Desafiante

—¿Embarazada?— los ojos del padre de Mía se iluminan

—así es, ven conmigo, te agradará verla

Los dos rey maliciosos caminan con firmeza, con pensamientos malignos hacia la pobre Mía que no les ha hecho nada malo.

Cada paso que da el rey Redmoon, lo ansía más, debido a que ha necesitado un cachorro de su hija para llevarlo con la bruja Zafiro y así tener más años de vida porque su enfermedad avanzada no tiene cura.

Estuvo a punto de llevarse a David, pero el rey Blackmoon le ganó y se lo arrebató para poder manipular a Mía.

Mía continúa durmiendo complaciente y Leticia está sentada al otro extremo de la cama, aunque los párpados le pesan porque literalmente sus ojos necesitan descanso, ella lucha por mantenerse despierta y ya varias veces a lavado su cara con agua fría para evadir el sueño, pero es imposible, necesita dormir.

La pobre comadrona mira hacia la puerta y sus ojos se van achicando Incluso viendo borroso pero al escuchar unas llaves los abre par en par. Sus ojos presencian
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