—Saben algo —Alan miraba a todos en esa sala con su característico ceño fruncido—. Me siento en el bando perdedor y no me gusta para nada.—Hubo algunos muertos a pesar de nuestros esfuerzos —dijo Alex con tristeza recostado en el suelo—, pudo ser mucho peor.—Todas las vidas valen —hablo Jeremy con una pierna alzada sobre un sofá, tomó unas pócimas para curarse rápidamente, sin embargo, sus huesos estaban tan destrozados que se estaba demorando más de lo normal—. Me enfurece que salieran heridos demasiados, fueron al hospital a sanarse no ha empeorar.—No pude usar mis poderes —Liam agacho la cabeza—. Lo siento…—No es tu culpa que aparentemente gastaras tus brillitos en la suicida de Jessy —hablo Estefan siendo limpiado por Joon con un paño húmedo—. Casi te desmayas cuando la sanaste, debes tener un límite.—Hablando de Jessy —Dylan miró algo indignado a Oliver—. Yo también creo que ella debe ser enjuiciada y que no debemos interferir, pero creo que deberíamos hacerle abrir un poco
—¿Acaso quieres morir? —Bael lo miró con un gesto desquiciado—. ¿Crees que no soy capaz de torcerte el cuello? ¿Tú crees que me importa un carajo si Bastian muere después de ti?—Bael por favor —Odette se puso en medio de los dos—. No empeores la situación, él solo quiere protegerla.Bael no miró a Odette, seguía con la vista clavada en Kerim, el cual se había interpuesto a que se lleve a Jessy.Bastian sujeto a Kerim.—Kerim deja que se la lleve —dijo el futuro alfa griego intentando hacer razonar a su mate—. La acaba de salvar de morir, no le hará daño.—No físico —replicó Kerim—, pero será cruel con ella y sabes que ella no está bien psicológicamente, acaba de intentar suicidarse, no necesita que le griten o la insulten más.—Tú no tienes ningún maldito derecho de preocuparte de ella —siseó Bael—. Desde ahora ella ya no es nada tuyo.—Soy el único aquí que la quiere de verdad y la está intentando proteger —gruño Kerim.—Kerim por favor —Hablo al fin Jessy—. Está bien, él no me hará
—¿Pero si la vas a rechazar no? —Leonardo, el padre de Jaime, miraba intrigado a Bael.—Leo —el antiguo Rey Evan aclaró su garganta—, deja a mi pobre nieto en paz por el amor a la diosa luna, no es momento de pensar en eso.—Si, deja a mi nietos en paz —habló el señor Angel, padre de Alan y Alex—. Ve a atormentar a tus propios nietos cascarrabias.Bael agacho la mirada.Oliver se tocó el puente de la nariz, se había olvidado lo autoritario que era su tío Leonardo.Todos los demás miembros de su propio escuadrón habían ido a limpiarse y cambiarse los uniformes después de que Odette curó a Jeremy por completo.Alan fue el primero en ingresar y ágilmente el señor Leonardo le lanzó su bastón en la cabeza.—¡Tampoco golpees a mis hijos! —exclamó el señor Angel.Fernando, padre de Matt, empezó a desternillarse de la risa.—¡¿Padrino porque…?!—Ya me enteré de todas las estupideces que has estado haciendo —gruñó Leonardo volviendo a golpear con más fuerza a Alan—. Se supone que eres un hombr
—¡No voy a dejar mi casa!—Abuelo por favor —rogó la joven—. Nos van a atacar.—He estado en una guerra y he sobrevivido 2 invasiones —gruñó el anciano—. Y jamás llegó hasta aquí, hubiera estado más cómodo si me quedaba en casa en ese entonces.—¡Abuelo esto es diferente!—¿Va a ver vampiros raros y deformes? —el anciano se cruzó de brazos—. ¿O alguna manada extranjera?, el rey se encargará como siempre, no te preocupes, apuesto que para mañana todo habrá terminado.Bael aterrizó al ver que dos individuos no se movían de su casa junto a los demás que evacuaban.—Ya deberían haber partido.La joven le explicó la situación que sucedía en el lugar.—Señor por favor… —intentó Bael.—No me moveré —dijo el hombre terco—. Nací en esta casa y moriré en esta casa. Ustedes se encargarán de todo como siempre lo hace su majestad, sus padres habrán acabado con el enemigo antes del desayuno.—Señor, sé que es difícil la idea de abandonar su hogar y aprecio la fe que pone en nosotros, pero…—Ninguna
