Brooke TurnerEl miedo que embarga mi ser en este momento es indescriptible. No soy capaz de controlarme, no soy capaz de abandonar la cruel idea de que este es un punto de no retorno. Irónico que no pueda ser capaz de mover mi cuerpo, pero que mis pensamientos se sientan como reflejos físicos de lo que está por suceder.Un miedo atroz me llena. Temo por los que me importan, por los que son mi vida entera, el motivo que me ha hecho fuerte estos años que han pasado. Lo hago, no soy ingenua, y ahora que en mi cabeza todo va asentándose, conozco los riesgos. Conozco y he sido testigo, de primera mano y durante casi toda mi vida, de las locuras de esta mujer demonio que tengo enfrente. Al menos, por la gran parte que ahora soy capaz de reconocer, aunque los recuerdos no sean tan nítidos.Poco a poco mi mente se va aclarando. Es tan raro cómo funciona el cerebro humano, lo que es capaz de hacer para superar traumas, para estar en paz consigo mismo y tratar de controlar emociones que pueden
Alessandro Ferrara ¡Mierda! ¡Mierda!¿Qué cojones es lo que está pasando?El olor a humo es insoportable, mi respiración es pesada y me cuesta demasiado controlarla. Sigo tirado en el suelo, cubriendo con mi cuerpo al completo el del niño, dejando que lo peor pase y todavía escuchando el ruido atronador de pequeñas explosiones en la camioneta. El pito en mis oídos aturdidos es una jodida molestia, entre eso y el fuerte impacto cuando tuve que tirarnos al suelo, siento que mi cabeza me da vueltas, mareado, pero me mantengo con los ojos cerrados y trato de recuperar la coordinación. Poco a poco esa sensación se va dispando.Y más vale, porque siento que en cualquier momento el que explotará seré yo. La rabia que siento no me permite pensar con claridad, todavía no soy capaz de creer que alguien se haya atrevido a tanto. No puedo creer que todo esto esté pasando, que todo se esté saliendo de control. ¿De qué sirve tener todo un ejército de hombres fieles a disposición si cosas como e
Alessandro FerraraEl camino se hace largo y aunque no quiero, me la paso viendo por encima de mi hombro, golpeando mi pie contra la alfombrilla y queriendo decirle al jodido chofer que se apure.Vamos armados, se supone que estamos seguros, pero antes también creíamos lo mismo.Por eso, cuando al fin llegamos, siento alivio. Anggelo se baja y no me mira, pero tampoco habla. El impulso de ir con él y decirle que estamos bien me llena, pero lo ignoro, es mejor que el pequeño se mantenga así distante. Por eso lo hice ¿no?Entro a la casa y sé que hay una lista de infinidades de cosas por hacer. Más de las que debería tener una misma persona a su cargo, pero por ahora, la fachada de empresario y socio de una joyería me importa poco, así que eso queda de lado por completo.Porque nuestra vida está en riesgo, la mía y de la de personas que me importan. No puedo prestar atención a lo que no tiene importancia ahora, me costó un segundo ataque y una supervivencia por los pelos. Y sí, para qu
Alessandro FerraraEstoy frente a frente a la que hoy en mi esposa, la mujer que va a resolver algunas incógnitas aunque sea contra su voluntad. No ha hablado y ni siquiera me ha mirado en todo el rato que yo estuve mirándola fijamente. Bueno, yo también he decidido ignorarla mientras busco en mi estante el frasco que necesito, pero siento, apenas me doy media vuelta, el peso de su mirada, al pendiente de cada paso que doy. Reviso cada una de las etiquetas de los frascos hasta que por fin doy con el que necesito.Me volteo con una sonrisa triunfante, este producto es una maravilla cuando se trata de hablar con la verdad.—Al fin he encontrado lo que necesito —le sonrío —, ahora, dime lo que sabes de Brooke, cuéntame qué pasó con Ernesto, porque te revolcaste con él si se supone que ustedes son mejores amigas, que falta de lealtad a tu amiga —digo en un tono inocente, acusándola— y lo más importante, ¿Cómo perdió la memoria y qué tanto recuerda? Ella me mira y sonríe mientras niega.
