BRUNOLa sujeto de la cintura con fuerza llevándola contra mi pecho en un intento por protegerla. Es una tonta que no mide las cosas. La pongo estable, pero se queja de dolor tomándose el tobillo. —Me duele mucho. Sigue quejándose e intento cargarla, pero se rehúsa cuando observa a todas partes notando la mirada de sus trabajadores en nosotros.—Que no te importe—le digo—No está bien—se rehúsa nuevamente— suéltame que esto puede traernos problemas, muchos mal entendidos.Como si ya no lo tuviéramos ya, porque se, yo siento que ella percibe esta atracción entre los dos. La miro con severidad por su terquedad, me enoja que siempre quiera llevarme la contraria y mas cuando a la vista de todos, yo acabo de salvarla.—Alaska estas bien—se acerca una chica con una tablilla contra su pecho. —Estoy bien Paulina No te preocupes solo me duele un poco el tobillo. Intenta apoyar el pie pero se dobla quejándose de dolor y sin más alternativa la alzó pese a sus protestas. —Bruno que haces...
BRUNOCae la noche, el ambiente de la discoteca me anima e ingresó con mi amigo Mike a la zona vip donde ya nos esperan un par de chicas. Amigas de Mike, no mías, sin embargo, son el tipo de mujer que a mi me gusta. La canción «Hey mamá» ambienta el lugar y la pista está llena, al igual que las mesas ya que Manson Hers, es una de las mejores discotecas de la ciudad. Necesito distraerme con algo, la imagen de Alaska con Abel no me la puedo sacar de la cabeza y mas cuando estuve a punto de besarla. ¿en que estaba pensando? Lo cierto es que desde que vi esa mujer no dejo de imaginarla encima mío, cabalgándome, gimiendo en mi oído, derramándose conmigo adentro.Abel es mi amigo, Alaska es la única mujer que no puedo tocar en todo el mundo. Ella no, es prohibida para mi.—Pensé que ya no ibas a seguir con la vida de siempre. Dice en vos alta en mi oído, la música trina fuerte, los gritos avivan en el entorno y no se escucha muy bien. —Estoy trabajando, eso no quiere decir que deje a un
ALASKA Siento que no soy consciente de las cosas que estoy haciendo. La piel se me calcina en lo que beso a mi novio observando a Bruno que está de pie en el umbral de la puerta. ¿Qué hace ahí? No lo se, no lo puedo comprender, como también me cuesta entender el porque de mis acciones. El porque me enciende, me excita que nos observe, el porque me encanta ver furia en su mirada, me cuesta adivinar el porque los pezones se me endurecen y no por mi novio, por su amigo con que no aparta la mirada de la mia. La ola de calor en arrolla mientras no corto el contacto visual con el mejor amigo de no novio. Abel besa y acaricia mis piernas en tanto deseo que sea otro quien me toque. Como por ejemplo el hombre que me acribillan con la mirada antes de dar media vuelta y yo soltar a mi novio. Porque siento que el momento a perdido el picante. —Me duele el pie—me escuso para que no se sienta mal, mientras yo no se qué hacer con este cumplo de sensaciones atoradas—lo siento mucho mi amor. —
ALASKAAhora que lo escucho no tengo idea de lo que tengo que decir y siento que el aire ha desaparecido a mi alrededor escuchando el timbre de su voz.Las manos me sudan, el corazón se me acelera y la garganta se me seca con la cantidad de sensaciones aglomeradas a lo largo de mi cuerpo.La reacción no la comprendo y eso me pone mas nerviosa de lo que ya estoy.—Alaska—dice mi nombre contrayendo me el sexo por lo bien que se escucha—¿que pasa? ¿para que me llamas?Me armo de valor para hablar. Ahora que lo escucho me arrepiento, pero solo fue un impulso que no pude controlar y ahora como bipolar, me regaño por hacerlo —Bruno, disculpa que te llame a esta hora—carraspera —¿interrumpo algo?Pregunto queriendo extender el momento —No, realmente no, dime para que me llamabas. El tono de su voz se escucha más rasgado, potente, acaricia mis tímpanos enviando mensajes contradictorios a todo mi cuerpo. —Bueno—hablo—yo quería agradecerte por esta tarde y...—¿Vas a follarme o no?Escucho
