—¿Jaime?
El nombrado concentrado en un punto en la pared, Oliver vio el rostro de su amigo. Las arrugas alrededor de sus ojos y las recientes canas que crecían de forma lateral de su cabeza. Terminaba de darle a su amigo esa seriedad que conocía de su carácter desde pequeño.
Pero también se daba cuenta que parecía que Jaime tenía demasiado sobre sí y parecía en ese momento que iba a explotar.
—Tu encárgate de Elizabeth —dijo Oliver mirándolo con seriedad—. Llévate a Bael y a Dylan y capturarla. Yo me encargaré de Alan.
—Aquí el único que puede razonar con Alan soy yo —Jaime se masajeo en la cien—. Tendremos que dejar que Robert se encargue solo de su hermana, según Dylan es muy peligroso usar el hechizo de teletransportación con los demonios de los chicos porque aún no
—¿Qué haces? —Lucy vio como Alan le daba unas pócimas a Bael y Estefan mientras ellos todavía no despertaban. Alan les daba las pócimas que usaba Jaime para hacer olvidar a sus víctimas que habían sido torturados para sacarles información. El solo les daba algunas gotas, solo quería borrarle algunas horas, donde recordaban que estaba sucediendo. Sería suficiente para mantenerlos calmados, pero debía ser rápido. Sus hijos no eran los que les gustaba estar encerrados sin hacer nada. *Tenemos que apurarnos*le dijo su demonio*Si hacemos el ritual hoy, será más fácil, antes de que nos encuentren* *Alan recapacita*su lobo gruñó
¡Hola!, espero que esten teniendo un hermoso comienzo de año y agradecerles por seguir aqui leyendo esta historia y disculpas por demorarme en actualizar.Desde ahora volvere en actualizar seguido.Gracias.***—No.Dorniar retrocedió y Joon lo miró con aburrimiento.—No puedo hacer esto —dijo Dorniar mirando a Liam—, no quiero morir a manos de Estefan.Liam iba a replicar, pero escucharon una voz a su espalda.—¿Que mierda están haciendo y porque Dorniar está tan cerca tuyo, Joon?Estefan apareció con Gabriela, Lucy y Bael.—Se los dije —sonrió Joon caminando hacia Estefan—. Les dije que volverían solos.Liam abrazo a Gabriela y a Bael. Lucy camino hacia el despacho de Oliver despu&eacut
—¿Los encontraron?Escucharon en varias direcciones cuando aparecieron súbitamente. Estefan y Dylan se sacudieron y esperaron segundos para volver en todos sus sentidos. El semidemonio sintió a Joon a su lado acariciándole la espalda. Un gesto que lo calmó totalmente. Dylan se repuso con ayuda de Matt, su esposo lo miró preocupado.—Sabemos dónde está —Dylan los miró con severidad—, pero tengo que decirles que esto es más peligroso de lo que aparenta. Alan simplemente no está haciendo un berrinche como creía.Dylan empezó a explicar lo que habían visto y la magia que había empleado Alan. Todos maldije
—Esto es una locura —Odette habló por el micrófono del helicóptero—. Cuando nuestros padres se enteren nos van a matar.—Mira el lado bueno —dijo Estefan sonriente mirando por la ventana todo el panorama—, estás practicando tu vuelo.Odette hizo que bajaran súbitamente, apenas había tomado clases para poder volar un helicóptero y ahora los locos que tenía de primos la estaban prácticamente obligando a volar.—¡Tenemos que llegar vivos Odette! —escucho a Gabriela por los audífonos.—¡Estoy haciendo lo mejor que puedo! —replicó Odette.—Lo estás haciendo bien, no le hagas caso —escucho ahora a Liam.Miró a su costado, Estefan miraba los alrededores.—Estamos cerca —dijo Estefan—. ¿Lo sientes?Odette se concentró
—¡Alan! —Alex gritaba al borde de la barrera—. ¡Alan soy yo, Alex!—Sabe que eres tú, idiota —Dylan puso los ojos en blanco—. Recuerda que estás hablando con su demonio, no con tu hermano.—Creo que está todo listo —Oliver observó a distancia hacia la cueva—. Es momento Dylan.Alex miró de nuevo a la cueva.—Alex… —Catrina miró con tristeza a su mate, puso su mano en su hombro—. Alan estará bien, lo haremos reaccionar al final.—¿Enserio estás preocupado por esa bestia? —preguntó Dylan indignado—. Da gracias que Jeremy no está aquí para oírte…—Yo no estoy preocupado por si pueden hacerle daño —Alex lo miró con amargura y hablo a la defensiva—. El que debería estar preocupado eres t&uac
—Es una pena que seres con tanto poder como ustedes se desperdicien de ese modo —Agares empezó a bajar un poco para estar más cerca de ellos—. Ustedes serían muy útiles para mí…—Tu tiempo está pasando demonio inmundo —Dylan empezó a activar sus poderes de nuevo, Catrina lo imito—, tendrás que matarnos porque preferimos la muerte antes que servirte, así que es mejor que vuelvas del agujero donde estabas metido y nos regreses al imbécil de Alan.Dylan creyó notar una sonrisa en el rostro de Alan, pero con esa nueva y fea cara no estaba seguro.—Esto fue su elección —dijo Agares—. Sean consecuentes con sus palabras.Antes de que Dylan pudiera pensar en algún insulto o replicarle, grietas horribles aparecieron en el suelo provocando un gran temblor a sus alrededores. Catrina y Dylan se elevaron
Alex se arrastraba dentro de una abertura que esperaba que lo condujera hacia la cueva donde estaba su hijo y sus sobrinos.Cada vez la abertura se hacía menos estrecha y veía más claridad. Cuando al fin pudo estar de pie completamente corrió y casi se cae cuando chocó con algo en el suelo. Observó el bulto y se dio cuenta que no era una gran piedra como él creía, sino que era el cuerpo inerte de Jose.—¡Jose! —Alex lo sujeto zarandeándolo.Se dio cuenta que estaba muy lastimado, pero vivo. Al revisarlo algo lo dejo totalmente pasmado por algunos segundos.Estaba marcado y aquella marca olía a Gabriela.—¿Qué demonios ha pasado aquí?Le dio inmediatamente una pócima a su amigo, lo cargó sobre su hombro y siguió el ruido distante que escuchaba.Cuando llegó a la entrada principal e
—¿Entonces sus alas no lanzas sus plumas como dardos asesinos? —se mofo Estefan—. Solo… ¿sirven para volar?—Nuestras alas están hechas de fuego —gruño Bael—. Aunque no estoy seguro de que lo de Gabriela es fuego.—Es más que fuego, es raro —Gabriela encendió una llama en su mano de aquel fuego oscuro—. No lo entiendo muy bien.—¡A un lado! —exclamó Bael.Una roca gigante estuvo a punto de aplastarlos.—Encima vuelan lento —bufo Estefan—. Sus alas son inútiles.—¡Deberías estar concentrándote en la proyección de tus rayos eléctricos como lo acordamos! —le gritó Bael histérico—. ¡Pero prefieres estar criticándonos!—Qué horror —Estefan le sonrió—. ¿Ya sien