A la mañana siguiente nos despertamos, poque el teléfono de Alan comenzó a sonar. Era una llamada de un número anonimo para informarle sobre una terrible noticia. Dos de sus familiares, los cuales eran, sorpresa sorpresa, el malnacido de su primo y la puta de su esposa, habían sido atacados anoche.
Alán se puso a llorar apenas se lo dijeron, y no me gustó verlo así, por lo que lo abraze y le dije que todo estaría bien, sabiendo que no era así. Se vistió lo más rápido que pudo al escuchar que Bryan seguía con vida y se encontraba en un hospital, yo tuve que hacer lo mismo y seguirlo. Fuimos al hospital en donde se encontraba el puto de su primo. Se veía muy tranquilo, Alán, lo saludo y dijo que había venido conmigo a verlo, apenas escuchó mi nombre se sobresaltó de una manera que sólo se podía describir cómo odio y miseria, me encantó.
-Me alegro tanto de que estes vivo. Siento mucho el haberlo traído, se que te molesta, pero aún así me alegro tanto de que estes vivo.- Decía Alán mientras lloraba al lado de su primo.
Bryan obviamente no podía hablar, pero tenía una cara de querer matarme por todo lo que había hecho, obviamente desearía poder acusarme, pero no había manera de que lo hiciera. Si fuera yo el que estuviera en su lugar, preferiría estar muerto, quizá regrese a visitarlo más tarde para. Acabar con el trabajo...
-Dick, sé que el te trato muy mal, pero al menos debes alegrarte de que este vivo, con todo lo que sufrió. Es algo que nadie se merece. ¿Quien pudo haber sido el malnacido que hizo esto?
-Tienes razón, juro que si lo encuentro lo voy a matar a golpes por lo que le hizo a tu primo, no puedo creer que la policía no se enterara, son unos inutiles.- Debo admitir que se los puse difícil, sin huellas, sin sangre, sin pelos, ninguna cosa que pudiese delatarme se quedo allí, no creo que logren descifrarlo pronto, sin mencionar que, en efecto, la policía solo son un montón de inútiles que creen que tienen poder.
-Tienes razón, deberían haber hecho un mejor trabajo.- Dijo Alán con rabia.
-Bueno, creo que deberiamos dejar a tu primo descansar, seguro fue una noche larga para el.- No hay nada más divertido que dejar a una víctima viva y tan indefensa, su cara era para morirse de la risa.
Nunca me había divertido tanto, hacerlos sufrir es divertido, pero ver cómo van a seguir sufriendo el resto de su vida. ¡Mierda! Ese sí que es un sentimiento difícil de explicar. Pero bueno, por fin salimos de ese estúpido hospital para regresar a casa de Alán, dónde el se quedo acostado, seguía en shock por lo que sucedió, yo preparé el almuerzo para que él no tuviera que levantarse, volví a abrazarlo y a decirle que todo estaría bien. Luego de comer y quedarnos un rato viendo la tv, le dije que debía ir con mi familia, ya que no había estado con ellos desde ayer, mentí, ya que, a lo que ustedes concierne, no tengo familia.
Salí de la casa y comencé a caminar sin un rumbo fijo, sólo salí a caminar. Empecé a ver a todas las personas que sería tan fácil asesinar en este preciso momento, pero no podía hacerlo, era muy temprano. Fui a mi casa luego de haber caminado unas 4 cuadras, tome otra mochila con varias de mis cosas, como ropa, artículos de higiene personal, y una que otra cosa para divertirme. Necesitaba más cuchillos, los que tenía ya se estaban quedando sin filo, y en casa de Alán no tenía manera de afilarlos.
Ya había caído la noche y después de que yo recogiese todo lo que quería llevarme para seguir durmiendo en casa de Alán, salí, y la noche aún era joven, hacía frío justo como me gustaba, salí y vi a una mujer joven en el camino. Era una prostituta, me dije que estaba interesado en comprar sus servicios, y le dije que me siguiera a mi casa, que estaba cerca. Es triste que, su profesión las hace blancos muy fáciles para asesinos seriales cómo yo, confían en cualquiera. Cuando llegamos a mi casa, le dije que habían personas durmiendo arriba, así que debíamos ir al sótano, ella solo me siguió y me dijo que su nombre era Daisy.
-¿Qué es ese olor tan desagradable?- Preguntó ella mientras se tapaba la nariz.
-Nada importante, solo...- Dije lentamente mientras le ponía llave a la puerta y encendía la luz. -Un montón de cadáveres en descomposición.
-¡Qué horrible! ¡Sacame de aquí! ¡Por favor, que alguien me ayude!- Gritaba Daisy horrorizada.
-Tranquila, no quiero matarte, al menos no antes de divertirme un poco contigo.
-¡Ayuda! ¡Ayuda por favor!- Seguía gritando Daisy lo más fuerte que podía.
