De regreso en la hacienda de los Valladolid, Valeria parecía un poco nerviosa. Sabía perfectamente que había dado órdenes claras de que quería que su hijo Zein viera a su esposa como una loca pero la verdad es que tenía miedo que el doctor fuera a fallar y todos sus planes se fueran por la borda.En ese momento su celular sonó. Debía de ser su hombre de confianza, ¿quién más?—Mi señora, soy yo, Tomás.— ¿Qué es lo que quieres? ¿Ya hiciste lo que te encargué?—Justamente en este momento voy en camino. El hombre sigue por la carretera, le hablaba solo para decirle que si no quiere que haga o le saque algún tipo de información antes de que se muera.Valeria sonrió. El padre de la loca estaba a algunos minutos de encontrarse con su otra hija. —Sí, si quiero que le hagas saber algo.—Usted solo diga mi señora.—Quiero que sepa que su hija estuvo en esta hacienda, murió aquí y que estaba esperando un bastardo. Eso es lo que quiero que sepa. Dicho eso… Lo matas —afirmó ella como si se trata
UN MES DESPUÉSMientras en su despacho, Valeria reía con su hombre de confianza sobre todos los planes que tenían para implementar con los granjeros el año que entraba y poder sacar más de las ganancias que ella ya sacaba cada año pero está vez, reduciendo los sueldos de los hombres, Tomás y Valeria reían mientras bebían de sus copas de vino. Eran buenos amigos pero sobre todo, eran socios de todas las cosas malas que Valeria había hecho y Tomás le había acompañado.—No puedo dejar de pensar en el momento en que mi nieto nazca. Será lo mejor que le va a pasar a esta hacienda —dijo ella mientras se relajaba.—Ya falta muy poco, mi señora, falta muy poco.—¿Qué te ha dicho el doctor? ¿Cómo viene el bebé?—Perfectamente bien, mi señora. Esperemos que en menos de seis meses ya lo podamos tener aquí.—Y yo pueda cobrar todo el dinero de esa maldita loca.En ese momento que Valeria se imaginaba cómo iba a ser su vida con el dinero que estaba a punto de caer en sus manos, la puerta de su des
TRES MESES DESPUÉSHabían pasado dos meses desde el momento en que Valeria empezó a molestar a su hijo con lo mismo: tenía que estar casado con una mujer poderosa y capaz para cuando naciera su hijo. Y había pasado un mes para que el mundo conociera a la nueva esposa de Zein Valladolid. Erika no fue capaz de firmar los documentos de su divorcio, así que Valeria y Tomás se encargaron de ello. Infinidad de veces Zein había afirmado que fue él quien le preguntó si quería divorciarse de él, pero Valeria se aseguró de que las pocas veces que fue a verla luciera como una maldita loca.La puerta de la habitación con esponjas en las paredes se abrió frente a sus ojos. Zein entró con el corazón roto. Ella estaba allí, en el mismo rincón de la habitación. Esta vez se veía diferente, parecía que el embarazo le estaba haciendo algo bueno. Aún con el rostro lleno de heridas y cicatrices, el cabello como un nido de pájaro y la piel de las manos endurecida, se veía linda con esa barriguita de siete
Luego de unos minutos de haber atendido al recién nacido y Erika se desmayó, Valeria fue informada que el bebé estaba perfectamente bien, era un niño sano a pesar de haber nacido un mes antes, pero necesitaba ser atendido por un pediatra. Valeria no quería arriesgar nada, así que en cuanto el bebé estuvo listo le pidió al médico que se lo entregara, mientras tanto llamó al mejor pediatra del pueblo.En la habitación donde habían llevado a Erika, ella se despertó lentamente, su mano tocó su vientre. Su gran barriga había desaparecido, eso la hizo despertar de inmediato. Sus manos tocaron su abdomen una y otra vez, miró a su alrededor como si su vientre fuera a encontrarse allí, las lágrimas corrían por sus mejillas, pero no había señal del bebé que alimentó durante 8 meses. —¿Mi bebé? ¿Mi bebé? ¿Dónde estás, mi pequeño bebé? —Ella empezó a preguntar. —Mi bebé… ¡Mi bebé! ¡¿Dónde estás?! ¿Dónde estás, mi bebé? Ella comenzó a gritar como una loca mientras se jalaba el cabello y se levant
