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Capítulo 2

Luego de conversar por un buen rato, y después de que ambos termináramos de comer, fuimos a su casa y no había nadie. Me pareció extraño, era un poco joven como para vivir solo, no es raro que un chico de su edad viva sólo, pero no parece del tipo de persona que se independiza rápido, las apariencias engañan, supongo. Me mostró todo el lugar, y luego nos pusimos a ver una película en su sala, debo admitir que fue divertido, pero creo que ya estaba había mucho tiempo con él, no puedo encariñarme con las personas, así que le pregunté si me podía quedar a dormir, no pareció molestarle, más bien se alegro, dijo que hacía tiempo que no tenía compañía en su casa. Quería preguntar sobre sus padres, pero realmente no me interesaba, sólo me daba un poco de curiosidad, preferí no decir nada.

Apenas eran las 3 de la tarde y yo ya había preguntado si me podía quedar a dormir, este chico está desesperado, pero así es mejor para mí. Será un trabajo rápido, como de todas maneras me iba a quedar a dormir, me ofreció a conocer a un primo de él que vivía cerca, me dijo que quería presentarme a ellos como un amigo, ya que no sabían que el era gay, y resulta que eran unos homofóbicos, así que no tengo idea del porqué querría ir a verlos. Pero parecía por su cara, que realmente les tenía cariño, llegamos a eso de las 4:30pm a la casa de su primo, nos abrió la puerta un joven de unos 25 años junto con quién parecía ser su mujer, que también parecía tener la misma edad, él me contó que ellos eran su primo y la esposa de su primo, me presentó formalmente, y a mí no me quedó de otra más que saludar, sus nombres eran Bryan y Angélica, realmente no parecían muy buenas persona, parecen ese tipo de relación que aparenta ser perfectos frente a los demás, pero que en realidad son unos hipócritas malparidos de mierda… Sin importar nada, mientras más rápido mejor, para mí, luego de que nos invitaran a pasar, nos sentamos en la sala para conversar cómodamente.

-Y bueno, cuéntenme. ¿Cómo les ha ido ¿Hay alguna noticia interesante que quieran me contar?- Preguntó Alán.

-Pues si, a tu primo lo ascendieron en su trabajo, así que ya estamos planeando tener a un bebé pronto, y queríamos que nos ayudaras a preparar las cosas para el bebé. Queremos estar bien preparados, necesitamos toda la ayuda que sea posible, y sabemos lo mucho que te gustan los niños.- Respondió Angélica.

-Aunque seas hijo único, sabes que siempre serás como un hermano menor para mi, eres de mi familia, y se que te encantaría ayudar con tu pequeño sobrinito.- Dijo Bryan sonriéndole.

-¿¡En serio!? Muchas gracias, no se van a arrepentir. Haré mi mejor esfuerzo para ser el mejor ejemplo para su hijo o hija, le cuidaré como si fuera mío.- Dijo Alán emocionado.

-Bueno, cambiando un poco de tema. Cuéntanos quien es tu amigo. Si ya sabemos que se llama Dick. ¿Pero cómo lo conociste? ¿Y por qué no lo habías traído antes? Cualquier amigo tuyo, es amigo nuestro.- Dijo Bryan.

-Es que nos conocimos hoy en la mañana, y bueno realmente nos caímos bien el uno al otro, por eso no lo había traído antes.- Respondió con algo de pena el chico.

-Si, el problema es que Alán tenía miedo de contarles que yo soy gay, porque no sabía cómo iban a reaccionar, por eso no me trajo antes.- Les dije mezclando un poco de verdad con mentiras, quería ver que hacían. Vi que Bryan se quedó callado un momento, y Angélica sólo lo veía, la sonrisa con la que nos había recibido se había borrado de su expresión, las únicas palabras que salieron de su boca fueron…

-Salgan de mi casa.- Dijo firmemente el hombre.

-¿Como dijiste?- Preguntó con miedo Alán.

