Por Kelly

Trajeron la torta y Rodolfo me dedicó una palabras divinas, dijo que me amaba, que yo lo conquistaba día a día, habló de mi alma, de mi cara, de cuánto le gustaba y cuando iba a hablar de mi cuerpo, sentí en mí, su mirada potente, cargada de deseo, no siguió con lo que estaba diciendo, pero todos entendieron que me deseaba mucho.

Yo le agradecí sus palabras y cuando me besó, no le importó estar rodeado de nuestros amigos, lo hizo como si estaríamos solos y a mí me encendió por dentro, le devolví el beso y me estremecí al notar que sus manos me quemaban de tanto calor que irradiaban.

Miré a nuestros invitados, Gastón estaba cerca nuestro, creo que era el único que sabía que todas nuestras palabras eran falsas y sonreía divertido, Carolina nos miraba asombrada, se debe haber asombrado por cómo me besó Rodolfo y también por sus palabras.

Yo le dije que lo amaba y noté que me temblaba la voz, porque le estaba confesando mi secreto más profundo.

Creo que él no se dio cuenta que l