—¡Mira esos pequeños hoyuelos! ¡Míralo! ¡Es tan hermoso, Valeria! Realmente no puedo creer que este sea tu nieto—. Uno de los invitados la felicitó.Valeria, con las piernas cruzadas y una copa de vino en la mano derecha, sonrió, sintiéndose orgullosa del pequeño bebé que estaba en brazos de uno de sus invitados, gente importante, por supuesto.—Sí, sé que es hermoso.—Paty y tu hijo tienen que estar muy felices, ¿no? No puedo creer que su hijo finalmente haya conocido a alguien que valga la pena. No como su matrimonio anterior. Tenía que ser complicado ¿no? Imagínese estar casado con la mujer que mató a mucha gente.Valeria sonrió. Todos lo habían comprado y no había nada que la hiciera más feliz.—Sí, creo que esa mujer no merece nuestros pensamientos, ¿verdad?—Sí, por supuesto, lo siento, no debería haberte recordado a esa mujer.—No te preocupes. Lo más importante es que estás aquí para conocer a mi nieto. Él será el próximo heredero.—Vamos Valeria, es un recién nacido. Juro que
Había pasado más de un año y la vida de Antonio no había cambiado en absoluto. Era el mismo hombre incapaz que nunca había actuado sin el permiso de su madre porque si actuaba por su cuenta sentía que ya estaba fallando, como se sentía el día que no tuvo las agallas para defender a la mujer que dijo que amaba innumerables veces. Quizás, a partir de ese momento se convirtió en un hombre miserable, alguien que nunca estuvo listo para ser padre y sobre todo, declaró que si tan solo ese bebé hubiera nacido su vida hubiera sido diferente. Nadie en el pueblo creía en ninguna de sus palabras, todos se burlaban de él, incluso se reían de su propia cara. Si no hubiera sido por él, Valeria sería vista como poderosa y alguien con quien nadie debería cruzarse -y era cierto-, pero por ahora solo era vista como una mujer poderosa con solo uno de sus dos hijos capaz de cuidar el negocio que daba empleo a los agricultores.Bebiendo en el bar, Antonio no paraba de reírse de todo. Su vida era tan miser
De hecho, estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para salvar a Marcos. Había salido de allí. No podía dejarla así, simplemente planeando una venganza, pero nunca poder verla concluida. El destino no podía arrebatárselo de esa manera. Marcos sabía tantas cosas, y Erika sabía que él era el único que podía entender su dolor, su pena, sus lágrimas y su odio. —¿Qué le pasó?— Preguntó el anciano.—Un hombre lo apuñaló.—¿Qué? ¿Cómo? ¿Y ustedes dos cómo salen del hospital? Era imposible.Erika miró al hombre que iba y venía con un cuenco y toallas para ayudar a Marcos. Erika quería preguntar muchas cosas: ¿cómo se conocieron? ¿Por qué el viejo sabía tanto sobre Marcos? ¿Era tan importante para el anciano? Si es así, ¿por qué lo dejó casi morir en ese horrible hospital?De repente, la puerta de la casa de madera se abrió, llamando la atención de Erika de inmediato. Frente a ella había una pequeña niña, Erika podía apostar por su vida a que la niña no tenía ni 6 años. Ella los miró con sorpr
DOS SEMANAS DESPUÉSHabían pasado dos semanas desde el momento en que Marcos y Erika iniciaron su viaje hacia ese lugar que él le había prometido que todo iba a cambiar y una nueva vida la estaría esperando. Nada había sido realmente fácil, se escondieron de muchas personas, nunca se sintieron cómodos alojándose en los hoteles, Marcos tuvo que usar otro nombre falso para llegar al único que podía ayudarlo y enviarle dinero para viajar, junto con identificaciones falsas. Erika confiaba en él. Por eso sintió la necesidad de nunca hacérselo saber y protegerla. Su viaje acababa de comenzar. Tal vez, si tan solo hubieran sabido que Valeria los creía muertos, Marcos y Erika nunca hubieran sentido ese sentimiento en sus corazones de querer salir corriendo cada vez que alguien los miraba fijamente por más de 5 segundos. Ni siquiera habían tenido tiempo de compartir sus pensamientos, sus vidas miserables o cualquier otra cosa que pudiera hacerles saber hacia dónde se dirigían. Para ser honesto