-¡Salgan de mi casa ahora! No puedo creer que te atrevas a ser amigo de un error de Dios como lo es él, es asqueroso que le gustan los hombres, no es natural, no está bien. ¿Cómo sabes que el no quiere contigo también? Sólo es otro marica de mierda, y lo quiero fuera de mi casa, me decepcionaste Alán, no creí eso de ti.- Dijo fuertemente Bryan a su primo.

-Pero...- Dijo Alán quien estaba a punto de llorar.

-¡Largo! Y no vuelvas hasta haberte confesado en un iglesia, y haberte desecho de esta mierda.- Dijo señalando a Dick, mientras los sacaba a la fuerza de su casa.

El camino hacia su casa fue muy callado, y al entrar me di cuenta de que estaba llorando. Cuando cerré la puerta, el se volteó y me gritó.

-¿¡Por qué hiciste eso!? ¡Lo único que te pedí, y fui muy específico, es que no mencionaras nada sobre mi orientación sexual, o la tuya, por eso te iba a presentar como amigo!- Gritó con rabia el más joven.

-Oye, realmente lo siento, pero ellos nunca te van a aceptarte por completo, son el tipo de personas que se creen lo mejor de lo mejor por creer en Dios, pero cuando tienen respetar y amar al prójimo, prefieren ser unas mierdas con todos y luego ir a confesarse en la iglesia, no se por qué les tienes tanto cariño a personas así, pero te puedo asegurar que no es algo mutuo, y solo te haces daño a ti mismo continuando con esa relación.- Me acerque para poder abrazarlo. -No estés triste, ahora sabes cómo reaccionarían ellos si llegaras a decirles que eres gay, y tú no te mereces eso, con lo poco que te conozco puedo decir que eres una excelente persona. No te rebajes a ti mismo solo por complacer a personas que no se interesan por ti.- Dije mientras acariciaba suavemente su cabello.

La noche ya había caído, así que después de un rato, se cambió para ir a dormir, vi que sólo había una cama, así pregunté dónde dormiría yo, y el me dijo que dormiría con él, podrá verse muy inocente, pero de ángel solo tiene la cara. Me acosté con él, y luego de ver si ya se había dormido, bajé suavemente de la cama, para luego sacar un cuchillo que traía escondido en la pantorrilla, y clavárselo en el cráneo a Alán. Pero al verlo así, tan indefenso y tan lindo, acostado en su cama como un niño… No pude hacerlo ¡Mierda! Sabía que me encariñaría con él si seguía este estúpido jueguito, pero ya qué, no quería aburrirme, así que pensé en hacer algo divertido.

Salí del apartamento de Alán y fui a la casa de su primo, no era tan tarde, toque la puerta y me abrió la señora, me vio con una cara de desprecio total, yo la ignore, mire alrededor y la empuje para apartarla de la puerta, luego le tape la boca mientras buscaba un pañuelo con el cual amordazarla. Con unas esposas que traía, la encadene a una tubería que tenían salida de la pared, subí al piso de arriba y vi a Bryan dormido, así que le amarre las piernas y los brazos para luego bajarlo, lo amarre a otra tubería que estaba un poco lejos de su esposa, luego lo desperté, porque no quería que se perdiera la diversión.

-Sorpresa, sorpresa primito.- Dije mientras le sonreía a Bryan.

-¿Qué haces aquí? ¿Qué significa esto? ¡Sal de mi casa marica!- Comenzó a gritar Bryan confundido.

-Esto es un pequeño juego al que me gusta llamar “¿Qué tan macho puede actuar un hombre mientras ve como asesinan a su esposa?” Y se juega de la siguiente manera, yo mataré a tu esposa, mientras tú miras sin poder hacer nada.- Me acerqué lentamente a donde está su esposa, y saqué mi cuchillo, con el cuál comencé a hacerle pequeñas cortadas en todo el cuerpo, mientras su esposo miraba.