ALASKA El sonido de mi teléfono me despierta, estiró ni mano contestando sin mirar quien me llama. Me siento fatal al despertar. —Hija mi amor —es mamá —¿cómo te sientes? ¿quieres que vaya a tu apartamento? Tan linda, me gusta como se preocupa por mí. Y siempre sabrás que la única que te querrá y preocupara de verdad por ti es mama. —No es necesario mamá, estoy bien—me siento en la cama, mirando el reloj de la mesa de noche, dormí más de tres horas—como están ustedes. —Quisiera ir a tu apartamento, hablar contigo de algo importante. Arrugó mi entrecejo, se siente que es algo importante. —Estoy en el apartamento mamá, sabes que eres invitada siempre. —Voy para allá—me siento en la cama, sacando mis pies. —Te espero. Me pongo en pie para darme una ducha rápida. Mamá por lo general casi nunca viene a mi apartamento, yo los visitó y si quiere hablar conmigo debe ser de algo que la atormenta. Miró mi teléfono al recibir un mensaje, sin mis amigas que están interactuando en
ALASKAMis amigas llegan, le escribo a mi novio que estoy con ellas y que no es necesario que venga a visitarme ya que se quedaran conmigo aprovechando que estoy incapacitada. Beben champaña, mientras yo solo un poco de jugó, estoy tomando medicamentos y lo más prudente es no mezclar nada. Hemos modificado la sala y estamos sentadas en el piso, con los cojines de los sillones para acomodarnos mejor. Les cuento de mis padres y aunque apenas sin unas sospechas se ven igual de sorprendidas a mí. Cambiamos de tema a mi accidente e inevitablemente Bruno tiene que salir a solución. No se como me lo voy a sacar de la cabeza cuando a cada nada hablo de el y lo tengo que ver en la empresa.Me gustaría que dejaran de recordármelo. —Entonces el héroe del momento es Bruno—habla Mariana—al menos hizo algo bueno en toda su vida, porque seamos sinceros que es un parasito.Muchas personas lo tienen en muy mal termino. No escucho cosas buenas de él, solo cosas malas lo que me hace cuestionar si de
ALASKA Los zapatos me los pongo bajito. Me duele aun al caminar, pero la venda y los medicamentos están haciendo lo suyo, porque ya me siento mucho mejor. Mis amigas partieron muy temprano a sus trabajos y yo no me puedo quedar atrás. Entro con mi novio a la empresa, Abel paso por mi para traerme, es un lindo y cosas como estas me indican él porque es el hombre soñado para mi. saludo a las personas que están en la recepción, también a la secretaria que ahora tenemos Bruno y yo. Es una mujer hermosa, no cabe duda y parece ser muy responsable en sus labores. Es lo que necesitamos, personal responsable, pero sobrero honesto. Aunque esto es un esfuerzo, ya que presupuesto para una empleada más no tenemos, sin embargo fue algo que exigió Bruno y bueno, yo también la necesito. —Necesito mi amor, que vengas conmigo a la sala de reunión con Bruno, acaba de escribir diciendo que está esperándome. El tono que emplea me preocupa, y mas el tener que ver a ese hombre. Ayer no pude dormir
ALASKA —Será mi amor que puedes dejar a un lado tu odio oír mi mejor amigo y concentrarte en lo importante. —Lo lamento, es difícil a veces ser hipócrita, pero sabes que, si lo haré, solo tienes que dejar que absorba la idea. —No debería ser tan difícil, Bruno esta poniendo de su parte, cosa que es difícil con el, no sé porque tu no. Recoge los documentos, si tan solo pudiera explicarle lo que me pasa. Si fuera otra persona diferente a la cual poder decirle sin que me jugué esto que me está pasando. Estoy segura que estaría de acuerdo en poner distancia entre Bruno y yo. No soy capaz ni siquiera de hablar con mis amigas, me da vergüenza confesar mis sentimientos. —Mi amor, sabes que lo haré, hablaré con tu amigo y nos pondremos de acuerdo para viajar. —Mañana mismo necesito que se pongan a trabajar en eso, menos mal tenemos todo lo que se requiere en esa ciudad y creo que tuvimos un poco de suerte con eso. Si, tiene razón, además está será una oportunidad que no podemos r