Brooke TurnerAbro mis ojos poco a poco, tratando de reconocer el lugar donde estoy, la cabeza me duele más de la cuenta, jamás me había dolido de esta forma y creo que si esto es motivo para morirme, lo ideal sería que fuese rápido, así no tendría que pasar por todo lo que viene. Trato de mover mis dedos y estos responden, aunque con dificultad, pero este pequeño movimiento es mejor que nada.Intento ubicarme, ver el lugar donde me encuentro y fijarme en todo lo que me rodea, pero lo único que puedo decir es que estoy en un galpón lleno de humedad y no sé que otra cosa, porque mi olfato no identifica ni reconoce ese olor.Una vía intravenosa está conectada a mi brazo, pero nada más. Estoy sola, en lo que parece una oficina.Trato de incorporarme, pero con cada intento, el dolor se acentúa mucho más, así que decido quedarme acostada.Fuera se escuchan voces, pero no logro identificar a ninguna. Trato de respirar profundo para calmarme, para estar tranquila, pero los recuerdos que han
Alessandro FerraraHe vivido las horas más frustrantes de mi vida, han pasado jodidas veinticuatro horas en las que la angustia y desesperación han predominado y todo porque no sé dónde demonios ella se encuentra.He movilizado a toda mi gente, a cada uno de los aliados que tiene mi padre en este lugar, lo he hecho sin decir mis intenciones para que no le vayan con el chisme, solo dije que quiero a esa persona viva para yo quitarle la cabeza, la quiero sana e ilesa, pero a los que la tienen, con esos si pueden jugar un poco, pero a ella tienen prohibido tocarla porque está reservada para mí. Algunos me miraron escépticos, los que conocen mi historia con ella, gracias a rumores o porque simplemente alguna vez nos vieron juntos, pero la mayoría desconoce la historia así que accedieron a buscar sin ningún tipo de trabas.Hice también que toda la policía, la que está de mi lado y la que no moviera a sus hombres para que realizarán una ardua búsqueda, esto es un maldito secuestro y técni
Capítulo 64. Regreso a Casa. Alessandro Ferrara.No me queda más remedio que venir a Italia, el viaje que tenía pensando hacer, se hace efectivo, pero ahora con un motivo diferente. Las personas del consejo no me dieron demasiado tiempo, odio la forma en que todo se mueve alrededor de ellos, que no se da un paso si ellos así no lo consienten. Apenas recibí la noticia, llamé a mi hermana, quien estaba desconsolada llorando, porque a pesar de todo, los lazos familiares existen y es difícil negarlos cuando de la muerte se trata.Ese es el protocolo de mierda. Ni siquiera la familia más cercana tiene derechos sobre el muerto. Ella no podía decirme, lo tenía prohibido hasta que fuera el momento adecuado. Y es lo que más me jode de esto, el estar ignorante de todo hasta que les da la gana. Descubrieron que papá murió hace unas horas y no me enteré hasta ahora, por los malditos actos ceremoniales.Poco les importa si yo debo viajar, que son unas cuantas horas de viaje, y de mí dependen vari
Alessandro Ferrara.La ceremonia de nombramiento culmina y aún tengo el pecho ardiendo a causa del sello que acaban de ponerme.Si por mí hubiera sido no se habría hecho en este marco tan difícil, en medio de un maldito funeral. Sobre todo porque esto, en vez de una ceremonia protocolar de una respetada organización de la mafia, más bien parece sacado de algún ritual satánico.Según las justificaciones que vienen dándose desde que tengo uso de razón, esto es justo y necesario, es valorado como un pacto de sangre, entre el nuevo jefe y sus…súbditos, por decirlo de alguna forma. La marca, hecha en presencia de los principales clanes, miembros del consejo, altos cargos de la organización, representa un nivel de compromiso que no tiene comparación con nada más. Desde el mismo instante en que se sella el nombramiento, pasas a servir a tu nuevo Capo.Por supuesto que entiendo el nivel de responsabilidad que hay detrás de esta ceremonia. Es todo un protocolo que simula participación, cuando