-¡Detente! ¿Estas loco o que? ¡Alto!- Gritaba Bryan mientras veía lo que estaba ocurriendo.

-¿Disculpa? ¿Cómo dices? ¿Quieres que siga? Bueno, si eso quieres...- Busqué en mi mochila un alicate, uno siempre tiene que venir preparado para estas cosas. Con él, corte uno por uno los dedos de sus pies, causándole un gran dolor, pero aún sin poder hacer ningún tipo de ruido.

-¿No es gracioso? Es como en esas películas donde alguien busca respuesta y m corta los dedos a quien interroga… Supongo que solo es divertido cuando es en una película.- Ella gritaba de dolor y desesperación mientras que su marido sólo podía gritar mientras intentaba librarse de allí, pero no lo iba a lograrlo. También me gritaba que me detuviera, pero eso solo me daba me animaba continuar haciéndolo, así que acerque el cuchillo a su cara, y dejé un corte en su mejilla, a medida  me acercaba a su oreja para cortársela.- Te causaría muchos problemas a futuro si hago esto. Pero tú no tienes que preocuparte, ya que no vas a tener futuro.- Dije mientras de un tajo le arranqué la oreja.

Después fui a su cocina y conseguí una cuchara, imagino que podrán imaginarse que quería hacer con ella. La introduje en la cuenca de su ojo, y la enterré fuertemente, para posteriormente sacarla, trayendo su ojo con ella, mientras veía como la sangre corría por todo su cuerpo. La pobre señora ya ni siquiera gritaba, solo estaba muy cansada.

-¿Qué sucede contigo? ¿¡Como puedes ser capaz de hacer esto!? ¿¡Acaso estás enfermo!?- Expresaba Bryan con terror en sus ojos.

-Esto es lo que yo llamo, una pequeña venganza por hacer sentir mal a tu propio primo, al cuál tu mismo le dijiste que era como un hermano menor para ti. Hablas tanto y no sabes nada, el es gay, abre los ojos idiota, y al saberlo, seguro lo vas a dejar de querer, pero antes de que eso pase los mataré a ambos. Así que no tienes que preocuparte mucho por eso.- Dije tranquilamente.

-No puedo creerlo… ¿Él también es un marica?- Decía Bryan sorprendido.

-¿En serio? En una situación como está. ¿Todavía es eso lo que te preocupa? Muy bien, hasta aquí llegaron.- Agarré a su esposa por el pelo, la levanté, y luego empecé a cortarle desde el pecho hasta el estómago lentamente, abriendo todo el abdomen, y manchando la casa con su sangre. -Le sienta bien el color rojo. ¿No te parece?

-Por favor, detente.- Decía Bryan entre sollozos. -Puedo cambiar, lo juro.

-¡Ja! ¿Miren quien pide las cosas por favor ahora? No hagas juramentos en vano.- Sostuve el cuerpo de su esposa justo frente a él, y la degollé, manchándolo con la sangre de la mujer que tanto amaba, luego le corte el dedo donde tenía el anillo de casada, y se lo quité, lo tiré y le dije. -Ella ya no lo necesitará ahora.- Luego le baje el pantalón a él y dije -Y estoy seguro de que tu no necesitarás esto.- Le corté el pene. -¿Veamos qué tan varonil puedes actuar ahora que te quité tu gran orgullo?

Le corté la lengua, y le saque ojos. -Sabes, para ser amable, te dejaré vivo, sin lengua no puedes hablar y sin ojos no puede identificarme. Ahora sufrirás como nunca antes, sabiendo que un marica te hizo esto, y si llegas a encontrar la manera de acusarme, esto será un sueño comparado con lo que te voy a hacer.- Salí de la casa y fui al apartamento con Alan, me bañé para quitarme la sangre y lavé mi ropa, luego me acosté junto a Alan y dormimos placidamente... Hasta donde el sabe.

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