“Benefactor, ¿por qué estás aquí? Realmente he malentendido tus intenciones en el zoológico esta mañana. Pensé que no eras médico y, por lo tanto, no sabía cómo tratar a mi hijo. ¡Sorprendentemente la pierna de mi hijo está mejor ahora, inclusive puede correr y saltar!”.

La Sra. Roy llevó a su hijo a Fane, luego instó a su hijo: “Ve a darle las gracias a este tío. ¡Si no fuera por él, estarías muerto!”.

“¡Gracias tío, eres tan increíble! ¡Quiero ser tan fuerte como tú en el futuro!”.

“¡Gracias por ahuyentar a los tigres o estaría muerto!”.

El pequeño Jake miró a Fane, sus ojos estaban llenos de admiración y respeto.

“¡¿Qué?!”.

Keaton respiró hondo y luego preguntó con ansiedad: “Cariño, ¿e-e-es él el benefactor que sujetó a dos tigres siberianos con cada una de sus manos del que me hablaste?”.

Keaton estaba muy ansioso, hasta el punto en que su voz temblaba.

“Así es. No pensé que él estaría aquí. ¿Qué está sucediendo?”.

Sra. Roy preguntó con sospecha después de mirar a las per