-No lo intentes querida, construí este cuarto para que fuera indetectable en todos los sentidos. Esta insonorizado, así que nadie te escuchará gritar aquí Daisy, y nadie podrá oler tu cuerpo en descomposición cuando mueras aquí.- Le amarre los brazos y las piernas a un tubo.- Quédate aquí hasta que consiga unas cadenas y una mordaza, hablas demasiado para mi gusto.
-Por favor no hagas esto, tengo un hijo. No dejes que se quede solo, es por él que debo hacer esto, debo pagar sus estudios. No es nada fácil, aquí no hay escuelas gratuitas, por favor debo cuidarlo.- Decía Daisy entre sollozos.
-Con que tienes un hijo… Cuentame más de él. ¿Cómo se llama? ¿Cuantos años tiene? ¿Cómo luce?
-¿Piensas que te lo diré? ¿Para que puedas ir a buscarlo y asesinarlo a el también? Prefiero que se quede sin madre antes de arriesgar su vida.- Dijo Daisy firmemente, aún en la situación en la que se encontraba.
-Pensé que tenías muchos ánimos de hablar sobre él, en mejor que empieces a hablar.- Dije mientras le daba un golpe en la cara. O uno de tus dedos se va, tu decides.
-Nunca te lo diré.
-Tres.
-Hazme lo que quieras, eres una mierda.- Dijo mientras le escupía en la cara.
-Dos.
-Vamos, si en verdad eres un hombre, hazlo de una vez.
-Uno.- Le corte el dedo meñique de su mano izquierda. -Ese es el que menos necesitas.
Sus gritos retumbaban en la pared, sin tener ningún lugar a dónde ir, sonaban una y otra vez.
-No necesito que me lo digas, puedo buscarlo y te aseguro que lo encontraré, pero por ahora...- Agarré un martillo. -Como dije antes, te haré sufrir. Espero que disfrutes tú estadía aquí.- Dije antes de romperle ambas piernas.
Tomé un pañuelo del suelo y se lo puse en la boca para que no pudiera hablar, ni gritar, aunque ya había gritado bastante, y seguía intentándolo aún con el pañuelo, pero ya no se escuchaba. Salí del sótano y tranque con llave para luego salir de mi casa, y trancar también la puerta delantera, me lleve mi bolso con mis cosas y me encamine a casa de Alán, cuando llegué me abrazó.
-¿Por qué tardaste tanto?- Preguntó Alán.
-Tenía unas cosas que hacer, pero ya estoy completamente disponible para ti, por hoy, al menos.
-Eso me gusta. ¿Pero por qué solo por hoy?- Preguntó Alán.
-Bueno resulta que hay alguien a quien debo buscar mañana.
-¿A quién?
-Oh, nadie importante, el hijo de una amiga, debo llevarlo a la escuela y cuidarlo.- Dije sonriendo.
-Muy bien, entiendo. ¿Quieres comer? Acabo de terminar de hacer la cena.
-Eso me gustaría.
Al día siguiente, que resultaba ser lunes, nos levantamos y seguimos con la rutina. Alán es muy inocente y tonto, por menos que me guste admitirlo, le dije que si no tenía problema en que me quedara a dormir con el por unos días más, y no tuvo problema. Debe ser más cuidadoso con lo que hace, y con quién decide salir, pero yo no dejaré que le pase nada malo. En fin, desayunamos temprano, le dije que tenía trabajo que hacer, y me fui luego de comer, él me dijo que iría a ver a su primo, el desgraciado ese, tal vez no debí dejarlo vivir, ahora sólo aqueja mi mente, pero que más da, estoy en asuntos más importantes.Llegué a mi casa y busque por internet el nombre de la prostituta, conseguí el perfil de "Daisy Witremundo" donde conseguí información personal de ella, que estúpida, no deberías dejar que cualquier extra&nti
-Bueno hay que empezar con esto. ¿No crees?- Preguntó Jerome.-Tienes derecho a comenzar tu, quiero ver a la madre sufrir, así que tú obten tu venganza. Adelante, no tengas pena, disfrútalo.- Dije con la intención de ver si este niño en verdad era capaz de hacer todo lo que.-Gracias. Ahora mira maldito, es hora de que pagues.- Dijo Jerome mientras agarraba una pistola que estaba encima de la mesa, para luego dispararle en el hombro a Manuel. -Como lo siento, no era mi intención hacer eso… espera un momento, mentí. Si quería hacerlo.- Dijo entre risas mientras metía un dedo dentro debla herida de bala que tenía Manuel en el hombro, causándole mucho dolor.-¡Detente por favor! ¡Pensé que éramos amigos! ¡No deberías hacer esto!- Decía Manuel mientras gritaba del dolor.-¿En serio? Yo también lo pens&ea
