger acabando con su vida. La sangre le salpicó y manchó su rostro.

Ella se paró, vio a un costado y allí estaba dante, él estaba luchando con un rouger 

Ella estaba a punto de ayudar, pero, él negó con la cabeza, ella sabía que él podría solo.

Dante clavó su daga en el ojo del rouger, este por el dolor mordió el brazo de Dante. Él soltó un grito. EXPLODARE. Grito  y la cabeza del rouger explotó, trozos de él, salieron disparados por todas partes. Dante sonrió. Y salió corriendo a ayudar a quien pudiera.

Celestia se encontraba corriendo, tenía que llegar donde Artiz.

Uno de los rouger saltó encima de ella haciendo que rodaran juntos. Ella gimió de dolor, se levantó con dificultad, el router no lo dudo y clavó sus garras en la espalda de celestia haciendo que esta gritara de dolor. Cayó de rodillas, el rouger quiso morderla, pero ella fue más rápida y giró hacia su costado se levantó tomó una rama gruesa la cual tenía punta corrió saltó sobre una rota asentó sus piernas tomando impulso  dio una vuelta en el aire tirado la rama con fuerza, la rama se incrustó en la pierna del rouger el cual aulló, ella calló y se levantó antes de que él se recuperara. SUPPRIMERE.

El rouger comenzó a aullar de dolor, este se estaba contrayendo y de un golpe callo en seco al piso su cuerpo estalló, llegando a manchar a celestia compartes de sus intestinos. Ella se limpió los ojos y comenzó a caminar hacia donde ya veía a Artiz. Justo a él había tres brujos y dos rouger sin vida.

-celestia ¿estás bien? Dijo corriendo hacia mí.

- no te preocupes, no es mi sangre. Dije con una sonrisa maliciosa.

-no te contuviste. Dijo y sonrió.  Yo asentí.

-ya hemos levantado una barrera, nada entrará y nada saldrá. Dijo con un tono seguro.

-cómo es que llegaron tan lejos, y porque son tantos. Dije mirando con confusión.

-por lo que me di cuenta son rouger, pero estos se comían a sus víctimas. Eso no lo había escuchado antes. Dijo con un tono serio. Yo asentí.

-si todo está controlado aquí volveré. Los miré y me di la vuelta.

-celestia estás herida. Grito él, yo lo miré sobre mi hombro.

-Estoy bien, esto no es nada. Dije de salir corriendo.

Cuando Celestia se acercaba a la aldea  observó que había cuerpos desmembrados. De los brujos, al igual que de los rougers. Las cabañas destrozadas, la única luz que había era la que antia había creado.

-FUEGO. Se escuchó un grito. De repente, el resplandor del fuego empezó a iluminar. Celestia levantó la mirada y sus ojos se abrieron de par en par. La cabaña en donde ella había dejado a Malika estaba en llamas, ella corrió trato de entrar, pero el fuego se hizo más grande.

El miedo comenzaba a llenar la Celestia. Mientras escuchaba los gritos y llantos de los niños desde dentro. 

-NO. Grite.

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