Sin embargo, el hombre calvo también tenía habilidades excepcionales. Inmediatamente sacó la daga de su muslo, mientras la sangre fresca salía en grandes cantidades. Luego, con la daga en su mano, empezó a pelear contra Fane.

Cuando se acercó con la daga, sonrío ligeramente de lado.

Eso se debió a que los otros tres hombres también estaban apunto de atacarlo.

Cuatro hombres, excepto el barbudo con el brazo roto, atacaban a Fane desde cuatro direcciones diferentes. Cuatro poderosos enemigos tenían a Fane rodeado y, basándose en el ángulo de los ataques, sería imposible para cualquiera esquivar sus golpes.

Los hombres pensaron que esta vez Fane no podría escapar.

Sin embargo, todo lo que pudieron ver en ese instante fue una imagen borrosa. Con un solo salto, los movimientos rápidos de Fane hicieron que se contorsionara en una posición muy extraña, evitando por completo sus golpes. Se cubrió con la espalda de uno de ellos y, con una patada rápida, ese hombre cayó al suelo.

"¡Paf, pa