—¡Suéltame ahora! —exclamó Joon al borde de las lágrimas—, voy a matarlo.—Deja de ser tan dramático —le dijo Daeho cargando a su hermano—, lo hizo por tu bien y nos hizo prometer no soltarte hasta que estuviéramos en el submarino.—Es un mentiroso —dijo Joon frustrado—, un vil mentiroso, debí sospechar cuando me dio ese chocolate, sabía algo raro.—¿Tu no hubieras hecho lo mismo en su lugar? —dijo Gabriela—. Esto no es una de sus tontas misiones, está en batalla ahora y no podía arriesgarse contigo corriendo hacia él pensando que vas a ayudarlo cuando en realidad los pones en peligro a los dos.Joon no contestó porque sabía que Gabriela tenía razón, pero eso no significaba que no se sintiera molesto con Estefan por haberlo dopado en contra de su voluntad. Si no estuviera tan preocupado por él, estuviera maldiciéndolo por ser un embaucador.Noto que no era el único amarrado y sometido en contra de su voluntad.Theo y Liam cargaban a Natsuki, que a diferencia de Joon, estaba amordazado
—¡Esperen!Dylan lanzó dos lazos de magia que sujetaron los talones de Alan y Catrina, arrastrándolos hacia atrás sorpresivamente. Un fuego de color verde fosforescente formo una pared enorme que casi los quemaba a los dos.—¡El fuego no me hace nada idiota! —Alan se levantó después de que Dylan lo atrajera hacia él y lo soltara como costal de papas—. ¡Podía haber llegado a ellos!—Cállate idiota —replico Dylan señalando el suelo—, han puesto marcas mágicas, ese fuego pudo haber absorbido el poder a los dos y hacerlos más fuertes, no dejen que ese fuego verde los toque.—Hay más marcas —señaló Catrina—, mierda, hay marcas por todos lados.Los tres se elevaron para no tocar las marcas que se extendían por todo el suelo rocoso.—¿Si les mando toda una horda de mis lobos de fuego crees que los absorban? —preguntó Alan mirando a Dylan.—No lo sé realmente, solo he leído superficialmente sobre eso, no tengo toda la información, lo mejor será separarlos —explicó Dylan—. Tenemos que romper s
—¡Bael cálmate! —Gabriela intentaba ayudarlo.Bael caminaba de un lado a otro con el terror carcomiéndole el estómago.Esa mujer la tenía, esa mujer que se hacía llamar su madre, que lo único que ha hecho es dañarla, obligarla a hacer cosas terribles sin importarle su seguridad.—¡Bael!Alan sujetó el rostro de su hijo, sacudiéndolo para que reaccionara. Bael se dio cuenta que todo el descampado estaba ardiendo en llamas alrededor, que él había invocado sin darse cuenta.Alzó su mano y su lanza levitó con alta velocidad hacia él.Alan tuvo que retroceder, Bael expulsaba una gran vibra demoníaca.—Voy a ir yo mismo por ella.—Podrían dañarla si ven que te acercas —dijo Alan.—No tendrán tiempo de verme llegar.—Créeme cuando te digo que no subestimes a esa perra —gruño Alan—, yo lo hice y mírame 16 años después sin poder torcerle el cuello. Es mejor que nos mantengamos alineados a los planes de tu tío Jaime, nos han mantenido con vida hasta ahora. Sabes que es un puto genio de mierda y
—¿Es enserio? —uno de los vampiros con binoculares miró hacia la playa—. ¿Por qué solo hay algunas personas? ¿Dónde está todo el ejército? ¡¿No se supone que este es el gran Reino de los hombres lobos?!—Esos deben ser los demonios —hablo su compañero—, todos ellos valen un ejército.Alan sonrió al ver todos los barcos, se estiró y se sacudió emocionado.No podía evitarlo, su sangre hervía y sus sentidos estaban más despiertos que nunca. No había nada que emocionara más a un demonio que la muerte y la destrucción.Sin embargo, no solo su parte demoníaca estaba emocionada, anhelo mucho el momento de volverle a ver la cara a Elizabeth para matarla y ahora por fin se enfrentaría a ella.Paso mucho tiempo desde que ella provoco junto al idiota del alfa rusa la invasión al Reino. Su convicción de venganza se menguó con el tiempo, con ella sin aparecer tantos años hizo hasta que se olvidara de su existencia algunas veces.Lamentablemente había aparecido nuevamente, imponiendo caos en la vid