Capítulo 38

Me levanté por los gritos de Ryan.

Bonita manera de recibir el día.

Le tire una almohada para que deje de gritar.

—Sabía que no te ibas a levantar ni aunque te pusieras una alarma. 

—Cállate  —Mi demanda sonó más como una súplica de un moribundo. 

Me levanté y fui directo al baño, hacía tanto frío que ni siquiera me bañé.

Me puse ropa tras ropa, me veía como un oso polar de tanta ropa pero estaba haciendo tanto frío que ni me importaba como me veía.

Ryan se había vuelto a acostar, yo me hice un café y salí rápido del lugar.

Subí a mi auto y encendí la calefacción. Siempre es malo estar en un lugar demasiado caliente y luego salir repentinamente al frío, pero esta vez no me importaba.

Llegué al edificio grande y David me estaba esperando en la puerta .

—¡Hola Emma! ¿Cómo estás? .

—Hola, por ahora bien ¿y tú? .

—Bien, con algo de frío. Esta es una l
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