Luego de descansar toda la noche juntos, ambos nos paramos temprano para ir a casa de los padres de Alan, quien no estaba muy emocionado por ello, pero aún así sabía que tenía que hacerlo, son sus padres y lo aman tal como es… Claro que si no resulta como esperamos, tengo otros métodos que los harán cambiar de opinión.Nos alistamos, comimos, y partimos rumbo a casa de sus padres. Tomamos un taxi ya que el camino era largo, fue una hora en carretera, se nota que había hecho todo lo posible por alejarse de ellos.-Oye. ¿Hace cuanto le dijiste a tus padres que eras gay?- Dije intentando hacer el camino menos tedioso.-Se los dije cuando cumplí 17 años, y no lo tomaron muy bien, me dijeron que me iban a seguir manteniendo hasta que cumpliera los 18, y luego de eso que me fuera de su casa. Que ya no era su hijo, y que había traído puras desgracias a la familia.- Me dijo
El cuarto estaba completamente oscuro, pero pude ver cómo poco a poco Andrés empezaba a recobrar la consciencia, estaba claramente confundido. Aunque considerando lo descuidado que es, me sorprende mucho más el hecho de que no le haya pasado antes.-¿Qué? ¿Pero que fue lo que pasó? Preguntaba el mientras intentaba levantarse, hasta que se dio cuenta que no podía hacerlo por las ataduras.-A ver, dejame explicarte estupido. Eres un mal asesino, y tuviste la mala suerte de encontrarte conmigo. Aunque claro, para mí fue muy buena suerte, porque justamente había salido a buscar algo con que divertirme, y mira lo que encontré. Yo soy uno de los asesinos más buscados en todo el mundo, soy de los mejores asesinos en serie, sin un patrón en específico, escojo a mis víctimas indiscriminadamente. Por eso nadie puede atraparme, cada vez que piensan
Al terminar mi trabajo me fui a casa de Alán. Al llegar, todo estaba bien, ya estaba listo el almuerzo, así que comí tranquilamente junto con él, quien ya se empezaba a preguntar qué hacía cuando me iba y bueno, obviamente yo no le iba a responder con la verdad. El es muy inocente, y realmente no se merece pasar por todo esto, así que será mejor que no le diga, al menos por ahora, se que llegará el momento, pero mientras tanto sólo disfrutaré de su compañía.Está vez decidí pasar el día con él, ya que hacía un tiempo que no estaba a solas con él, le dedique mi día de entero. Le dije que saliéramos a algún lugar, el me dijo que la gente nos vería raro, y yo le dije que no debía guiarse por lo que la gente dice de él, lo único que tiene que importarle es la percepción que el tie
-Eso fue… Wow, no sé por que nunca antes lo había hecho, quiero hacerlo otra vez.- Dijo Alán emocionado.-Oye tranquilo, apenas estas comenzando, no tienes experiencia. Pero me alegro que estés tan emocionado por ello, me alivia mucho saber que te gusta. De verdad hubiera odiado tener que alejarme de ti.- Respondí con mucha honestidad, yo mismo me daba asco. -Bueno, yo nunca imaginé que fuera a ser tan divertido, quiero que me lo enseñes todo.-Si eso es lo que quieres, no tengo problema. Pero debes saber que para poder ser un buen asesino, debes estar dispuesto a hacer todo.- Dije haciendo énfasis en la palabra “Todo”. Emprendimos nuestro camino hacia casa de sus padres, y a mi se me ocurrió la brillante idea de preguntar si le ocurría algo... Gran error.-Dick, mate a alguien y luego asesine a mi primo.- Respondió secamente mirándome a los ojos.-Lo sé. Se que debe haber sido fácil, no creí que te fuera a gustar, no debí...- Estaba diciendo pero fui interrumpido.-Y me encantó, si no me hubieras mostrado este mundo, nunca habría llegado a ser lo que soy ahora, mi verdadero yo.-Pero este no es el Alán que yo conocí, no es el Alan del que me enamoré.- Dije en inmediatamente me arrepentí de lo que había dicho.-Oh, así que ahora, después de cambiar todo mi mundo. ¿Dices que ya no quieres estar conmigo?-No, yo no...- Volví a ser interrumpido.-Silencio, no lo arruines más de lo que ya lo has hecho.&nbCapítulo 10
El 17 de marzo de 1991 nace un chico, en la ciudad de Nueva York, el nombre del chico era Rick Damian, era hijo de Joanne Bermonds y de Joseph Damian, ellos lo cuidaron con mucho cariño y amor, sus padres le había puesto Dick como apodo. Cuando cumplió los 5 años, todo cambió. Sus padres después de eso estuvieron muy ocupados con su trabajo como para poder atenderlo, lo cual hizo que el niño creciese sólo durante el resto de su infancia, el niño no hacía muchos amigos porque no podía salir de su casa, se quedaba solo, esperando a que sus padres regresaran. Cuando empezó su etapa de la adolescencia, Rick empezó a hacerse preguntas existenciales, tales como lo son. ¿Quién soy? ¿Qué hago aquí? ¿Para qué estamos vivos? Cosas tipicas, nada fuera de lo común. El problema comenzó cuando &eac